carril bici

Guelaya presentó alegaciones a los presupuestos 2022 sobre movilidad sostenible

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· La gestión del PMUS no se puede reducir a 40.000 euros que es lo que vale un contrato para organizar actividades en la Semana de la Movilidad en septiembre.

· Con la partida actual el área de movilidad no podrá desarrollar el PMUS. Invertir en conocer la evolución de la movilidad en la ciudad para evaluar el desarrollo actual del PMUS es algo más que una necesidad.

· Ni siquiera en los conceptos de inversiones conm fondos de resiliencia se ha incluido la promesa del año pasado de transformar la ciclovia en carril bici.

Entre las alegaciones que Guelaya realizó a los presupuestos se incluyó un bloque para Movilidad sostenible. No es posible desarrollar el PMUS con los gastos previstos en el presupuesto para 2022.

El presupuesto planificado para el desarrollo del PMUS resulta totalmente inaceptable si se tiene en cuenta que el desarrollo del mismo establece objetivos concretos sobre porcentajes de desplazamientos en las distintas modalidades de movilidad que la consejería responsable del área de movilidad ni siquiera ha querido evaluar para comprobar la eficacia de las medidas adoptadas en favor de las modalidades de movilidad sostenible.

No se puede concebir que las medidas que tienen su objetivo en el apoyo a dar alternativas a los melillense para dejar de usar el coche privado en estos presupuestos se reduzcan a 0, y que ni siquiera se contemplen presupuestos específicos para un contrato de asesoramiento técnico que permita evaluar el PMUS

La promesa de transformar la ciclo via en caril bici, de acuerdo al anteproyecto elaborado en el área de movilidad y la creación del carril bici planificado en el PMUS para la calle Deonantes de Sangre, no solo no se cumplió en 2021 sino que tampoco se va a cumplir en 2022 donde la cooridnador entre la Consejería de Medio ambiente y la de Infraestructuras una vez más se demuestra ser nula porque la licitación de las obras de nuevos accesos al hospital universitario no incluye en su pliego la creación de ningún carril bici.

No se especifica, por tanto, como se va a gestionar le desarrollo del PMUS, pero desde luego, las cantidades que se le han asegurado no permiten ni siquiera cumplir con el objetivo de evaluar los objetivos del mismo, ni las necesidades de gestión, ni las promesas dadas.

Y por ello proponemos

Incluir una partida finalista para redactar un informe de evaluación de los cambios de modalidad de desplazamientos tras 7 años de existencia del Plan.

Incluir una partida finalista para convertir la actual ciclovía en carril-bici, según estaba previsto conectando las rutas ciclistas seguras con los barrios del norte y oeste, aprovechando la urbanización de cuarteles actualmente en marcha, creando al menos 5 kilómetros de nuevos carril bici de los planificados en el PMUS aprobado por Consejo de Gobierno.

La Mesa por la Movilidad dedica el fin de semana a recordar a las víctimas de la violencia vial de Melilla

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  • El año pasado murió un peatón y hace 4 años un ciclista por la violencia vial de Melilla
  • La Mesa invita a todas las personas que este fin de semana se muevan en bicicleta y se recuerde a todas las víctimas con crespones negros
  • Los representantes de la Mesa entregaron sus propuestas para invertir los fondos COVID-19 al Consejero y continuarán el próximo miércoles debatiendo proyectos concretos.

La violencia vial se cobró el año pasado una nueva víctima mortal que se viene a sumar a las anteriores en una ciudad que no debería tenerlas.

Hace cuatro años, con ocasión del fallecimiento por atropello de un ciclista melillense, se constituyó la Mesa por la Movilidad Sostenible, con el objetivo de reducir las víctimas mortales a cero y reducir a la mitad la alta siniestralidad del resto de víctimas, para aproximarnos a las medias españolas.

Pero a pesar de la reducción de los desplazamientos en 2020 por el confinamiento hemos vuelto a tener víctimas mortales, y el repunte de tráfico nos ha traído una acumulación de atropellos este año en los colectivos más vulnerables: peatones, ciclistas y menores.

