Declaración de Emergencia Climática
2020, un año aciago que se lleva por delante tres años de avances en materia de movilidad
- Volvemos a 2017 con una víctima mortal por la violencia vial a la espera de conocer las estadísticas oficiales del año.
- En participación social volvemos a la casilla de salida; ni una sola reunión con entidades sociales se han mantenido en 2020.
- La opacidad informativa se mantiene. Seguimos sin saber cuántas multas por exceso de velocidad se ponen en Melilla y cuántas pone el multacar.
El año 2020 será recordado por muchas cosas, casi todas ellas malas, pero en materia de movilidad ha supuesto para las entidades sociales que vienen promoviendo la sostenibilidad de la ciudad un retroceso de varios años en todas las “patas” de la sostenibilidad.
Un retroceso en seguridad vial que nos devuelve a la estadística de víctimas mortales, que en 2017 provocó una contestación social que obligó al Gobierno de Melilla a tomar medidas que ahora han resultado no ser efectivas o sencillamente se han hundido en el olvido.
La transparencia informativa que se reclamó desde ese mismo año de 2017 a las autoridades para que las entidades sociales conociéramos el trabajo de la policía local y pudiéramos hacer propuestas no le ha interesado a ninguna administración hasta el momento.
Que las entidades sociales no tengamos “conocimiento” de los problemas que nos atañen va de la mano del nulo interés de la clase política local en promover espacios de participación social y debate.
No se ha convocado en 2020 ni un solo Foro por la Movilidad, y tampoco se ha admitido nuestra participación en la Comisión Provincial de Tráfico, en la que se nos informó en 2017 que podíamos participar con voz pero sin voto, y que finalmente ha derivado en la formación de un grupo de trabajo que tampoco ha sido convocado y que tenemos muchas dudas en que se convoque alguna vez, aunque ya hemos manifestado nuestra disposición a asistir.
Finalmente, en lo que respecta al Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), cuyo objetivo es disminuir el uso o abuso del coche privado, la disminución del gasto de combustible provocado por el confinamiento del COVID-19 – que llegó a ser en abril del 67.15% y en mayo del 54.36% – en octubre es solo del 21.52%, semejante al mes de marzo donde no hubo confinamiento ni cierre de la frontera durante la mitad de ese mes.
Con esos datos, la normalización de la frontera, la actividad productiva y el doble turno escolar en 2021 nos traerá un aumento de emisiones en 2021 que según la Declaración de Emergencia climática Debería disminuir un 7% como mínimo.
Guelaya espera que su petición de convocatoria del Foro de la Movilidad y el orden del día propuesto al área de Movilidad, responsable de convocarlo, se realice en el mes de enero y se acepte trabajar para revertir la situación actual de la movilidad interna en la ciudad.

El anteproyecto de presupuestos 2021 envía la Declaración de Emergencia Climática a la basura
- La consejeria de medio ambiente decide ser la consejería del hormigón
- Todas las partidas que Guelaya ha pedido aumentar disminuyen
El anteproyecto de presupuesto de la Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad parece haber cambiado el nombre por el de Medio Ambiente y Hormigón, según el análisis que desde Guelaya se hace del anteproyecto de presupuestos de la consejería.
Visibilizar los presupuestos de las partidas en las área temáticas incluidas en la Declaración de Emergencia Climática para 2021 en el anteproyecto de la consejería ha resultado ser una misión imposible.
El presupuesto de medio ambiente aumenta de 48.760.000 a 52.434.711.8, más de 3 millones y medio de euros, pero todas las partidas que “huelen” a verde o a conservación de biodiversidad, y que Guelaya ha solicitado que aumentaran en 2021 -debido a que se anularon en 2020 por el COVID- han sido recortadas.
¿Qué trabajo costaba, con ese aumento global millonario, mantener al menos las partidas “verdes” en menos de medio millón de euros?
Nos referimos a 20.000 euros menos de subvención para compra de bicicletas, 40.000 menos para la Red Natura 2000; sensibilización y concienciación ambiental baja de 50.000 a 30.000, la gestión del Plan de Movilidad pasa de 60.000 a 45.000 y se cargan, por lógica, los nuevos carriles bicis ya anunciados por el área de movilidad en 2020; las subvenciones a ONG´s para protección de la naturaleza se reducen de 50.000 a 25.000, el Convenio UGR baja de 40.000 a 20.000, no hay nada para planes de conservación fuera de la Red Natura 2000….
