zonas de bajas emisiones ZBE

Nuevas alegaciones al PGOU de Guelaya

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. El Plan de Movilidad Urbana sostenible debe ser un Plan Especial de obligado cumplimiento en el PGOU.

· El PMUS propone un cambio de modelo de movilidad que choca frontalmente con el modelo de ciudad que defiende el PGOU de máxima edificabilidad.

La declaración de intenciones del nuevo PGOU no puede ser más rancia, mantener el mismo modelo de ciudad que en 1995 tras 27 años como si no hubiera pasado nada en los criterios urbanísticos, climáticos, o de movilidad.

El caso del PMUS es muy claro en este sentido, se incluye en el nuevo PGOU como un elemento más, sin integrar ni relacionar con otras normas urbanísticas.

Los objetivos del PMUS invitan a pensar más bien en un cambio del modelo de movilidad, de acuerdo por otro lado a las tendencias contemporáneas y las directrices actuales sobre planificación urbanística. Por ello creemos que se producirán conflictos entre modelos de ciudad, que tendrán como consecuencia que el PMUS se vea obstaculizado en su desarrollo por las normas urbanísticas obsoletas anteriores.

Los conflictos ya se están produciendo con el PGOU en vigor. Tras la aprobación del PMUS, el carril bici diseñado para la plaza Torres Quevedo había desaparecido en la propuesta que la Consejería presentaba al Foro por la movilidad en mayo pasado. Y más recientemente en el anuncio de los accesos al hospital universitario realizado por la Consejería de Infraestructuras, Urbanismo y Deportes el carril bici bidireccional de la calle Donantes de Sangre había desaparecido también, aunque en el área de movilidad existe un anteproyecto.

Un Plan como el de movilidad sostenible que propone desde hace 8 años un cambio de modelo de movilidad que está siendo puenteado en todas las actuaciones de obras va a seguir siendo papel mojado si se mantiene como un elemento más en el PGOU.

Las normas urbanísticas deben respetar los criterios y proyectos planificados en el PMUS, y deben orientarse hacia un cambio del modelo de movilidad. Por eso Guelaya alega que solo si se considera el PMUS un Plan Especial que el PGOU deberá cumplir obligatoriamente estaremos actualizando la movilidad de la ciudad al siglo XXI y a la situación de emergencia climática.

Y en un segundo orden de cosas, “saltarse” por primera vez la pista de carros para crear en el extremo sur de la ciudad una zona deportiva no solamente parece peligroso para mantener el terreno urbano limitado por la pista de carros sino que se plantea totalmente innecesario dado que existen alternativas integradas en la trama urbana más centradas en la ciudad.

Desde Guelaya proponemos que las instalaciones deportivas deben ubicarse en lugares donde vive la gente, no cada vez más lejos, afuera de los polígonos industriales, obligando a los usuarios a utilizar el coche para recorrer la ciudad de lado a lado para hacer deporte.

La ubicación de unas nuevas instalaciones deportivas en el extremo sur de la ciudad producirá una mayor huella de carbono por los desplazamientos motorizados más largos que si se ubica en el interior de la trama urbana.

Por eso Guelaya alega que las nuevas instalaciones deportivas se ubiquen en los cuarteles que a su vez albergarán la futura ciudad universitaria ya que al incluir una Facultad de Ciencias de la Educación y el Deporte precisará de nuevas instalaciones deportivas

Charla-coloquio sobre Zona de Bajas Emisiones a cargo de Carmen Duce, Coordinadora del Área de Transportes de Ecologistas en Acción y de la campaña europea Clean Cities*

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Jueves 3 de marzo    Lugar Aula 10 de la UNED       Hora 19 h

Modera: Jose Emilio Pérez Sevilla

Organiza: Guelaya Ecologistas en Acción Melilla

Durante la charla se presentará la guía “Zonas de Bajas Emisiones”

La confederación Ecologistas en Acción ha publicado “Zonas de Bajas Emisiones, herramienta contra la contaminación y el calentamiento del planeta”, un documento elaborado de forma colectiva en el marco de la campaña Clean Cities.