Desde la Mesa se quiere llamar al atención de las Administraciones sobre la necesidad de tomar medidas urgentes, y a las personas a exigirlas  para disminuir la violencia vial, controlar la ciudad 30, y evitar desplazamientos en coche.

Invitamos a llenar de bicicletas este fin de semana el carril bici Carlos Huelin, el único que tenemos, con crespones negros en recuerdo de todas las víctimas de la violencia vial de Melilla, y también a los peatones.

Invitamos a las personas de Melilla que hagan sus pancartas y se hagan foro en demanda de seguridad vial y las suban a las redes sociales.

Y exigimos que se aproveche la oportunidad de los fondos COVID-19 para crear zonas de bajas emisiones,  desarrollar la movilidad sostenible, el transporte público y para crear entornos escolares saludables.

Para ello queremos que las inversiones que se soliciten sean para hacer realidad aquellas actuaciones que ya se han consensuado o han sido aparcadas por falta de financiación desde hace años, como las recomendaciones del «Informe de siniestralidad 2014-2018» de la DGT , en un cajón desde octubre de 2019, y el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) aprobado en 2014 y con solo 1.5 Kms de carril bici desarrollado hasta ahora.

Tras la primera reunión el jueves 4 de febrero parece haber acuerdo en cuanto a las directrices generales y en el desarrollo del PMUS aunque no se han concretado proyectos concretos. La semana próxima los representantes de la MESA por la Movilidad y el consejero se han citado nuevamente para hablar de temas concretos.

@MeMoMelilla   #ViolenciaVialML   #Ciudad30

Guelaya acordó retirar las alegaciones a los presupuestos a cambio de garantías de un paquete de actuaciones medioambientales

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  • La asociación ecologista ha mantenido varias reuniones con la vicepresidenta Gloria Rojas y el consejero Hassan Mohatar tras presentar las alegaciones el 13 de enero.
  • Guelaya acordó retirar las alegaciones tras un acuerdo sobre actuaciones medioambientales prioritarias

Guelaya anunció en diciembre la presentación de alegaciones a los presupuestos de la ciudad por considerar que los gastos del presupuesto de la Consejería de Medio Ambiente en varias partidas era inferior a las del año anterior, motivo por el cual valoraba que no se correspondía con las necesidades reales de la consejería.

Sin embargo, durante el mes de enero representantes de Guelaya han mantenido tres reuniones con la vicepresidenta Gloria Rojas y el Consejero Hassan Mohatar con la intención de conseguir un acuerdo sobre la financiación de algunas actuaciones medioambientales que los ecologistas consideran urgentes y prioritarias.

Tras llegar a un acuerdo, el pasado viernes 29 Guelaya envió a la Consejería de Hacienda un escrito retirando las alegaciones. En concreto las actuaciones medioambientales que se han acordado se refieren a tres áreas temáticas:

Conservación de la biodiversidad:

Retirada de especies invasoras de la Red natura 2000 y de las zonas verdes, aprobación de planes de conservación de especies protegidas  y de ejecución de las medidas (con urgencia el de la gaviota de Audouin), ampliación de la Red Natura 2000 con la figura de ZEPA (Zona de Especial Protección de Aves) y estudios sobre biodiversidad en arbolado urbano.

Contaminación acústica:

Aprobación de la zonificación acústica, Plan de acción y actualización de la normativa en Melilla.

Movilidad:

Se acordó darle prioridad a la conversión de la ciclovía de Altos de la Vía en carril-bici, desarrollando un proyecto a partir del actual anteproyecto, que será financiado lo antes posible, a ser posible con el remanente de obras incluidas en el presupuesto de este año, ante la posibilidad de que las licitaciones se realicen a la baja.

Igualmente el Consejero manifestó su intención de poner en marcha otros proyectos ambientales este año con partidas presupuestarias complementarias al presupuesto aprobado para la Consejería.

