Pacto por la Movilidad
El consumo de combustible desde 2010 ha aumentado en Melilla un 450% y con ello las emisiones del transporte
• No se están tomando medidas en una situación de emergencia climática ni se están evaluando las que se adoptan que son positivas pero claramente insuficientes.
• Desde que se aprobó el Plan de movilidad sostenible en 2013 el consumo de combustible ha aumentado a pesar de que la población se ha estabilizado en los últimos cinco años.
• No se ha conseguido desvincular el aumento de emisiones de la actividad económica.
La semana europea de la movilidad tiene dos caras. Para la Administración es un momento de mostrar los avances del año y hacer las promesas para el año siguiente y para las entidades sociales que promovemos la movilidad sostenible es momento de reinvindicar medidas y de poner los problemas encima de la mesa.
No se ha conseguido disminuir las emisiones desde que existe el PMUS con una población estabilizada en algo más de 84.000 censados. No se ha conseguido pacificar el tráfico rodado y que nuestras calles sean más seguras para los más vulnerables, peatones y ciclistas. No se ha conseguido incrementar el número de usuarios de la COA.
No se ha conseguido poner en valor lo publicado en el BOME del martes 12 de marzo de 2019, fruto de un largo camino de reinvindaciones y consensos donde solo en 10 calles de la ciudad está peritido superar los 30 Km/h.
El pacto por la movilidad de Melilla incluía entre sus objetivos el de “Fomentar el uso racional del coche, aplicando medidas que faciliten el cambio a otros modos de transporte más sostenibles y que promuevan la inter-movilidad.”
No se ha querido evaluar los resultados de las iniciativas que se han vendido politicamente como PMUS por parte de ningún Gobierno de la ciudad desde 2013.
El análisis de los datos sobre evolución del consumo de combustible en Melilla que nos ha proporcionado la Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad no deja lugar a dudas sobre la gravedad de la falta de eficacia de las medidas desde el punto de vista de la disminución de las emisiones que según el acuerdo de Paris debe hacerse entre un 7% y un 10% anual según criterios científicos.
Tras los descensos de consumo de combustibles y de emisiones en abril 2020 motivados por el confinamiento del COVID-19 del 67%, en junio con varias fases de desescalada terminadas y la actividad económica casi restablecida la disminución de consumo de combustibles se limitó al 29% que es lo que atribuimos al cierre con la frontera con Marruecos.
Si el Gobierno actual y los que vendrán no se toman en serio durante la próxima década que el crecimiento económico no puede suponer crecimiento de emisiones las entidades sociales tendremos que seguir el camino de denunciar ante los tribunales la inacción política ante las emergencias que afectan primero a las personas.
Solo un estudio sobre modalidades de movilidad podrá permitir evaluar lo que está realmente pasando con las medidas que desarorllan el PMUS porque en el medio plazo, no parece que solucione ni la emergencia climática, ni la violencia vial.
Los ecologistas podemos pensar que la emergencia sanitaria es prioritaria pero si los sacrificios presupuestarios para el control del COVID-19 tienen los mismos o peores resultados que la inacción del gobierno local ante la emergencia climática no queda otro remedio que recordar que la declaración de emergencia climática en la asamblea de Melilla la firmaron todos los grupos políticos y por tanto RECLAMAMOS a todas las formaciones políticas que dejen el fuego cruzado que mantienen públicamente para otro momento y resuelvan los problemas de la población.
Melilla debe dar el salto del uso deportivo de la bicicleta al uso como medio de transporte
- Las medidas para ganar espacio público al peatón y al ciclista han demostrado que la ciudadanía quiere movilidad sostenible. Las medidas deben ser permanentes después del COVID 19.
- Existe consenso social, institucional y político suficientes y los instrumentos necesarios de Ciudad 30 para dar el salto hacia el objetivo de disminuir al menos un 10% el uso del coche privado en favor del transporte público, la peatonalización y las ciclovías.
- Solo hace falta que la policía local haga cumplir la pacificación del tráfico para que las personas y ciclistas perciban la vía pública como algo más seguro de como lo perciben ahora.
Para Guelaya el Día Mundial de la Bicicleta es una ocasión para reivindicar movilidad sostenible, una movilidad que se ha visto afectada en nuestra vida cotidiana por el COVID 19 y que ha venido a demostrar que la ciudad está preparada para dar el gran salto hacia los objetivos del Pacto por la movilidad que tantos años de lucha ha provocado por parte de tanta gente e instituciones.
