Plan Hidrológico de Melilla

Propuestas de lucha contra el cambio climático en Melilla

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Melilla no puede quedarse al margen de la lucha contra el cambio climático en España. Necesitamos medidas aplicar medidas sobre el consumo de agua, los residuos y la movilidad sostenible

  • Ahorrar agua no solo es prioritario para que llegue a todas las casas sino para ahorrar energía y mejorar la calidad.
  • Quemar residuos en la incineradora no es minimizar el cambio climático sino aumentarlo. Guelaya propone poner en marcha el Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) de envases.
  • La movilidad sostenible no quiere decir venir en coche al centro y usar los parking subterráneos sino caminar más, moverse en bicicleta o usar la COA.

El futuro es ya y no solo vamos a parar el cambio climático exigiendo que la producción de electricidad sea sostenible aumentando las energías renovables en Melilla y contaminando menos en la central de ENDESA, sino con otra medidas que tienen que ver con las políticas públicas de medio ambiente y que afectan entre otras cuestiones al agua, los residuos y la movilidad. 

Guelaya Ecologistas en Acción exigirá al futuro Gobierno local que tome medidas en Melilla para minimizar el cambio climático.

Seguir manteniendo la gestión del agua aumentando la oferta en lugar de disminuir la demanda es un desperdicio de energía. Ahorrar agua es lo mismo que ahorrar energía. La desaladora es la forma más costosa de producir agua potable. Los recursos naturales, los acuíferos de donde sacamos agua de los pozos, se han degradado por la falta de sosteninilidad de las políticas del pasado.

El objetivo de gastar la mitad del agua que consumimos,  la calidad y que llegue a todas las casas es un objetivo que no se puede discutir. Está fijado en los planes hidrológicos tras la directiva europea sobre agua.

Las medidas sobre agua deben ir encaminadas hacia el ahorro, tanto en las casas, como en las fugas y en el agua que gastan las distintas administraciones.

Quemar residuos en una incineradora no es minimizar el cambio climático sino aumentarlo. ECOEMBES no es solución, es la manera de que los grandes productores de envases eviten cumplir sus obligaciones derivadas de la Directiva de Residuos europea en España. 

Los planes de reducción en la producción de residuos son prioritarios, por encima del reciclaje. El Plan Integral de Residuos incluye obligatoriamente planes de reducción. Es la prioridad.

Hay que disminuir la producción de residuos prohibiendo las bolsas de plástico ya y los plásticos de usar y tirar.

Hay que poner en marcha un Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR), como en el resto de países europeos y como se hacía en Melilla hace 50 años si se quiere recuperar el retraso en los porcentajes de recogida de envases de plástico porque partimos del 0% reciclado este año.

El transporte basado en el coche particular es una forma insensata de gastar energía frente a la movilidad sostenible que facilita a las personas el transporte público, caminar y moverse en bicicleta de forma segura en la ciudad con mayor tasa de partes de seguro de España.

El Plan de Movilidad Sostenible (PMUS) ha desarrollado algunas medidas estratégicas que se han basado sobre todo en obras, pero no se ha avanzando en otros capítulos como el transporte público, las vías peatonales o la promoción del uso de la bicicleta como medio de transporte diario.

El modelo de Ciudad 30 deberá ejecutarse con todo lo que conlleva de campañas de sensibilización, de formación, y también de sanciones, pero no es un objetivo en sí mismo, es una herramienta para hacer seguro ir en bicicleta, y pacificar el tráfico para hacer más seguro cruzar por los pasos peatonales.

Planta incineradora y explanada de maduración de escorias

CONSUMO DE AGUA Y POBLACIÓN NO CENSADA EN MELILLA

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Guelaya exige solución al excesivo gasto de agua y que se clarifique el tamaño de población no censada de Melilla para poder planificar servicios públicos

 

Si en Melilla se consumieron 306 litros de agua por habitante y día en 2017, como dice Quevedo, y no 396 como dice Guelaya, entonces es que la población no censada de Melilla está en torno a 38.000 personas y no 10.000, como estimaba Guelaya

 

En 2018 la  población total de Melilla habría sido de más de 125.000 personas, frente a los 86.000  censados.