Los ecologistas recuerdan que todo acuerdo implica flexibilidad y reducir las aspiraciones iniciales por lo que aceptar las actuales restrincciones presupuestarias no evita que se sigan demandando por parte de los ecologistas otras cuestiones que dependen de voluntad política más que de presupuesto, y de partidas económicas extraordinarias, por lo que seguirán solicitando de la Consejería nuevas inversiones.

A pesar de ello, Guelaya valora este acuerdo altamente positivo puesto que garantiza este año un paquete de iniciativas que han sido demandadas durante muchos años, sin cerrar las puertas a nuevos proyectos ambientales en el futuro inmediato.

Primera Carta a los Magos y Magas de la Guelaya

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  • Guelaya Ecologistas en Acción quiere comenzar el año deseando a todas las personas de Melilla que 2021 les trate mejor que 2020, y nuestra esperanza es que eso no va a ser difícil.
  • En lo ambiental, Guelaya quiere compartir con todas las personas de la ciudad su carta de deseos, que esperamos cumplir a lo largo del año.
  • Todavía nos queda que pasar la tercera oleada de pandemia pero la progresiva vacunación de la población permitirá que la declaración de emergencia climática deje de ser papel mojado.

Querid@s Mag@s:

El año 2019 terminaba con potentes manifestaciones en todo el mundo ante la emergencia climática y la COP25 de Chile/Madrid, y 2020 termina a la espera de que las vacunaciones acaben con la peor emergencia sanitaria del planeta.

Han pasado 25 COP (Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático), y 5 desde los acuerdos de París, y las emisiones que provocan cambio climático no han dejado de subir. En 2020 han seguido batiendo riesgos a pesar de los confinamientos severos de muchos países y la caída de la actividad económica global.

Nuestra esperanza es que en 2020 por fin acabemos con el COVID-19 para poder dedicarnos a la emergencia climática y recuperar el tiempo perdido, porque si el año pasado debíamos reducir las emisiones un 7% para subir la temperaturta solo 1.5º más, tras un año perdido y catastrófico ya debemos reducirlas un 7.6% al año.

Este año pedimos lo mismo que el año anterior, un plan de emergencia climática, porque nos hemos portado mal y nos han traído una pandemia que solucionar a corto plazo más que una emergencia climática a resolver en 2030.

Los políticos solo ven el tiempo hasta las próximas elecciones, así que han cometido el error de abandonar los objetivos a medio plazo para dedicarse a lo cortoplacista, cuando ambas crisis son dos caras de la misma moneda y el empleo verde y la economía circular le permitían crear puestos de trabajo.

Las peticiones sobre emergencia climática referidas exclusivamente a la conservación de nuestra especie son las que se encuentran en la declaración firmada e incumplida en la Asamblea. Dejaremos las peticiones sobre biodiversidad para una segunda carta, y sobre las medidas que afectan a nuestro futuro recordamos la urgencia de las siguientes:

Cambiar la tecnología de ENDESA por algo menos contaminante va a ser un proceso largo porque depende de inversiones del Estado, pero que suban las chimeneas de acuerdo con nuestras alegaciones aprobadas en 2018 para la Autorización Ambiental Integrada (AAI) sí va a ser una demanda ecologistas para 2021. También va a ser una exigencia que se instalen los equipos de medición de calidad del aire en Melilla, porque saber lo que respiramos es un derecho del siglo pasado.

En economía circular nos gustaría que se utilizaran los áridos del vertedero de escombros para vaciarlo y darle vida útil, utilizando la zahorra para luchar contra la erosión de caminos, pistas de carros y senderos de la ciudad. Sobre vertidos de escombros queremos ver en 2021 lo mismo que pedimos para 2020, que se comienzan a instalar cámaras en los puntos negros y se ponen multas.