Tenemos las herramientas que se han ido sacando adelante por consenso, sobre todo el modelo de Ciudad 30 y el avance en la peatonalización del centro, pendiente eso sí de que sea una realidad igualmente en los barrios de la ciudad.
La disposición de la ciudadanía para aprovechar las oportunidades que se le han dado al cortar de forma transitoria espacios usualmente ocupados por coches privados ha sido magnífica, como nunca antes se había hecho; miles de personas y cientos de bicicletas se han movido por aumentar la salud y la seguridad, además de por el medio ambiente y la contaminación que nos ahorramos con la movilidad sostenible.
Las medidas que se han tomado de forma provisional tienen que dejar de serlo para pasar a permanentes. No hay excusa para retroceder ahora en eso.
No es una cuestión de señales y placas de velocidad en una Ciudad 30 donde todas tienen la misma limitación, sino de todo lo contrario, de quitar las placas y señales luminosas de 40 que siguen puestas a pesar de que lleva años en el BOME publicadas las calles 30.
Va siendo hora de que las obras diseñen calles más seguras. Obras que salvan vidas porque reducirán las víctimas del tráfico. Tanto la DGT como el área de movilidad saben cuales son las medidas que tienen que adoptarse, solo hace falta ejecutarlas.
Y para ello necesitamos que la policía local colabore en un objetivo de ciudad, y que los recursos de los que se les dota con dinero público no acaben arrumbados en un garaje como el multacar. Toda la ciudad sabe que las cajas de los radares están vacías, ¿a que se espera para comprar radares y poner multas por exceso de velocidad?
El tráfico ha disminuido obligado por el confinamiento, pero tiene el riesgo de repuntar por encima del porcentaje ya alto que tenía antes del COVID 19, sobre todo por la desconfianza hacia el transporte público, la gran cenicienta en Melilla de la movilidad sostenible. Por supuesto que hay que apoyar al transporte público, pero haciendo inversiones para hacerlo competitivo, porque con subvenciones a fondo perdido llevamos muchos años.
En el Día Mundial de la Bicicleta esperamos que este fin de semana la ciclovía que se ha anunciado hace semanas sea una realidad, y podamos disfrutar de la bicicleta no solo como actividad saludable sino como medio de transporte que respeta las normas de sanidad del COVID 19.
La desescalada necesita un plan de movilidad en Melilla basado en el PMUS
- Guelaya espera que el área de Movilidad concrete medidas de movilidad sostenible para evitar un repunte del abuso del coche privado en la ciudad.
- La sostenibilidad tiene tres patas, la ambiental, la social y la económica, y si la Ciudad quiere tener un plan de desescalada tendrá que tener en cuenta al medio ambiente
- La vicepresidenta del gobierno Teresa Rivera ha pedido a los municipios que adopten medidas para promover la bicicleta, y la Red de ciudades que caminan, de la que forma parte Melilla, ha propuesto medidas para promover los desplazamientos caminando.
No es posible concebir un plan de desescalada del confinamiento sin una visión ambiental del problema que se concrete además en un plan de movilidad sostenible. En Melilla este plan tiene que estar basado en el PMUS (Plan de Movilidad Urbana de Sostenible), que ya está aprobado y consensuado en el Pacto por la Movilidad. Es el momento de tomar decisiones para la semana que viene, no para el año que viene.
El repunte en el abuso del coche privado después del confinamiento ya es un dato en las encuestas que se están haciendo, como la del RACE, que prevé que una parte de los desplazamientos laborales que se realizaban en transporte público van a hacerse en coche privado, y los entornos contaminados se está demostrando que aumentan la letalidad del Covid19.
Ahora más que nunca hay que apoyar al transporte público, porque en el caso de Melilla a la desconfianza se le añade que el usuario de frontera no está para utilizarlo. Por ello Guelaya ve imprescindible que se adopten medidas para promover la movilidad sostenible
Se trata de propuestas de bajo coste o incluso coste 0, que se pueden hacer con vallas y pivotes, como mantener tramos de carreteras cerradas al tráfico que ya lo están, como el Dique Sur y el paseo de Horcas Coloradas.