Sobre lucha contra la contaminación apenas se incluyen algo más de 100.000 euros, cuando trasladar algunos centenares de Tn de escorias de incineradora a la península costaría casi 1 millón de euros.
Son minucias comparadas con la pérdida de fondos Feder destinados a medio ambiente y transición a una economía baja en carbono de más de 8 millones de euros en inversiones que no se dedicarán a la emergencia climática.
En cambio se presentan con total opacidad 10 millones de euros en un capítulo denominado “realizaciones diversas medio ambiente”, a lo que tenemos que anadir 1.4 millones de euros para la autoridad portuaria, que se van a dedicar a “obras” o inversiones de dudosa sostenibilidad para sustituir cualquier intento de economía circular o empleo verde.
Queda poco tiempo para comprobar si estos anteproyectos de presupuestos, que todavía no son definitivos, cambian en algo en el debate de los partidos que al firmar la Declaración de Emergencia Climática, tendrán una oportunidad de enmendar el tremendo error de mandar la Declaración firmada a la basura.

Manifiesto sobre la inacción del gobierno de Melilla tras el primer aniversario de la Declaración de Emergencia Climática
Las entidades sociales y sindicales que firmamos la solicitud de “Declaración de Emergencia Climática” en Melilla hace un año denunciamos la falta de cumplimiento de los compromisos firmados y por ello manifestamos:
Que en el primer aniversario de la “Declaración de Emergencia Climática” (DEC), firmada en la Asamblea de la ciudad en octubre del 2019, no se ha producido ningún avance en los compromisos adquiridos. Esta falta de compromiso coincide con el quinto aniversario del Acuerdo de París, por el que los países firmantes, España entre ellos, se comprometieron a una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero con el objetivo de limitar el aumento de temperatura global del planeta.
Que en el resto de España la acción política ante la emergencia sigue siendo insuficiente ya que la reducción del 20% que asume nuestro Gobierno nacional queda lejos del 55 % que sería necesario alcanzar en 2030 respecto a los niveles de 1990, comprometido en el contexto europeo esta semana.
Mientras que a nivel nacional no damos la talla, en Melilla la situación es incluso negativa. La inacción en nuestra ciudad queda patente en la evolución de la producción de electricidad que ENDESA declara en Melilla en los 12 meses posteriores a la firma de la DEC, con un incremento de consumos del 1,5%, siendo Melilla la excepción en un contexto nacional de tendencia de reducción de consumo.
Este dato nos permite afirmar rotundamente que no se ha hecho nada por cumplir los objetivos de disminución de emisiones.
La crisis sanitaria y la climática van de la mano
Por otro lado, reiteramos que la crisis sanitaria que también estamos sufriendo está íntimamente relacionada con la crisis climática y que las soluciones para ambas han de ser conjuntas: no podremos dejar atrás esta pandemia -y las que vengan- sin que las soluciones tomadas sean compatibles con las medidas contra la emergencia climática. La miopía de la política local intentando responder con las mismas medidas que las han provocado las dos emergencias empieza a ser dañino para el conjunto de la ciudadanía.
El Gobierno está aprovechando la emergencia sanitaria como excusa para no hacer nada por disminuir las emisiones tras el anunciado repunte en consumo de combustible, electricidad, residuos… Sigue sin atender las demandas de empleos públicos en servicios claramente deficitarios y apostando por el cemento, el hormigón y la construcción, ahora que la frontera cerrada encarece los áridos y se promueven zonas grises en lugar de verdes penalizando económicamente y ambientalmente a la ciudad. En definitiva, se está impidiendo la transformación de Melilla en una ciudad sostenible.
Nuestros Gobiernos, nacional y local, adolecen de una falta de planificación realista tanto en el despliegue de las energías renovables como en el impulso de otras estrategias sectoriales como el hidrógeno verde. Esta improvisación constante augura nuevas burbujas especulativas con un elevado impacto ambiental y social.