 

 

El consumo medio de agua en España está en torno a 136 por habitante y día.

 

 

Guelaya cuenta con  los datos oficiales del agua potable suministrada a la red de Melilla desde 2011 hasta 2017. Cuando en Guelaya hemos estimado un consumo de 400 litros por habitante y día hemos tenido en cuenta la cantidad de agua suministrada a la red, la población censada según el Instituto Nacional de Estadística y la población no censada, que hemos estimado en torno a 10.000 personas,  basándonos en los datos suministrados por el Plan Hidrológico 2015-2021aprobado, entre otros, por el gobierno de la ciudad. Si se consumen casi 100 litros menos, como dice el Consejero de Medio Ambiente, la única explicación posible es una población no censada mucho mayor que la estimada por Guelaya. El señor Quevedo debería explicar cómo obtiene sus cifras de consumo de agua, debería decir cuál estima él que es el número de personas que hay que contabilizar como habitantes que consumen agua.

 

Hace dos años Guelaya hizo un estudio para tratar de averiguar dónde se consumía en Melilla una cantidad de agua tan desorbitada. No hay explicación en las fugas, que están dentro de lo asumible, ni en el campo de golf, que no se riega con agua potable, ni en los enganches ilegales, que sin  duda habrá, pero que no pueden ser responsables de cifras tan descomunales de sobreconsumo. La única explicación posible estaba en una población real muy superior a la oficial, pero no teníamos ningún dato para poder afirmarlo; la confirmación nos llega ahora con los datos de consumo suministrados por el señor Quevedo; si estos datos son reales, solo se explican por una población de hecho muy superior a la oficial.

Alguien tendrá la tentación de explicar estos datos con los miles de personas que entran y salen de nuestra ciudad diariamente, pero los expertos en agua consultados por Guelaya nos aseguran que ese tipo de población consume poca agua. Por otro lado, aun con una población flotante de casi 40.000 habitantes los 300 litros por persona y día siguen siendo una barbaridad cuando se comparan con la media de España que está en 136 litros. Los melillenses no nos duchamos siete veces al día ni vivimos mayoritariamente en chalets con jardines que haya que regar. ¿Dónde se va el agua? ¿Podemos tener una población flotante todavía muy superior a los 38.000 no censados que se derivan de los datos suministrados por el señor Quevedo?

 

No corresponde a Guelaya valorar las posibles ventajas o inconvenientes de estos datos de población pero sí nos preguntamos por qué no se han tenido en cuenta en el Plan Hidrológico, herramienta imprescindible para calcular el agua que necesita la ciudad; el Plan Hidrológico de Melilla estableció el objetivo de disminuir el consumo de agua y no se ha cumplido tras 6 años de aplicación del mismo. Eso es un problema que hay que resolver y exigimos medidas para que se cumpla lo que se planifica.

Para 2021 el Plan Hidrológico prevé una población total real de 106.000 personas, a la que hay que abastecer de agua, pero los datos que se desprenden del consumo de agua indicado por el señor Quevedo implicarían una población total cercana a los 130.000 habitantes.

Es preciso saber cuántos habitantes reales tiene Melilla para poder establecer nuestros objetivos de reducción del consumo de agua.