Cortar el tráfico en la calle la Legión y continuarla sin tráfico con el acceso al paseo marítimo.
Cortar un carril de la Avenida y la calle Margallo en horario de tarde noche para crear un corredor peatonal para después de la ruptura del ayuno desde el rastro a la plaza España.
Y por supuesto desarrollar los corredores ciclistas y peatonales para acceder desde el centro a los barrios del norte y oeste, además de terminar el primer corredor, al que le falta solo cortar los Altos de la Vía mientras que dure la desescalada y se puedan hacer las obras previstas en el PMUS.
La Red de Ciudades que Caminan, a la que pertenece Melilla, orienta a todas las ciudades que forman parte de la Red con medidas tácticas de urgencia como éstas, ganar espacio peatonal para asegurar el distanciamiento social en paseos y desplazamientos laborales.
Guelaya apoya e insta al gobierno de la ciudad a instaurar las mismas medidas que se están promoviendo en el resto de España, tanto en grandes ciudades como pequeñas. Medidas como:
- Convertir el mayor número posible de calles en espacios sin tráfico a motor, limitando su uso al estrictamente necesario para el acceso a garajes, abastecimiento comercial, traslado de personas con movilidad reducida y seguridad pública, con la velocidad limitada a 10 km/h.
- Crear espacios compartidos con prioridad peatonal y máxima velocidad 20 km/h, recurriendo para ello al empleo de la señal S-28 (Zonas 20).
- En aquellas calles donde no sea posible aplicar las recomendaciones anteriores, aumentar sustancialmente la anchura de las aceras suprimiendo líneas de aparcamiento y/o carriles de circulación. Ha de tenerse en cuenta que para cumplir con la denominada “distancia social” de 1,5 metros en el cruce con otra persona necesitaremos aceras como mínimo de 3 metros.
El Ministerio de Transición Ecológica ya ha instado a la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para que fomenten la movilidad ciclista con medidas que en Melilla ya se han avanzado pero no se cumplen por falta de voluntad política como limitar la velocidad máxima a 30 km/h., o reservar el carril derecho para las bicicletas coincidiendo con las propuestas de la Red de Ciudades que Caminan .
Melilla no se puede quedar otra vez atrás negándose a hacer lo que es moneda común en toda España, tomar decisiones excepcionales en momentos excepcionales. No se puede dejar pasar esta ocasión.
Covid19 y medio ambiente en Melilla. 2.Promover las modalidades sostenibles de desplazamiento alivia la alerta sanitaria, ahorra dinero público y beneficia al medio ambiente
- Dejar el coche aparcado beneficia a toda la sociedad.
- Un menor uso del coche privado reduce el número de víctimas de tráfico pero no fue así el año pasado en Melilla.
- Menos coches quiere decir mejorar la salud colectiva, disminuir los gastos sanitarios y mejorar la calidad del aire. Es el momento de apostar por la modalidad sostenible y aplicar las medidas del PMUS
- La Ciudad debe apostar ahora por el plan de movilidad urbana y promover desplazamientos sostenibles desarrollando los corredores peatonales y para bicicleta y manteniendo a la COA y a los taxis como transporte público.
Los datos
Durante 2019 se registraron un total de un total de 371 accidentes de tráfico con víctimas, 21 más que en 2018, más del triple de afectados actualmente en la ciudad por coronovarinus. En 2018, sin embargo, el tráfico provocó tres fallecimientos, uno más que los actuales fallecidos por el coronovirus y esperamos que así se quede esa dramática estadística.
Sin embargo, el consumo de combustible en la ciudad viene disminuyendo en los últimos años, especialmente en el caso del gasoil, en parte por la disminución de actividad económica y comercial en la ciudad, que implica transporte interno de mercancías, y en parte por la tendencia del mercado a comprar menos coches diésel.
Sin embargo, esta disminución del consumo de combustible no ha venido acompañada de una disminución de víctimas del tráfico, que pueden significar incuso más fallecimientos anuales y más víctimas. El gasto sanitario que viene acompañado del tratamientos de las víctimas también es importante.
En el mes de marzo se ha detectado una disminución de combustible en gasolineras del 27%, aunque el dato del mes de abril servirá mejor para valorar la disminución del uso de coche privado en la ciudad. La disminución del consumo de combustible sí está mejorando la calidad del aire con una disminución de las emisiones contaminantes, especialmente en NO2. La disminución de contaminación atmosférica disminuye a su vez la letalidad del coronovarius.
