Gurugú
La ranita solitaria (final del Proyecto Hyla del Sureste)
- Un macroproyecto de investigación desarrollado durante dos años por entidades con inquietud por la conservación medioambiental constata el declive de la ranita meridional en el sureste peninsular.
- Guelaya Ecologistas en Acción participó en el proyecto y constató la desaparición de la ranita meridional en Melilla.
Aisladas, mermadas e, incluso, probablemente extintas, así se encuentran las poblaciones de ranita meridional (Hyla meridionalis) en el sureste español y norte de África. Esta es la principal conclusión del proyecto de investigación que, durante dos años, han desarrollado 130 voluntarios de 17 entidades en nueve provincias y siete comunidades/ciudades autónomas y regiones, de dos países diferentes (España y Marruecos) en las que ha estado representada Melilla a través de Guelaya Ecologistas en Acción.
El trabajo se ha desarrollado exclusivamente con los medios personales y recursos de estos colectivos no gubernamentales y centros educativos, constituyendo un auténtico proyecto de ciencia ciudadana que ha pretendido dar luz allí donde las Administraciones no han llegado.
Guelaya Ecologistas en Acción ha participado constatando en primer lugar que la especie despareció del río de Oro de Melilla donde estaba citada en 1985, 1997 y 2002, aunque también está presente en el recuerdo de muchos niños que jugaban en el río de Oro allá por los años 60. Sin embargo, se ha podido hacer el seguimiento de la especie en el Gurugú, donde todavía está presente.
Todo comenzó en 2016, cuando algunos de los voluntarios de estas entidades comprobaron que el silencio se había apoderado de algunas de las charcas donde, unos años atrás, podía escucharse el estruendo de los coros de machos cantores de nuestra especie. El intercambio de esta información entre diferentes colectivos hizo saltar la voz de alarma, ya que la mencionada situación se estaba reproduciendo en varias provincias.
La ranita meridional es una de las dos únicas especies de ranita arborícola de la Península y su estado de protección actual es el de Especie Silvestre en Régimen de Protección Especial, y así surgió el proyecto “Hyla del Sureste”, el cual se estructuró en dos fases complementarias durante los años 2018 y 2019, finalizando hace pocos meses. Para una completa información del mismo, puede descargarse su informe final desde https://proyecto-hyla-del-sureste.webnode.es/informe-final/
En primer lugar, se realizó un censo mensual durante todo un ciclo anual en cada una de las localidades del sureste ibérico y regiones cercanas donde se tenía constancia de la presencia de coros en Almería, Granada, Málaga, Nador, Ceuta y Gran Canaria. En ellas se desarrollaron 258 horas de muestreo intensivo. Esta primera fase permitió identificar el periodo comprendido entre los meses de febrero y julio como el de mayor actividad de los coros nupciales, aunque influenciado por variables como la altitud o la disponibilidad de agua, las cuales determinaban la duración y temporización de los ciclos biológicos del anfibio.
Conocida esta característica, vital para concentrar los esfuerzos de los voluntarios, se inició la segunda fase, consistente en muestreos extensivos de búsqueda de la ranita meridional en los enclaves adecuados de Almería, Murcia y Alicante durante 2018 y 2019. Los resultados de los tres años acumulados mostraron una situación alarmante, ya que solo se constató la presencia de esta especie en un tercio del total de estaciones del sureste donde el anfibio vivía hace 20-30 años.
Teniendo en cuenta el carácter bioindicador de la especie, cabe deducir que la mayor parte de los humedales del sureste donde la ranita meridional habitaba y habita se encuentran en pleno proceso de degradación, hecho probablemente asociado a (a) la pérdida, fragmentación y transformación del hábitat, (b) la extracción masiva de agua relacionada con sus zonas de vida, (c) la contaminación de los ecosistemas, (d) la invasión por especies exóticas, (e) la progresiva aridez del entorno favorecida por el Cambio Climático y (f) la magnificación de los efectos por la ubicación de tales poblaciones en el borde de su área de distribución.
Para las entidades participantes en el proyecto es urgente acometer actuaciones que frenen esta situación. El estudio pone las bases que permitirán plantearse la recuperación de la especie en el río de Oro de Melilla, cuando se desarrolle el proyecto de renaturalización anunciado.
Enlace para obtener el informe
Para consultar el informe completo se puede descargar aquí:
https://proyecto-hyla-del-sureste.webnode.es/informe-final/
La nieve llega al Gurugú
Después del incendio que afectó a gran parte del macizo del Gurugú, una de las consecuencias que más temíamos era que las primeras lluvias arrastraran la tierra fértil, una vez desprovista de la vegetación que la sujeta.
Las primeras lluvias llegaron, pero este año, lejos de su carácter torrencial habitual, han caído con sorprendente suavidad. Y lo más sorprendente aún es que las últimas cayeran en forma de nieve, lo mejor que le puede pasar al monte que hace de cuenca hidrológica para Melilla. El agua en forma de nieve se dosifica de forma lenta, conforme se va derritiendo; esto facilita su absorción y evita los temidos arrastres de tierra.
Esta imagen del castillo de Basbel cubierto por la nieve seguramente tardaremos mucho en volver a verla, pero sus efectos beneficiosos en los acuíferos se alargarán en el tiempo.
Sembrando esperanza en el Gurugú
Los amigos del Runners Team Melilla, con Juandi a la cabeza, nos han pedido colaboración en un proyecto que es como un rayo de esperanza en estos momentos de desolación ante lo que ha ocurrido en el Gurugú. Ellos entrenan en sus senderos habitualmente, y han sentido la misma desolación que todos los que disfrutábamos de este entorno. Su idea es seguir entrenando por los mismos senderos, pero a la vez ir dispersando semillas autóctonas de las especies más valiosas del Gurugú, como el araar o la coscoja, semillas que Guelaya les proporcionará junto con nuestro agradecimiento más sincero por tan estupenda iniciativa. Si logramos que estas semillas germinen entre los resecos pinares, lograremos además que el coscojar, el ecosistema más valioso y húmedo del Gurugú, se extienda por zonas antes ocupadas por pinos y eucaliptos cultivados. Hace ya algunos años que acostumbramos a enterrar bellotas de coscoja recogidas de ciertos rincones del Gurugú bajo el reseco suelo del pinar, y ya son muchas las pequeñas coscojas que crecen por los senderos que usamos habitualmente; por eso sabemos que la iniciativa de los runners melillenses será sin duda positiva.
La época de recolección de estas semillas comienza en septiembre, y este año tenemos muy claro que tendremos que recoger más que ningún otro. Tendremos que ir a los lugares del macizo que se hayan librado del fuego, y procuraremos coger sólo unas pocas semillas de cada ejemplar recolectado, para que pueda realizar su función reproductora sin que nada interfiera en el proceso.
Las imágenes del coscojar del Gurugú antes del incendio no deben, pues, hacernos caer en el desánimo, sino servir de acicate para intentar que algún día se repitan. Nuestro grano de arena, y el de los Runners, ya está en camino hacia allí..