Por lo tanto, no hay nada que celebrar hasta que existan políticas y medidas a la altura de los criterios científicos en Europa, en España pero también en Melilla en este quinto aniversario de la Cumbre de París
Comprobado que al año de firmarse la DEC no solo no hay ningún avance si no que incluso asistimos a un retroceso, que no existe coordinación en la ciudad de Melilla que la ciudadanía pueda apreciar sobre las medidas que necesariamente son conjuntas entre la emergencia sanitaria y climática, REIVINDICAMOS:
Una respuesta conjunta a las emergencias que obedezca a objetivos medibles y cuantificables sostenibles porque ni los intereses sociales, ni ambientales ni de importantes sectores económicos de la ciudad se están cubriendo, en defensa de la histórica demanda de dignificación de los servicios públicos.
Entidades firmantes en Melilla
Plataformas ciudadanas
- 2020 Rebelión por el Clima
- Teachers for Future Melilla
- Alianza por el Clima
Entidades sociales
- Guelaya-Ecologistas en Acción Melilla
- Melilla ConBici
- Seo/BirdLife
Sindicatos
- CCOO
- CGT
- SATE/STEs

Melilla incrementa el consumo eléctrico durante el 2020 saltándose el compromiso de la Declaración de Emergencia Climática
- El incremento de demanda eléctrica hasta el pasado mes de octubre ha sido del 1,5% frente a la reducción del 7,5% del resto de Estado durante la primera mitad del 2020
- El Gobierno de la Ciudad Autónoma incumple así la declaración de Emergencia Climática firmada en octubre del 2019.
- Melilla es una excepción frente a la España peninsular en materia de energía a pesar de tener una población estabilizada, una actividad económica a la baja y un cierre fronterizo tras meses de confinamiento.
Ha pasado poco más de un año desde que el Pleno de la Asamblea aprobase por unanimidad de todos los representantes políticos la Declaración de Emergencia Climática y los resultados de consumo energético en nuestra ciudad indican que poco o nada se ha hecho para cumplir lo pactado.
La Declaración incluyó, además, el compromiso de reducir por debajo del 7% las emisiones causantes del cambio climático, humos tóxicos como los que produce diariamente la planta generadora de ENDESA en Melilla.
Llama la atención que, tras una tendencia de cinco años de disminución de consumo en nuestra ciudad, en el 2020 se haya producido este pico de incremento en un 1,5%, según ha informado la propia central de ENDESA a requerimiento de Guelaya. En cambio, por primera vez en cinco años, en el contexto nacional, en el 2019 se consumió un 1,6% menos de electricidad, según datos de Red Eléctrica de España. Según el mismo organismo, el consumo peninsular de energía eléctrica se redujo en un 7,5% durante los seis primeros meses de este año.
Esta contradicción merece ser aclarada, por lo que Guelaya ha demandado toda la información disponible en la Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad.
Desde Guelaya no se entiende que estos incrementos de consumo energético se produzcan con una población estabilizada en 86.000 personas y en un contexto económico ralentizado, más aún desde el cierre fronterizo.
Este incremento de consumo es especialmente dañino para el medio ambiente teniendo en cuenta, además, que en Melilla la energía no se obtiene de fuentes renovables, a diferencia de la península donde casi el 40% de la energía es de origen renovable.
Es por esto que desde Guelaya exigimos al Gobierno local un esfuerzo en inversiones para instalar energías renovables en Melilla con el objetivo de reducir las emisiones por debajo del 7% anual.
Así mismo, consideramos relevante que se invierta también en campañas de concienciación de ahorro energético, incluyendo para ello la contratación de educadores sociales.
Desde Guelaya lamentamos la inacción del Gobierno local frente a la emergencia climática pese a la firma de la Declaración hace un año. Una emergencia climática que está relacionada con la emergencia sanitaria que también estamos sufriendo, como si fuesen dos caras de la misma moneda.

Covid19 y medio ambiente en Melilla. 1.Calidad del aire y producción de energía.
- Ahorrar electricidad y producir energías renovables es liberar dinero público para el coronovirus
- El ahorro de energía reduce la contaminación atmosférica. Los datos apuntan hasta ahora que la letalidad del Covid19 aumenta en las regiones con mayor contaminación del aire.
Los datos
El 95% de la electricidad en Melilla la produce ENDESA emitiendo al año las emisiones correspondientes a 45.590 Toneladas de combustible (cálculo de 2018).
El coste del Mwh en la península era en 2018 de 50-60 € y en Melilla de 200 €. El 50% lo paga el Estado y la Red Eléctrica. Con una producción de 216.495,202 Mwh en 2018 ENDESA nos costó a los españoles para producir electricidad en Melilla más de 2 millones de euros (2.164.9520,2).