Se trata de una guía para orientar y facilitar la acción de los equipos municipales, fundamentalmente de pequeñas y medianas ciudades, y para conseguir que las ZBE que se pongan en marcha a lo largo de los próximos meses contribuyan de forma eficaz a la mejora de la calidad del aire que respiramos, y a la lucha contra el cambio climático. Los municipios españoles tienen con la implantación de estas ZBE una gran oportunidad para transformar sus calles y aumentar el espacio para las personas, las oportunidades para la movilidad activa y el transporte público.

Se distinguen los siguientes tres objetivos principales en la guía: difundir los beneficios de las Zonas de Bajas Emisiones, abrir el debate sobre su efectividad y alcance y establecer criterios y recomendaciones.

El informe sí muestra cómo cuando los esfuerzos están dirigidos a reducir el número de vehículos, potenciar la movilidad activa (ir en bici y caminando) y el transporte público, las ZBE funcionan, aunque requieren de mucha ambición política. Por otro lado, se especifica la necesidad de imponer restricciones a vehículos de baja eficiencia energética como los SUV. El incremento en número de este tipo de vehículos en nuestras carreteras, mucho más pesados e ineficientes que una berlina, está haciendo que aumenten las emisiones medias de CO2 de la flota tanto española como europea, algo inadmisible en un escenario de emergencia climática.

Por último, el documento da algunas claves para lograr que las ZBE sean también herramientas para lograr ciudades feministas. Con la premisa de que los desplazamientos se deben realizar mayoritariamente sin el uso del vehículo privado, advierte que los medios alternativos de transporte deben estar diseñados pensando en los desplazamientos familiares y relacionados con las tareas de cuidados, que siguen recayendo principalmente en mujeres.

* “Esta actividad recibe financiación del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico”

Charla coloquio sobre la creación de Zonas de Bajas Emisiones a cargo de la coordinadora del área de transportes de Ecologistas en Acción y de la campaña “CleanCities” en España

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  • Se celebrará en el aula 10 de la UNED a las 7 de la tarde del jueves 3 de marzo con entrada libre y gratuita hasta llenar aforo.
  • Se presentará la guía de Zonas de Bajas Emisiones editada por Ecologistas en acción
  • Guelaya valora que se hayan adquirido los equipos de medición de calidad del aire en Melilla pero lamenta que seamos el único territorio que aún no los tiene funcionando e informando a la ciudadanía del aire que respira

La Ley de Cambio Climático, aprobada en mayo de 2021, obliga a todas las ciudades de más de 50.000 habitantes a poner en marcha Zonas de Bajas Emisiones que reduzcan de manera efectiva tanto la contaminación del aire como las emisiones de gases de efecto invernadero.

Ecologistas en Acción presenta esta guía, elaborada de forma colectiva, para orientar y facilitar la acción de los grupos de activistas locales, y los equipos municipales, y conseguir que las ZBE que se pongan en marcha a lo largo de los próximos meses contribuyan de forma eficaz a la mejora de la calidad del aire que respiramos, y a la lucha contra el cambio climático.

La guía está orientada fundamentalmente a ciudades medianas y pequeñas, municipios que en los próximos meses tienen una gran oportunidad para transformar sus calles y aumentar el espacio para las personas, las oportunidades para la movilidad activa y el transporte público.

La Ciudad de Melilla mantiene en esta obligación en defensa del derecho de la ciudadanía a un medio ambiente saludable un retraso evidente porque se acaba de licitar la asesoría técnica para la elaboración del diseño de la Zona de Bajas Emisiones de Melilla, que debe funcionar a final de año pero que de entrada no cuenta con datos sobre la calidad del aire en Melilla que permitan establecer objetivos concretos.