Las campañas de ahorro de agua, si se han hecho, han pasado totalmente desapercibidas para los melillenses y no pueden considerarse como un elemento que haya contribuido a la reducción en el consumo que apuntó el señor Quevedo, es más, en 2015, 2016 y 2017 el consumo de agua en la ciudad  no ha dejado de aumentar. Es cierto que el consumo ha bajado con respecto a 2012, pero es que en 2012 se produjo un pico de sobreconsumo, no es un buen referente. No disponemos de los datos de 2018, pero sí sabemos, por declaraciones a prensa del señor Quevedo que ese año seguían metiéndose en la red 38.000 metros cúbicos diarios, lo mismo que en 2017, luego si  el consumo bajó, bienvenido sea, pero  es muy probable que sea debido a la bajada de presión a que se  sometió la red por las continuas averías de la desaladora. Los días con menos presión se ahorraba agua, el resto de días seguía gastándose de forma desmesurada.

Mientras tanto seguimos esperando unos objetivos cuantificables en la reducción del consumo de agua, unas medidas evaluables para alcanzarlo y una información sobre la población real de Melilla.

Desaladora

 

En el Día Mundial del Agua Melilla suspende en casi todos los indicadores.

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  • En época electoral no es tiempo de buscar culpables sino de proponer soluciones
  • Los problemas del agua deben resolverse contando con el Consejo del Agua de Melilla, con la presencia de todas las administraciones y los representantes de la sociedad civil.

Guelaya Ecologistas en Acción organizó el año pasado una serie de mesas redondas con partidos políticos y la administración pública con el objeto de hacer una valoración de la situación del agua. Coincidiendo con el Día Mundial del Agua, el 21 de marzo, hemos repasado las conclusiones de las actividades desarrolladas hace ya un año y nos encontramos con una valoración negativa en casi todos los indicadores.

A continuación valoramos y proponemos soluciones sobre aquellos aspectos que fueron debatidos en las jornadas sobre el agua organizadas en 2018 por Guelaya.

Problemas sobre el abastecimiento de agua potable

Se mantienen los problemas de abastecimiento en lugares concretos y por deficiencias de la desalinizadora.

Problemas sobre el consumo de agua en la ciudad

Seguimos sin cumplir el objetivo de  260 litros/hab/día, que a su vez es el doble de la media nacional. El consumo incluso se ha incrementado ligeramente y debe estar por encima de los 400 litros habitante y día.

La propuesta ecologista siempre se dirige a la disminución del consumo, no a elevar la demanda de agua.

El objetivo prioritario es gastar menos agua, no producir más agua.

Las campañas de ahorro de agua que la Ciudad ha puesto en marcha han demostrado ser ineficaces, pero no por ello deben de sejar de hacerse, sino que se deben hacer de otra manera, puerta a puerta, aprovechando el potencial de contar con suficientes educadores sociales capacitados para trabajar en campañas de ahorro de agua casa a casa.

La reutilización de las aguas residuales es positivo, pero la utilización del agua de riego de zonas verdes no se hacia de sondeos que se utilizaran para el consumo humano. El cmapo de golf no puede utilizar agua de pozo, tiene que regar exclusivamente mediante agua reutilizada.

Problemas sobre la calidad del agua

No se ha dado ningún paso hacia la mejora de la calidad del agua. La mejora de la calidad del agua se ha dejado que dependa del proyecto de ampliación de la desalinizadora.

La evaluación ambiental del proyecto de ampliación de la desalinizadora fue concluyente, no se podía ejecutar el proyecto técnico presentado y se debía reformular porque algunas de las soluciones técncias no eran viables ambientalmente.

Además, el período de ejecución debía duplicarse como medida de prudencia ante la ubicación de la desalinizadora en las proximidades de la Red Natura 2000 y de las consecuencias de la ampliación  en las especies protegidas.

Tras la Resolución de 9 de abril de 2018, de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental y Medio Natural, por la que se formula informe de impacto ambiental del proyecto Construcción, ampliación, terminación e integración de la desaladora de agua marina de Melilla, hace casi un año

¿qué Administración pública ha encargado la reformulación del proyecto de ampliación y quién ha financiado la contratación de la redacción de un nuevo proyecto técnico?.

Porque pensar que la legislación ambiental está para no cumplirla no demuestra respeto hacia los Estados democráticos de derecho.

