Se movieron más de 1.000 bicicletas el fin de semana en respuesta a las medidas de movilidad sostenible.
- La ciudadanía respondió a las medidas de movilidad sostenible del fin de semana en la fachada costera de Melilla caminando, corriendo y en el dique sur se llegó a registrar el domingo un flujo de 10 bicicletas por minuto.
- Quedan muchas medidas por tomar para seguir avanzando en la movilidad sostenible en los desplazamientos laborales y comerciales como los parking de bicicletas o reservar el carril derecho a las bicis
- En algunas avenidas se han registrado esta semana pasos de coches superiores a 1.300 a la hora en horario comercial, lo mismo que en mayo de 2018 cuando no había pandemia. Si no se evalúan las medidas se darán palos de ciego o retrocesos importantes con respecto a lo que se hace en la península.
Contar bicicletas y comprobar la eficacia de las medidas de apoyo a la movilidad sostenible es lo que han hecho personas voluntariamente coordinadas por Guelaya este fin de semana.
Esta simple actividad, saber cuantas bicicletas pasan por las zonas cortadas al tráfico o por el carril bici es absolutamente necesaria para seguir avanzando en el desarrollo de las recomendaciones que el ministerio de Transición Ecológica ha trasladado a los municipios españoles con motivo de la desescalada de las medidas de emergencia por la pandemia.
Lo debería hacer la administración, pero en ausencia de voluntad para evaluar las medidas lo hacemos nosotros. Hemos empezado por el recuento de bicicletas este fin de semana el paseo de Horcas, en el paseo marítimo y en el dique sur. Comparados con el flujo del miércoles y jueves, el fin de semana ha supuesto un aumento del 25% del uso de la bicicleta, con más de 1000 bicicletas moviéndose el fin de semana.
Al contrario de lo que muchos piensan, ha sido el dique sur y no el paseo marítimo donde se han registrado los flujos de paso más intenso, poniendo de manifiesto que para promover la movilidad sostenible no siempre son necesarias las obras. Las medidas de pacificación del tráfico pueden ser más eficaces que la construcción de muchos kilómetros de carril bici.
Pero el éxito innegable de peatones, corredores y ciclistas al ocupar el espacio público este fin de semana solo es el comienzo de un conjunto de medidas que deben extenderse a los desplazamientos comerciales y laborales.
Entre las recomendaciones que el Ministerio de Transición ecológica ha enviado a los municipios hay dos de bajo coste que todavía no se han iniciado en Melilla. En primer lugar el usuario de bicicletas necesita dejar la bicicleta en un lugar seguro, por lo que necesita parkings y recintos cerrados o vigilados. Y dedicar el carril derecho para bicicletas donde hay doble carril es una medida que ya está aprobada en los reglamentos locales y solo se trata de hacerla efectiva, al igual que hacer cumplir la condición de ciudad 30, con multas si es preciso, que también redundará en la seguridad de los peatones.
Los pasos de coches por Melilla en dirección centro y en salida del centro han subido el martes y miércoles a más de 1.300 a la hora en algunas avenidas, exactamente igual que en mayo de 2018, y solo estamos en la fase 1 de la desescalada, y con la frontera cerrada y sin tráfico que entre por el puerto.
Hay que dar tiempo a las nuevas medidas, apoyarlas y también evaluarlas para corregirlas si es preciso, pero no dar palos de ciego. Hay que saber los peatones que se mueven por la ciudad, las bicicletas, los patinetes, los coches. La movilidad sostenible ha venido para quedarse, por mucho que los conductores mantengan la resistencia a un cambio que en el siglo XXI ya no tiene vuelta atrás, aunque no se puede fomentar la movilidad sostenible sin disuadir del abuso del coche.
Animamos a las personas de Melilla a seguir caminando, desplazándose en bici y cogiendo la COA y los taxis como transporte público para ir al trabajo y hacer sus compras durante toda la semana.