El proyecto sobre calidad del aire en entornos escolares que se desarrolla en la ciudad organizado por Guelaya Ecologistas en Acción intenta modestamente cubrir la laguna de información que la Administración no ha sido capaz de proporcionar para la creación este año de la ZBE de Melilla.

La aspiración de Ecologistas en acción y por ello de Guelaya es que los niveles de contaminantes atmosféricos sean tratados por la Administración de acuerdo al conocimiento científico consensuado sobre los niveles máximos “respirables” por la población para evitar afecciones a la salud.

Por eso, reclamamos que las medidas políticas en defensa del derecho de la ciudadanía respondan de los niveles máximos de contaminantes establecidos por la Organización Mundial de la Salud, y no por los niveles legales de la legislación española que tardo o temprano se modificarán para evitar daños a la salud pública derivados del actual uso del coche privado como medio de transporte en el caso de los contaminantes principales.

El planteamiento de Ecologistas en Acción va más allá de cambiar los motores de combustión por otros eléctricos. Ecologistas en Acción considera necesario reducir de forma drástica el número de coches que circulan y aparcan en las ciudades. El espacio público está ocupado por vehículos que están parados durante el 95% del tiempo, en ciudades en las que el espacio para las personas es un bien escaso. La apuesta que hacemos es un reparto más equilibrado el espacio público que priorice la movilidad activa (andando o en bicicleta), y el transporte público.

La guía detalla algunas claves para entender el proceso de implantación de las ZBE, y facilita herramientas a los grupos de activistas locales para interpretar los proyectos que presenten los ayuntamientos y poder realizar aportaciones que ayuden a mejorar las ZBE, consiguiendo así ciudades en las que se pueda respirar aire de calidad, pasear y pedalear sin riesgos. Guelaya espera que el diseño de las Zonas de Bajas Emisiones de Melilla no solo se realice por el asesoramiento técnico de una empresa que por otro lado poco o nada conoce de la ciudad y de cómo funcionamos socialmente y se plamnifique un periodo de consultas que permitan vías de participación para que la sociedad civil que se considere implicada en mejorar la calidad del aire que respiramos podamos hacernos co-partícipes de lo que se apruebe, comenzando por la aprobación de un reglamento sobre derechos y deberes en las Zonas de Bajas Emisiones, algo obligatorio según el manual de la DGT para las ZBE

Guelaya quiere consensuar con la Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad los Fondos de Reactivación y Resiliencia sobre movilidad sostenible y seguridad vial.

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  • El MITMA ha lanzado una convocatoria para solicitar fondos europeos que termina el 12 de marzo.
  • Ninguna de las herramientas de participación  existentes en Melilla se reunirá antes del 12 de marzo.
  • Guelaya apostará por el consenso entre entidades sociales como valor añadido a la propuesta de la Consejería.

El MITMA lanzó una convocatoria a los ayuntamientos españoles, todos ellos competentes en materia de movilidad sostenible, para gastar los millones de euros destinados a ese ámbito en el denominado “Componente 1 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia” que termina el próximo 12 de marzo. Recordamos que se trata de una bolsa de 148.000 millones de euros para España.

Esta inversión europea que el Gobierno central pone a disposición de los ayuntamientos españoles constituye una oportunidad que jamás la ciudad de Melilla ha tenido a su disposición para financiar y promover la movilidad sostenible.

Los objetivos del Plan coinciden con las demandas ecologistas en materia de movilidad sostenible, y permiten financiar tres ámbitos distintos:

  • Acelerar la implantación de zonas de bajas emisiones en los municipios de más de 50.000 habitantes o capitales de provincia.
  • Fomentar la transformación del transporte hacia una actividad de cero emisiones y reducir la utilización del vehículo privado en entornos urbanos y metropolitanos, priorizando el transporte público colectivo y la movilidad activa, contribuyendo así a los objetivos de cambio modal.
  • Impulsar la digitalización de la actividad de los servicios públicos de transporte de competencia municipal.