Sobre la falta de cumplimiento de los objetivos  ambientales del Plan Hidrológico

Demandamos políticas públicas del agua basadas en la Directiva Marco del Agua y un proyecto de renaturalización del río de Oro  y nos respondieron con una fuente en la desembocadura del río que al parecer funciona los fines de semana como vertedero.

Hemos demandado una solución que en el tema de agua tiene un componente técnico importante, pero que las administraciones se tiren los trastos a la cabeza y no tomen decisiones, no es aceptable por parte de ningún representante de la sociedad civil.

Y demandamos que esas decisiones se tomen en Melilla en el Consejo del Agua, del que formamos parte. Sigue siendo una petición urgente de Guelaya, pero la respuesta ha sido convocarnos a una reunión de participación en Sevilla.

Por eso Seguiremos demandando la convocatoria de una reunión del Consejo del Agua en Melilla.

Ya tenemos una fuente en lugar de un río

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  • 800.000 € de cemento para sepultar uno de los escasos reductos de vida natural que quedaban en nuestra ciudad.
  • Homigonar el río no crea ni el 10% de los puestos de trabajo de un proyecto de renaturalización, que lleva esperando en el Plan Hidrológico seis años.

La barbarie se reformula conforme una opinión pública, cada vez más comprometida con la protección medioambiental va creciendo: hasta hace poco tiempo el plan para nuestro río era taparlo con un techo, convertirlo en una enorme alcantarilla, ahora les vale con inundarlo de cemento.

La tendencia en Europa y en España es la renaturalización de los ríos, quitar hormigón, aumentar la vegetación, cuidar los ecosistemas acuáticos. Quienes hayan visitado recientemente Madrid  habrán podido comprobar la explosión de vida que ha tenido lugar en el Manzanares, donde simplemente levantando las compuertas que embalsaban el agua, simplemente dejando correr libremente al río, han aparecido los cormoranes, las garzas, los patos, ya florecen los carrizos y crecen, de forma espontánea, numerosos álamos.

En 2018 el ayuntamiento de Granada solicitó a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir la renaturalización del río Darro, tan sepultado de cemento como nuestro río de Oro. Se podrían citar muchos ejemplos.

Pero nuestros políticos deciden que lo mejor es arrancar la escasa vegetación que había conseguido hacerse un hueco en el hormigón de nuestro río,  que permitía la reproducción de aves como el chorlitejo, la gallineta, la visita de garzas reales, de andarríos, de lavanderas. Teníamos vida y ahora tenemos cemento amarillo con una fuente de colorines. No se puede peor gestor ni más hortera.

La actuación sobre la desembocadura del río de Oro atenta contra la Directiva europea Marco de Agua que entre otras muchas cosas establece que «El agua no es un bien comercial como los demás, sino un patrimonio que hay que proteger, defender y tratar como tal«. El primer objetivo de esta Directiva europea es que «se prevenga todo deterioro adicional y proteja y mejore el estado de los ecosistemas acuáticos y, con respecto a sus necesidades de agua, de los ecosistemas terrestres y humedales directamente dependientes de los ecosistemas acuáticos».

En Guelaya nos preguntamos qué entenderá el gobierno de la ciudad por «prevenir todo deterioro adicional y proteger el estado de los ecosistemas acuáticos».

Somos conscientes de que es preciso una actuación no sólo sobre la desembocadura del río sino sobre todo su cauce y hace dos años hicimos una propuesta de  renaturalización que supone aumentar la seguridad en caso de riadas,  eliminar y vigilar los puntos de vertidos de basuras, eliminar plantas invasoras, mantener las autóctonas y recuperar  los laterales del río como zonas de paseo en todos los tramos posibles de la ciudad.