Los datos científicos recogidos en Europa hasta el momento apuntan a un aumento de la letalidad del coronavirus en las regiones más contaminadas (Lombardía en Italia con una mortalidad del 12% frente al 4% en el resto de regiones).
Para cumplir los compromisos de París con base científica sobre la emergencia climática hay que producir un 10% menos de emisiones a la atmósfera este año, según el Observatorio de la Sostenibilidad de España.
La contaminación atmosférica produce en España al año 10.000 muertes prematuras, la mitad de los fallecimientos actuales por coronavirus, y provoca un gasto sanitario muy importante.
El confinamiento del coronavirus en Melilla está produciendo SOLO un 6% menos electricidad desde marzo.
El presupuesto de consumo eléctrico de la Ciudad Autónoma presupuestado para 2020 es de 5 millones de euros. Un 10% de ahorro de consumo eléctrico es medio millón de euros.
Necesitamos ahorrar al menos el 10% de electricidad todos los años.
¿Para qué?
Para ahorrar al Estado este año aproximadamente 200.000 euros y reducir el déficit público que nos va a aproximar a la bancarrota cuando termine la pandemia.
Para reducir las muertes por contaminación atmosférica.
Para cumplir con la emergencia climática y reducir las emisiones de C02 y otros contaminantes nocivos para la salud y los ecosistemas.
¿Cómo?
Ahorrando electricidad, cada uno en su casa gastando solo lo necesario, no derrochando. Apagando luces, y exigiendo a la administración que disminuya su presupuesto en consumo eléctrico.
Generando energías renovables, favoreciendo su instalación modificando los permisos de obras para agilizarlos y hacerlos más baratos (consejería de Infraestructuras)
Generando energías renovables invirtiendo los fondos FEDER asignados a ello en los edificios públicos (Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad) y dirigiendo el mayor número posible de subvenciones para crear empleo en instalaciones domésticas (Plan de Contingencia, consejería de Hacienda).
Modificando la tecnología de los motores de ENDESA para 2022, año en que termina la concesión de la CD ENDESA , ahorrando y disminuyendo un 18% las emisiones de CO2 (25.600 Tn año), un 81% las emisiones de NOX (2405 t) , un 88% las de SOX (641 t) y un 89% de partículas P2.5 (54 t)
Y por qué más
Porque el pleno de la Asamblea de Melilla aprobó por unanimidad de todos los partidos en 2019 estas medidas en la declaración del plan de emergencia climática de Melilla, y hay que cumplir lo que se firma.
Y para ello
Guelaya llama a los melillenses a sumarse a la acción global que se realizará el próximo viernes 24 de abril a las 22 h en protesta por la inacción ante las alertas y emergencias que provocan pérdidas de vidas humanas de forma insostenible.
En este enlace podéis sumaros a la #AcciónGlobalporelClima24A :
Acción Global por el Clima 24 de Abril
Guelaya envía una petición al consejero de urbanismo para que promueva la instalación de energía fotovoltaica en Melilla
- La petición es una iniciativa de la Alianza por el Autoconsumo a la que Ecologistas en Acción se ha sumado
- La situación de “isla energética” de Melilla hace prioritaria la promoción de energías alternativas si queremos ser sostenibles.
- El beneficio económico del CO2 no emitido a la atmósfera es mucho mayor para la Ciudad que todas las licencias no cobradas si se aceptan las modificaciones que se proponen.
- Las consecuencias sociales son positivas por la demanda de empleo para la instalación de los equipos.
Ahora que comprobamos la respuesta política ante la alarma sanitaria del coronavirus, Guelaya quiere recordar que existe otra emergencia declarada, la emergencia climática, que está a la espera de que se adopten medidas urgentes y prioritarias.
Recientemente se ha anunciado por parte del responsable de energías renovables de nuestra consejería de medio ambiente y sostenibilidad algunas medidas dotadas de presupuesto encaminadas a la promoción de las energías renovables en la ciudad, uno de los compromisos firmados en la asamblea en la declaración de emergencia climática.
Dotar de presupuesto a la promoción de las energía renovables es una medida esencial e imprescindible, pero no agota todas las medidas de las que la administración autonómica y local dispone para ese fin.