Desgraciadamente la Ciudad no tiene información que ofrecer sobre porcentaje de disminución de tráfico en la ciudad.
Faltan datos. Guelaya los ha solicitado, porque el cálculo de la policía local que se utilizó para el diagnóstico del plan de movilidad urbana es de hace casi 2 décadas. Tenemos un plan de movilidad pero no se está evaluando y tampoco se está calculando el porcentaje de disminución de tráfico rodado como efecto del coronavirus.
Los datos sobre desplazamientos internos del Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana no permiten comparar los datos de Melilla con otras provincias desde el 15 de marzo ni distinguen desplazamientos en coche, en bicicleta o andando.
En Melilla se ha reducido entre un 49% y un 63% el tráfico. En la mayoría de ciudades se ha reducido entre un 50% y un 60%, como por ejemplo Badajoz, Teruel o Pontevedra. Provincias con poca población con menos desplazamientos que Melilla también las hay, como Ávila o Segovia. Ciudades grandes intermedias como Sevilla, Zaragoza Valencia presentan reducciones más frecuentes entre -60% y 70% sobre todo la primera quincena de marzo. En ciudades grandes como Madrid y Barcelona disminuyen más los desplazamientos, hasta -84 y -81 con la mayoría de los días con reducciones de 70% o más, sobre todo la primera quincena de marzo.
En general los datos muestran una relación entre el tamaño de la población y los desplazamientos. La conclusión principal es que la reducción de desplazamientos es mayor en las grandes ciudades, pero estos datos no diferencian desplazamientos en coche, COA, caminando o bicicleta.
El PMUS incluye las medidas que hay que promover para disminuir el uso del coche privado, algunas a coste 0, está aprobado ya y cuenta con un Pacto por la Movilidad que lo apoya. No se entendería que ahora en pleno confinamiento no se promuevan los corredores peatonales y ciclistas para aumentar los desplazamientos sostenibles.
No terminar el itinerario ciclista ya comenzado por los “Altos de la Vía” o no preparar el PGOU para promover los itinerarios que van a las barriadas del norte y oeste de la ciudad sería imperdonable.
También por estos motivos Guelaya Ecologistas en Acción hace un llamamiento a las personas de Melilla para promover la movilidad sostenible en tiempos de coronavirus y a sumarse a la acción global del viernes 24 a la 22 h que se desarrollará en todo el mundo para protestar por la inacción política ante los problemas que nos afectan a todas las personas.
Manifiesto por la Movilidad Sostenible leído en la Pedalada del 9 de febrero de 2020
¡¡¡ES TIEMPO DE ACTUAR !!!
POR UNA MOVILIDAD SOSTENIBLE PARA MELILLA
2020Rebelión por el Clima y las entidades que forman parte de la Alianza por el clima en Melilla exigimos que la declaración de emergencia climática firmada en la Asamblea de la ciudad no quede en saco roto y podamos comenzar con el desarrollo de las medidas lo antes posible.
La emisiones provocadas por la movilidad (transporte) son superiores en España a las emisiones de producción de energía en el inventario nacional, y por eso
- No hay movilidad sostenible si aumenta el uso del coche privado en Melilla y con él las emisiones de gases contaminantes
- Sustituir el coche de combustión por el coche eléctrico no es la solución definitiva en Melilla mientras se enchufe a un motor diésel, el de ENDESA.
- Usar menos el coche es la única solución.
MENOS COCHE, MENOS HUMOS
MENOS COCHES, MÁS SEGUROS
Desde que se calcularon los usos de las diversas formas de movilidad en Melilla en el estudio diagnóstico del Plan de Movilidad Urbana Sostenible hasta hoy, la administración no ha evaluado el objetivo del PMUS, que es aumentar las modalidades sostenibles y disminuir el uso y abuso del coche privado.
En el año 2012, los melillenses nos movíamos en coche privado un 10% por encima de la media española. Más del 50% de los desplazamientos en la ciudad se hacían en coche privado. El objetivo del PMUS era, y sigue siendo, crear las condiciones para que las personas abandonen el uso y abuso del coche y se pasen voluntariamente a las modalidades sostenibles de movilidad (caminar, ir en bicicleta y en transporte público).