Ninguna de las herramientas de participación social existentes en la ciudad permitirán el consenso en las peticiones que la Consejería envíe al MITMA, debido a que el GT sobre  seguridad vial concluyó su reunión sin fecha fijada para la próxima convocatoria, negando en todo caso que sea mensual, por lo que no se espera convocatoria en marzo.

El Foro de la Movilidad, a su vez, ha retrasado su convocatoria al 17 de marzo, negando por segunda vez la petición de Guelaya de añadir un punto del orden del día sobre la seguridad, después de la escalada de siniestros y atropellos de las últimas semanas.

Guelaya se ha puesto en comunicación con el área de movilidad de la Consejería este lunes para enviar una propuesta de actuaciones, ya que se nos ha dado este fin de semana como margen para aportar “ideas” (*)  Puesto que el PMUS se considera un Plan “consensuado” consideramos que cualquier petición al MITMA debería basarse en ese Plan.

Guelaya pretende que ante la imposibilidad de reunirse para esto utilizando las herramientas de participación creadas, de la misma manera que para justificar propuestas de gastos de los fondos europeos se consideraba un valor añadido la existencia de un “consenso” basado en el Pacto por la Movilidad que ahora no podrá ser argumentado ante el MITMA, sean las entidades sociales, sindicales, deportivas, y en definitiva, la sociedad civil, la que consensúe con la Consejería la propuesta de actuaciones a financiar con fondos europeos con objetivos en movilidad sostenible.

(*) La propuesta que Guelaya ha enviado a la Consejería y está dispuesta a consensuar con otras entidades sociales se justifica de la siguiente manera:

1.- Si la movilidad sostenible no es segura no es sostenible. Las tasas de accidentalidad de Melilla se encuentran entre las más altas de España, tanto en datos de la DGT como en datos de UNESPA (siniestros de chapa y pintura/habitante).

2.- En Melilla el 100% de los siniestros graves afecta a colectivos vulnerables, peatones, ciclistas y motoristas.

3.- La DGT provincial es consciente de esto y encargó el “ Estudio de accidentalidad en la Ciudad Autónoma de Melilla 2014 – 2018” que se redactó en octubre de 2019 presentando numerosas recomendaciones para disminuir los siniestros viales específicamente en la ciudad de Melilla, entre los que se encuentran al menos 8 tipos de actuaciones dirigidas a los colectivos vulnerables.

4.- Melilla alberga un parque móvil de  68.403 vehículos (2019)  para una población de 84.473, lo que significa 1 vehículo por cada 1.23 habitantes. Los límites del territorio y el tamaño invariable del viario no permiten dedicar más espacio al coche. La disminución del uso del coche para pasar a modalidades sostenibles es la única solución físicamente posible.

5.- El PMUS de Melilla fue aprobado en 2014 por el Consejo de Gobierno de la CAM y cuenta con un consenso político y social, puesto que el Pacto por la Movilidad Sostenible ha sido firmado por partidos políticos del Gobierno y de la oposición, al igual que entidades sociales, sindicales, deportivas y ecologistas.

Solo las iniciativas planificadas técnicamente en el PMUS pueden justificar una manifestación de interés de la CAM ante el MITMA si quieren contar con el consenso social.

Atasco de coches en la carretera del Paseo marítimo con el carril-bici vacío

Medio Ambiente anuncia el inicio de la creación de una Zona de Bajas Emisiones

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Esperamos que la declaración de intenciones sobre las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) del Gobierno de la Ciudad quiera decir que hemos doblado la curva de la torpeza política en defensa del aire que respira toda la población.