En cuanto al agua, ya sabemos que en 2021 no podremos beber el agua del grifo porque seguirá siendo horrorosa, pero nos conformamos con que no haya cortes de suministro para nadie y que empecemos de una vez a gastar menos agua por habitante y día para acercarnos a la media española, que duplicamos en Melilla.

En residuos esperamos poder enviar a la península con cargo a las arcas del Estado lo que no podemos reciclar ni reutilizar en Melilla, especialmente si son residuos de la incineradora, aunque con un almacenamiento temporal lleno no haya más remedio que vaciarlo parcialmente para tener donde enviar las escorias de la incineradora. Se trata de un asunto judicial, y esperamos que la actual consejería se mantenga al margen de la judicialización de nuestra denuncia en 2018.

En movilidad, esperamos que el carril bici ya anunciado para sustituir a la ciclovía y las conexiones con los barrios del norte y oeste del centro de la ciudad se construyan, y que haya respuesta a nuestra petición de convocatoria del Foro de consenso en movilidad.

El anteproyecto de presupuestos 2021 envía la Declaración de Emergencia Climática a la basura

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  • La consejeria de medio ambiente decide ser la consejería del hormigón
  • Todas las partidas que Guelaya ha pedido aumentar disminuyen

El anteproyecto de presupuesto de la Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad parece haber cambiado el nombre por el de Medio Ambiente y Hormigón, según el análisis que desde Guelaya se hace del anteproyecto de presupuestos de la consejería.

Visibilizar los presupuestos de las partidas en las área temáticas incluidas en la Declaración de Emergencia Climática para 2021 en el anteproyecto de la consejería ha resultado ser una misión imposible.

El presupuesto de medio ambiente aumenta de 48.760.000 a 52.434.711.8, más de 3 millones y medio de euros, pero todas las partidas que “huelen” a verde o a conservación de biodiversidad, y que Guelaya ha solicitado que aumentaran en 2021 -debido a que se anularon en 2020 por el COVID- han sido recortadas.

¿Qué trabajo costaba, con ese aumento global millonario, mantener al menos las partidas “verdes” en menos de medio millón de euros?

Nos referimos a 20.000 euros menos  de subvención para compra de bicicletas, 40.000 menos para la Red Natura 2000; sensibilización y concienciación ambiental baja de 50.000 a 30.000, la gestión del Plan de Movilidad pasa de 60.000 a 45.000 y se cargan, por lógica, los nuevos carriles bicis ya anunciados por el área de movilidad en 2020; las subvenciones a ONG´s para protección de la naturaleza se reducen de 50.000 a 25.000, el Convenio UGR baja de 40.000 a 20.000, no hay nada para planes de conservación fuera de la Red Natura 2000….

Sobre lucha contra la contaminación apenas se incluyen algo más de 100.000 euros, cuando trasladar algunos centenares de Tn de escorias de incineradora a la península costaría casi 1 millón de euros.

Son minucias comparadas con la pérdida de  fondos Feder destinados a medio ambiente y transición a una economía baja en carbono de más de 8 millones de euros en inversiones que no se dedicarán a la emergencia climática.

En cambio  se presentan con total opacidad 10 millones de euros en un capítulo denominado “realizaciones diversas medio ambiente”, a lo que tenemos que anadir 1.4 millones de euros para la autoridad portuaria, que se van a dedicar a “obras” o inversiones de dudosa sostenibilidad para sustituir cualquier intento de economía circular o empleo verde. 

Queda poco tiempo para comprobar si estos anteproyectos de presupuestos, que todavía no son definitivos, cambian en algo en el debate de los partidos que al firmar la Declaración de Emergencia Climática, tendrán una oportunidad de enmendar el tremendo error de mandar la Declaración firmada a la basura.

La desescalada necesita un plan de movilidad en Melilla basado en el PMUS

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  • Guelaya espera que el área de Movilidad  concrete medidas de movilidad sostenible para evitar un repunte del abuso del coche privado en la ciudad.