Los objetivos del plan de renaturalización que debe ejecutar el Ministerio de Medio Ambiente (actual MITECO) la Confederación Hidrográfica del Gualdaquivir y los que han inspirado la obra de la desembocadura no pueden ser más opuestos: En unos se trata de mantener las plantas como el carrizo o  las eneas, que sirven para disminuir la velocidad del agua en las riadas, mientras que en el otro se eliminan estas plantas y se pone un suelo liso que aumenta la velocidad del agua, y conlleva un aumento del peligro en las avenidas de agua.

Si alguien consideraba que antes el río estaba sucio, lleva razón, lo que había que hacer era poner en marcha un programa de limpieza sistemática, como el que ha presentado Guelaya en el Consejo del Agua,  y si se pensaba que el agua estancada favorecía la presencia de mosquitos también lleva razón, pero éstos eran devorados en buena parte por las aves que sobrevolaban el río. Una sola golondrina puede comer 850 mosquitos en un día; vamos a ver qué pasa con las golondrinas y aviones que antes eran habituales  en la desembocadura.

Pues en lugar de golondrinas tenemos una fuente, eso sí, de colores, y el agua sigue estancándose con las subidas de las mareas, eso sí, nos hemos gastado 800.000 € en cemento, alguien habrá ganado algo, y seguirá ganando cuando en la próxima lluvia fuerte, porque alguna vez lloverá, se inunde el estanque de cieno y barro, y las bombas se colapsen bajo la avalancha de basura, tierra y cañas.

Con el agua no se juega, ni en elecciones. Guelaya exige la reunión urgente del Consejo del Agua de Melilla.

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  • Todas las Administraciones implicadas tienen en el Consejo una mesa donde debatir soluciones sobre el abastecimiento de la ciudad..

 

  • No es responsable por parte de la Ciudad abrir un debate sobre la posibilidad de que falle el abastecimiento de agua de la ciudad en los medios de comunicación.

 

  • Los medios de comunicación no es el lugar adecuado para decir que los melillenses no tienen asegurado el abastecimiento de agua a partir del 7 de junio.

 

  • La política hidráulica se planifica, no se improvisa. El Plan Hidrológico de Melilla se aprobó para el ciclo 2016-2021 con el voto en contra de Guelaya y los votos a favor de todas las administraciones implicadas.

 

  • Guelaya califica de indecente el esperpento que la Ciudad está promoviendo cuando todas las Administaciones tienen la obligación de resolver el problema, no de convertirlo en un arma electoral.

 

  • Guelaya se ofrece a llevar la demandas de una nueva cultura del agua sostenible al Consejo del Agua en Melilla, que solo se puede fundamentar en el ahorro del agua y el control del territorio

 

No es un tema de narices como dice el consejero de coordinación y medio ambiente, es asegurar el abastecimiento de agua o evacuar. Así de sencillo. Con el agua no se puede jugar políticamente como esta haciendo la Ciudad Autónoma.

 

Por eso Guelaya califica de indecente el intento de aprovechar electoralmente un problema técnico por parte de una de las administraciones que es co-responsable del abastecimiento de agua de  Melilla junto con otras, y con los agentes sociales, como Guelaya, que somos miembros del Consejo del Agua, y que nos vemos obligados a pedir calma, sosiego y una mesa donde hablar los problemas, el Consejo del Agua de Melilla, del que formamos parte.

 

Es impensable que la ciudad se quede sin suministro de agua el 7 de junio. Solo sugerir ese escenario por parte de una de las administraciones públicas es de una bajeza incalificable. Si la ciudad tenía conocimiento de que no se bombeaba agua desde el río de Oro hasta el embalse de las Adelfas desde hace meses porque no estaban operativas las bombas, ¿que ha hecho para resolver el problema?

 

Lo que hay que hacer en Melilla en materia de agua se aprobó en el Plan Hidrológico de Melilla, para el ciclo de planificación 2016-2021, y se publicó  en el Real Decreto 1/2016, de 8 de enero. Si hay algo que no se ha respetado en estos seis años y la Ciudad lo sabe, o se denuncia o se calla para siempre como cómplice.