Por eso Guelaya se ha sumado a través de su organización confederal, Ecologistas en Acción, a las peticiones que desde la Alianza por el Autoconsumo se han enviado en todo el territorio español, recayendo la responsabilidad de adoptarlas en Melilla a la Consejería de Infraestructuras, Urbanismo y Deportes, a la que Guelaya ya se ha dirigido.
Guelaya solicita la modificación de la normativa de urbanismo para simplificar la instalación de energías renovables en el ámbito urbano para facilitar la implantación de sistemas de autoconsumo en los edificios y en los espacios públicos y privados.
También consideramos importante que las instalaciones de autoconsumo fotovoltaico sobre cubierta se tramiten mediante comunicación previa, incluyendo toda la documentación necesaria para garantizar la seguridad de los edificios y de los trabajadores, y no se requiera licencia de obra, medida que contribuirá de forma muy eficiente a simplificar la tramitación administrativa.
Entendemos que con estos cambios se pueda argumentar que dejarían de obtener el ingreso por la licencia de obras, pero seguro que el interés general, como lo es avanzar en dotarnos de un sistema energético más sostenible y eficiente (objetivo al que el autoconsumo contribuye de manera crucial), se antepondrá a otros intereses menores. No obstante, el beneficio económico del CO2 no emitido a la atmósfera es mucho mayor globalmente para la Ciudad que todas las licencias no cobradas.
Las consecuencias sociales derivadas de adoptar estas medidas son positivas por la demanda de empleo para la instalación de los equipos.
Por todo ello, Guelaya espera recibir una respuesta positiva a nuestra peticiones, lo que supondrá un ejercicio de coordinación horizontal entre consejerías con competencias medioambientales de la que estamos tan necesitados en Melilla.
La declaración de emergencia climática firmada en la asamblea de Melilla contradice la Autorización Ambiental Integrada concedida a Endesa por la Ciudad Autónoma
- Para Ecologistas en Acción las consecuencias del cambio climático se resuelven con equidad y justicia social o no se resuelven. Los trabajadores de Endesa sí cuentan.
- Los problemas de los trabajadores de Endesa en Melilla no son por culpa de los ecologistas sino por la descapitalización de la empresa española a manos de la multinacional italiana Enel, que la está “saqueando” en toda España.
La convocatoria de concentración de Rebelión por el Clima para el viernes 22 a las 18:00 horas en la puerta de la central térmica ha provocado en redes sociales algunas críticas hacia la situación de un hipotético cierre de Endesa en Melilla.
Sin embargo, la reciente declaración de emergencia climática aprobada en la asamblea de la ciudad de Melilla entra en conflicto con cualquier posibilidad de cierre de Endesa ya que lo que se ha firmado por unanimidad de todos los grupos políticos ha sido esto:
La Autorización Ambiental Integrada (AAI) que la Consejería le aprobó a Endesa puede ser modificada por parte de la ciudad cuando lo estime conveniente, porque si no lo hace así estaría demostrando que la declaración aprobada por unanimidad es papel mojado.
La situación de Endesa como empresa dependiente de la multinacional itialiana Enel es el producto del saqueo de la antigua empresa española, que se comenzó a privatizar con Felipe González (un 25%) y terminó su proceso de privatización con Aznar (70%).
Va a ser muy difícil que Endesa invierta en su reconversión tecnológica para disminuir las emisiones de efecto invernadero, mejorar la calidad del aire que respiramos y en definitiva ser sostenible en Melilla si no se la obliga mediante la Autorización Ambiental Integrada (AAI), que es responsabilidad de la Ciudad Autónoma.
Por ello, Guelaya Ecologistas en Acción apoya e invita a l@s trabajador@s de Endesa a acudir a la concentración convocada por Rebelión por el Clima Melilla por los siguientes motivos:
1.- Porque son los primeros en respirar la contaminación que producen.
2.- Porque la multinacional de origen italiano Enel está utilizando a Endesa para hacerle el trabajo sucio. Todos los activos de Endesa en Latinoamérica y en energía renovables han sido transferidos a Enel. A Endesa le quedan en España las centrales de fuel-oil del marco extrapeninsular como la de Melilla y las centrales de carbón (As Pontes está pendiente de cerrar aunque trabajaba con carbón colombiano, ni siquiera asturiano). Los italianos han dejado en Endesa lo insostenible.