  • Guelaya Ecologistas en Acción apoya la decisión y espera que se considere la aprobación de la ZBE una emergencia climática y sanitaria al mismo tiempo.
  • La torpeza o miopía política de los Gobiernos anteriores han convertido en un problema lo que sencillamente era respeto a la legalidad vigente y a la salud de las personas de Melilla.
  • Es el aire que respiramos todas las personas, no es política, ni de izquierdas ni de derechas

Sin intentar restar importancia a la aplicación del plan MOVES II en Melilla, sobre todo por el apoyo que supone a los desplazamientos laborales, Guelaya quiere manifestarse sobre el anuncio en rueda de prensa realizado por el viceconsejero Vizcaíno sobre la creación de una Zona de Bajas Emisiones, que en ciudades de más de 50.000 habitantes no hay que aplaudirlas porque son de obligado cumplimiento antes de 2023, pero teniendo en cuenta el enorme retraso acumulado en materia de defensa de la ciudadanía ante la contaminación en esta ciudad, como declaración de intenciones hay que valorarla como enormemente positiva. Esperamos que se empiece a torcer la curva de la torpeza política en materia de políticas públicas en defensa del aire que respira toda la población.

Publicar en el BOME la zonificación de la calidad del aire en Melilla reconociendo la obligación de la Ciudad Autónoma sobre medir de forma permanente la calidad del aire y de informar a las personas del nivel de los contaminantes del aire día a día, hora a hora en una ciudad repleta de asmáticos y alérgicos, y declarar la intención de crear una zona de bajas emisiones en el centro de la ciudad es un paso adelante en beneficio de todas las personas.

La negativa de varios gobiernos anteriores y la tozudez del consejero anterior que incluso llegó a afirmar* que “Melilla nunca ha incumplido ningún parámetro de calidad del aire” nos obliga a tener que correr ahora para poder cumplir con la obligación que se tenía con la salud pública y el medio ambiente, y con la normativa europea, para no ser castigados con una multa.

Nos da vergüenza haber tenido un Gobierno que ha pagado a una empresa la friolera de 123.175,71 € por emitir un informe de “EVALUACIÓN DE LA CALIDAD DEL AIRE Y ZONIFICACIÓN DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE MELILLA” (EXP. 49/2018/CMA)” para que le diga a la Consejería exactamente lo que Ecologistas en Acción lleva demandando desde el año 2013 en sus informes estatales de calidad del aire, que hay obligación de establecer equipos de medición permanentes y que hay parámetros que superan los niveles legales para concluir que en Melilla hay tres zonas de calidad del aire, las zonas verdes del norte de la ciudad con su red Natura 2000, el puerto junto con ENDESA y el polígono industrial en el sur es la zona industrial y el resto es la zona urbana.

Esto tiene una única consecuencia, retrasar en años lo que era evidente que el Gobierno de la Ciudad tenía que afrontar. ¿No tiene la opinión pública la sensación de que gastar dinero más de 100.000 euros para concluir eso ha sido un dispendio público? Nosotros sí.

Con pocos datos pero suficientes para saber que en Melilla sí se sobrepasan parámetros, hay que intentar comunicar a una ciudad que está en una situación frágil por el COVID-19, por los ERTES y por el cierre de la frontera y por… de no saber nada sobre ZBE y a tener que plantearse deprisa y corriendo una Zona de Bajas Emisiones antes de que los melillenses se empiecen ni siquiera a familiarizar con sus inciales, ZBE, y de que alguien les informe de que la calidad del aire en Melilla sobrepasa niveles legales y que nos ha pillado el toro para cumplir lo que es un derecho en los países europeos: saber lo que respiras.
Guelaya hará lo que tenga que hacer para intentar acelerar la creación de una ZBE en Melilla, informaremos hasta donde sepamos y reclamaremos junto a toda la gente que quiera hacerlo que los presupuestos de 2021 visualicen en partidas presupuestarias concretas el esfuerzo que se va a hacer por defender, en primer lugar, el derecho a saber lo que respiramos en 2021, y en segundo lugar la creación de una ZBE en el mismo año, porque las fuentes de contaminación en Melilla se conocen perfectamente y no hay que hace contratos con ninguna empresa para saber donde hay que actuar.
Es el aire que respiramos, no es política