 

 

 

  • La sostenibilidad tiene tres patas, la ambiental, la social y la económica, y si la Ciudad quiere tener un plan de desescalada tendrá que tener en cuenta al medio ambiente

 

 

 

  • La vicepresidenta del gobierno Teresa Rivera ha pedido a los municipios que adopten medidas para promover la bicicleta, y la Red de ciudades que caminan, de la que forma parte Melilla, ha propuesto medidas para promover los desplazamientos caminando.

 

No es posible concebir un plan de desescalada del confinamiento sin una visión ambiental del problema que se concrete además en un plan de movilidad sostenible. En Melilla este plan tiene que estar basado en el PMUS (Plan de Movilidad Urbana de Sostenible), que ya está aprobado y consensuado en el Pacto por la Movilidad. Es el momento de tomar decisiones para la semana que viene, no para el año que viene.

 

El repunte en el abuso del coche privado después del confinamiento ya es un dato en las encuestas que se están haciendo, como la del RACE, que prevé que una parte de los desplazamientos laborales que se realizaban en transporte público van a hacerse en coche privado, y los entornos contaminados se está demostrando que aumentan la letalidad del Covid19.

 

Ahora más que nunca hay que apoyar al transporte público, porque en el caso de Melilla a la desconfianza se le añade que el usuario de frontera no está para utilizarlo. Por ello Guelaya ve imprescindible que se adopten medidas para promover la movilidad sostenible

 

Se trata de propuestas de bajo coste o incluso coste 0, que se pueden hacer con vallas y pivotes, como mantener tramos de carreteras cerradas al tráfico que ya lo están, como el Dique Sur y el paseo de Horcas Coloradas.

 

Cortar el tráfico en la calle la Legión y continuarla sin tráfico con el acceso al paseo marítimo.

 

Cortar un carril de la Avenida y la calle Margallo en horario de tarde noche para crear un corredor peatonal para después de la ruptura del ayuno desde el rastro a la plaza España.

 

Y por supuesto desarrollar los corredores ciclistas y peatonales para acceder desde el centro a los barrios del norte y oeste, además de terminar el primer corredor, al que le falta solo cortar los Altos de la Vía mientras que dure la desescalada y se puedan hacer las obras previstas en el PMUS. 

 

La Red de Ciudades que Caminan, a la que pertenece Melilla, orienta a todas las ciudades que forman parte de la Red con medidas tácticas de urgencia como éstas, ganar espacio peatonal para asegurar el distanciamiento social en paseos y desplazamientos laborales.

 

Guelaya apoya e insta al gobierno de la ciudad a instaurar las mismas medidas que se están promoviendo en el resto de España, tanto en grandes ciudades como pequeñas. Medidas como:

 

  • Convertir el mayor número posible de calles en espacios sin tráfico a motor, limitando su uso al estrictamente necesario para el acceso a garajes, abastecimiento comercial, traslado de personas con movilidad reducida y seguridad pública, con la velocidad limitada a 10 km/h.
  • Crear espacios compartidos con prioridad peatonal y máxima velocidad 20 km/h, recurriendo para ello al empleo de la señal S-28 (Zonas 20).
  • En aquellas calles donde no sea posible aplicar las recomendaciones anteriores, aumentar sustancialmente la anchura de las aceras suprimiendo líneas de aparcamiento y/o carriles de circulación. Ha de tenerse en cuenta que para cumplir con la denominada “distancia social” de 1,5 metros en el cruce con otra persona necesitaremos aceras como mínimo de 3 metros. 

 

El Ministerio de Transición Ecológica ya ha instado a la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para que fomenten la movilidad ciclista con medidas que en Melilla ya se han avanzado pero no se cumplen por falta de voluntad política como limitar la velocidad máxima a 30 km/h., o reservar el carril derecho para las bicicletas coincidiendo con las propuestas de la Red de Ciudades que Caminan .

Melilla no se puede quedar otra vez atrás negándose a hacer lo que es moneda común en toda España, tomar decisiones excepcionales en momentos excepcionales. No se puede dejar pasar esta ocasión.

 

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