3.- Porque Endesa se está endeudando para poder transferir a Enel sus ganancias. Tras reducir su actividad a España, se transfirieron a Enel 519 millones de euros que engordan el pasivo de Endesa. La deuda financiera neta se disparó por ello el 21%, hasta los 6.047 millones de euros. Esos millones son los que hacen falta para la reconversión tecnológica de Endesa en Melilla.
4.- Según noticias de prensa, Endesa ganó 1.463 millones de euros en 2018, de los que el 70%, más de 1.000 millones, irán a parar a Enel. A pesar de ello, su ex-presidente, Borja Prado, defendió que son tiempos difíciles y que, por tanto, hay que recortar derechos a los trabajadores y reducir sus sueldos.
5.- Cerca de 400 trabajadores, ex-empleados de Endesa y delegados sindicales se han manifestado hoy ante la sede de Endesa en Madrid, donde la compañía celebraba su junta de accionistas, para protestar por los recortes de derechos laborales que dicen pretende introducir la empresa en la negociación y denunciar el que consideran «vaciamiento» de Endesa por parte de Enel, el grupo italiano propietario de un 70% de Endesa.
6.- Todos los impuestos que Endesa tiene que pagar lo hace en Italia. Ni un euro de la producción de electricidad que pagamos en Melilla contribuyen a la Hacienda española.
Por ello, como personas de Melilla, acudamos a la concentración convocada por Rebelión por el Clima.
Rebelión por el Clima manifiesta su satisfacción por la firma de la Declaración de Emergencia Climática en la Asamblea de Melilla
- La unanimidad alcanzada en la votación dará continuidad a las medidas que se tomen en materia de cambio climático en los próximos 10 años.
- Rebelión por el Clima Melilla se mantendrá vigilante y realizará el seguimiento de las medidas urgentes que se desprenden de la firma de esta declaración y que se verán reflejadas en los presupuestos 2020.
El Pleno celebrado este martes 29 de noviembre para la votación de la Declaración de Emergencia Climática en la asamblea de la Ciudad Autónoma de Melilla se saldó con la aprobación de la declaración por unanimidad de todos los grupos políticos.
Esto supone una satisfacción para 2020 Rebelión por el Clima Melilla al considerar que es un primer paso hacia la resolución del enorme problema de la crisis climática que pone en peligro el futuro de generaciones de jóvenes que ya están entre nosotros.
Tras el primer paso dado con la firma de la declaración, vendrán las medidas de urgencia y por ello estaremos vigilantes sobre las consecuencias que la declaración debe tener en los presupuestos de la Ciudad para el año 2020, donde se recojan las medidas y la dotación presupuestaria.
Quedamos a la espera de que se pongan en marcha los mecanismos de participación y seguimiento con los que el pleno se ha comprometido, y se fijen los objetivos evaluables y cuantitativos para el próximo año.
Afrontar la crisis ecológica implica, además de la firma de la declaración:
1. Verdad.
Que se diga la verdad a la ciudadanía respecto a la crítica situación climática y ecológica que vive el planeta y la responsabilidad del crecimiento económico en la degradación ecológica actual.
2. Actuación inmediata.
Reducciones drásticas de emisiones en el menor tiempo posible, en línea con lo planteado por la comunidad científica. A este respecto, se escrutarán las modificaciones del Plan Nacional de Energía y Clima y otras normativas hasta que se tengan en cuenta las alegaciones de los movimientos y organizaciones ecologistas por encima de los intereses de las empresas.
3. Democracia real.
Puesta en marcha de instrumentos ciudadanos participativos de supervisión y garantía del cumplimiento de las medidas. Entre otras, el establecimiento de instrumentos participativos, como por ejemplo las asambleas ciudadanas asesoradas en cada campo por personas expertas, objetivas e independientes (no vinculadas ni laboral ni económicamente a empresas responsables de contaminación atmosférica y/o ecológica).
4. Justicia climática.
Que la justicia climática se ponga en el centro de toda acción, para evitar que los que menos han contribuido al problema y los sectores más vulnerables sean los que más sufran los efectos.
En este enlace se puede descargar el documento con la Declaración de Emergencia Climática aprobada por la Asamblea de la Ciudad Autónoma de Melilla:
Declaración de Emergencia Climática. Melilla