Promover las modalidades sostenibles en 2020 ha dejado de ser solo un ejercicio de hábito saludable, o un objetivo del PMUS orientado a la seguridad vial, y ambas cosas son importantes. Se ha convertido, además en una emergencia climática.
Pero las reuniones del Foro por la Movilidad, como consecuencia del Pacto social y político por la Movilidad, se están retrasando. Necesitamos una Administración ambiciosa y dispuesta a asumir las urgencias que la crisis climática y ecosocial provocan.
El sector que más contamina en España según el inventario de emisiones del Estado, es el transporte, 27% del total de las emisiones, con aumento de las emisiones un +1,4% respecto al año 2017, debido principalmente al incremento de las emisiones del transporte por carretera (25% del total de las emisiones con un incremento interanual de +1,1%) y a un aumento en el consumo de combustibles en la navegación aérea (0,9% del total de las emisiones con un incremento interanual del +8,0%). *
Si la declaración de emergencia climática incluye el compromiso de establecer objetivos medibles y cuantificables, las modalidades de movilidad de Melilla tienen que igualarse al menos a las del resto del Estado y eso quiere decir que hay que conseguir a corto plazo que un 10% de melillenses dejen el coche en sus desplazamientos habituales y pasen a caminar, ir en bicicleta o en COA.
Las medidas y el presupuesto para conseguir este objetivo deben ser públicos, y si quieren compartirlos con la sociedad civil, la Ciudad tiene que crear las herramientas de participación a las que se comprometieron en la Declaración de emergencia para que podamos realizar el seguimiento de las medidas.
Reclamamos para 2020 los siguientes objetivos:
- Disminuir el uso del coche en un 10% de los actuales usuarios que pasen a caminar, ir en bici o en transporte público (objetivo medible y cuantificable de la Declaración de emergencia climática)
- Disminuir las estadísticas de siniestros de tráfico hasta llegar a los porcentajes medios de siniestros de chapa y pintura, de heridos leves y graves de España, manteniendo a 0 las víctimas mortales.
- Avanzar en la accesibilidad del espacio público y privado.
- Aumentar en un 10% la superficie peatonalizada hasta el momento en todos los barrios y en la avenida como calle principal de la ciudad.
- Crear espacios seguros y saludables en los entornos escolares.
- Promover el transporte laboral colectivo.
MENOS COCHE, MENOS HUMOS
MENOS COCHES, MÁS SEGUROS
Organizaciones que firman el manifiesto:
2020Rebelión por el Clima Melilla, MelillaConBici, Guelaya Ecologistas en Acción Melilla,Grupo local SEO/Birldlife, SATE/Stes, CCOO, CGT
* Inventario Nacional de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero:
Guelaya aclara al consejero Quevedo y a la opinión pública los motivos por los que quiere firmar un Pacto por la Movilidad en Melilla
Tras recibir su contestación al escrito de la Mesa en el que manifestamos la necesidad de poner en marcha el Pacto por la Movilidad, la Junta Directiva de Guelaya —a la espera de la respuesta que la Mesa de Movilidad emitirá esta semana— quiere aclarar y hacerle llegar unas precisiones que no se han tenido en cuenta por parte del consejero.
En el año 2014, usted no participó en el desarrollo del PMUS excepto en calidad de presidente del Club Marítimo. Guelaya sí estuvo presente, tal y como reflejan las hemerotecas, junto a Melilla ConBici. Tanto es así que, en fechas muy anteriores a 2013, ya veníamos emitiendo comunicados relativos al Plan de Movilidad de la ciudad de Melilla. En el siguiente link puede comprobar cómo en mayo de 2010, ambas entidades ya reclamamos una movilidad sostenible durante una bicifestación.
Lo que solicitábamos hace ya siete años era que la Administración creara una mesa por la participación en la que se impulsara la movilidad sostenible en Melilla. Entendemos que resultará razonable que, tras siete años demandando una Mesa abierta que no se ha creado hasta el momento, consideremos la posibilidad de unirnos a otras entidades para seguir demandando el Pacto por la Movilidad que su Gobierno firmó y recogió en el PMUS.
Porque, leyendo su respuesta, pareciera que traer a José Luis Cañavate a Melilla para promover la movilidad sostenible fue idea del Partido Popular. Le recordamos que las actividades de la Semana Europea por la Movilidad del año 2011 se realizaron bajo el auspicio del campus de Melilla de la Universidad de Granada, no de la Ciudad Autónoma, y bajo iniciativa de Melilla ConBici, CICODE y Guelaya Ecologistas en Acción. Puede comprobarlo en el siguiente enlace: https://canal.ugr.es/prensa-y-comunicacion/medios-digitales/infomelillacom/el-campus-de-melilla-acoge-el-martes-unas-jornadas-sobre-movilidad-y-espacios-sostenibles/
Cuando usted habla en su respuesta del desconocimiento sobre el texto del pacto del sr. Cabo y la sra. González, lo que usted apreció fue nuestra incredulidad, visto lo argumentado en el párrafo anterior.
En diversas ocasiones a través de redes sociales, usted ha solicitado que expliquemos por qué no quisimos adherirnos al Pacto en el año 2013, lo cual merece una respuesta que siente un precedente para futuras apariciones en medios de comunicación.
Las reuniones que se realizaron con nuestra presencia y la de otras entidades en la consejería de Seguridad Ciudadana en otoño de 2013 tuvieron como consecuencia la necesidad de consensuar el PMUS que, por aquel entonces, estaba en fase de redacción. Es decir, el texto del Pacto por la Movilidad que incluye el PMUS, así como el resto del contenido, era solamente un borrador y no un texto definitivo, por lo que debía de ser estudiado y consensuado antes de su aprobación final.
El señor Cañavate, como director del PMUS de la ciudad de Granada en el año 2013, expuso a información pública el PMUS durante 30 días. Veinticuatro entidades políticas, sociales y económicas realizaron alegaciones, pero en Melilla se plantearon cuatro sesiones de participación entre enero y mayo de 2014. En todas ellas, Guelaya Ecologistas en Acción participó aportando argumentos, como usted ya debe conocer.
Los motivos para no firmar el Pacto fueron los siguientes:
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- El rechazo a todas las alegaciones planteadas por la organización.
- La falta de coordinación entre consejerías que se manifestó en el desarrollo de las sesiones de participación, y la incongruencia de las distintas áreas de Gobierno, que seguían liderando iniciativas que chocaban de frente con lo planteado en el Plan de Movilidad que el Gobierno estaba por firmar (como la apertura de nuevos viales por parte de Fomento cuando el debate giraba en torno a la sostenibilidad y los problemas de tráfico derivados del exceso de carreteras).
Esta actitud del Gobierno representaba fielmente su postura ante un problema tan serio como la movilidad; algo que se ha podido comprobar desde la aprobación del PMUS en junio de 2014. Todas las iniciativas tomadas por la Administración han respondido a necesidades de un plan de obra, no de un problema de movilidad. Guelaya Ecologistas en Acción ha denunciado esta actitud en múltiples ocasiones.
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- Porque el PMUS no ha seguido un procedimiento de información pública con la suficiente transparencia para que cualquier interesado pudiera presentar alegaciones.
Transcurridos tres años desde la aprobación del PMUS, los motivos por los que ahora nos mostramos favorables a la firma del Pacto son:
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- Porque la figura del consejero de Coordinación y una unidad administrativa especializada que no existía en 2014, la Oficina de Movilidad, son positivas para la resolución de problemas denunciados por Guelaya en la tramitación del PMUS.
- Porque la aparición de nuevos partidos políticos y la voluntad de todos ellos de dar respuesta a un problema estructural de movilidad facilitan el entendimiento.
- Porque la muerte de un ciclista este año marcó un punto de inflexión en el grave problema de sostenibilidad y seguridad vial en Melilla.
- Porque tras tres años inactivo, las redes sociales del PMUS en Melilla se reactivaron, así como las reuniones para retomar la coordinación entre consejerías (4 de abril, un mes después del fatal accidente).
- Porque la idea de que exista un foro abierto a discusión y consenso está incluida en el texto base del Pacto que el Consejo de Gobierno aprobó, y porque su partido incluyó la firma del Pacto como un objetivo electoral, y dado que entendemos que no se aceptarán todas nuestras razones, lo lógico es que un partido serio cumpla con su propio programa electoral y sus miembros apoyen el cumplimiento de lo firmado aunque sea labor de otras consejerías.