 

Guelaya nunca pensó que la ampliación del módulo de la desaladora fuera la solución, por eso votamos en contra de este Plan, porque no nos parecía que aseguraba el abastecimiento de agua de la ciudad de forma sostenible, y ahora, es precisamente el consejero de Coordinación y Medio Ambiente quien viene a darnos la razón, pero equivocándose de canal de comunicación.

 

Todas las Administraciones públicas implicadas estaban de acuerdo con el plan que se aprobó, ahora tienen que explicarnos a los agentes sociales que formamos parte del Consejo del Agua de Melilla donde se aprobó incialmente el Plan Hidrológico,  ¿por qué 6 años después no se ha ejecutado lo planificado, en todos los sentidos, ambiental, social y económicamente?

 

La directiva marco europea obliga a iniciar un nuevo ciclo de planificación 2021-2027. Guelaya, a sabiendas de las complejidades técnicas de las políticas hidráulicas seguirá haciendo alegaciones en defensa de una nueva cultura del agua sostenible, un objetivo que no consideramos que se haya conseguido en Melilla.

 

La cuestión es como participar en un ciclo de planificación hidraúlica para los próximos seis años si los objetivos de lo planificado para los seis años anteriores no se han cumplido. Guelaya se ofrece en ese sentido a trasladar las demandas de los melillenses a favor de una cultura del agua sostenible en los documentos de planificación hidráulica.

 

Ninguna política hidráulica en Melilla tendrá futuro ni será sostenible si no se fundamenta en el ahorro del agua y en las medidas dirigidas a disminuir la demanda en lugar de aumentar la oferta, como ya alegamos en el Plan Hidrológico de Melilla.

 

Y lo que no podamos hacer en Melilla, lo hará Ecologistas en Acción en Madrid, en el Consejo del Agua del Estado.

desaladora

 

 

 

Las medidas de ahorro de agua refuerzan las propuestas de Guelaya. De sabios es rectificar, Sr. Quevedo

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Guelaya manifiesta su satisfacción por la campaña de ahorro de agua de la Consejería de medio Ambiente. Se trata de una de las alegaciones de Guelaya Ecologistas en Acción al Plan Hidrológico de Melilla.

El anuncio de una campaña de ahorro de agua en Melilla es una necesidad imperiosa que ha venido siendo defendida por parte de Guelaya Ecologistas en Acción desde que se inició la tramitación del plan Hidrológico de Melilla.

Las propuestas ecologistas siempre se han apoyado en la capacidad que el ahorro de agua, en el consumo y en la demanda con el arreglo de fugas y pérdidas, para no tener que invertir en obras costosas, como la ampliación del cuarto módulo de la desaladora.

El actual Plan Hidrológico de Melilla, en su segundo ciclo de planificación (2016-2021), al igual que hicimos en el primer ciclo, no apuesta por las medidas de ahorro, sino por conseguir la sostenibilidad económica del sistema haciendo que se pague más por el agua y que paguen más personas e instituciones.

Por ello nos parece que la decisión de la Consejería de Medio Ambiente de poner en marcha una campaña de ahorro de agua, es una buena noticia, siempre que se haga de forma seria y profesional.

Más de un 25% del agua en Melilla se gestiona en entidades públicas. El principal consumidor de agua en Melilla es el Estado y la Ciudad Autónoma.

Las medidas de ahorro deben empezar por el ahorro del agua en las instalaciones y oficinas de las Administraciones públicas, especialmente en la ciudad autónoma, que debe dar ejemplo.

Guelaya reconoce la dificultad de ahorrar agua en las instalaciones de la propia ciudad autónoma, como responsable junto con las instalaciones dependientes del Estado del desperdicio de agua en Melilla. Para empezar, va a ser difícil saber cuanto pagan de agua las instalaciones públicas de Melilla, mucho nos tememos.

Guelaya Ecologistas en Acción tiene esa curiosidad, y por ello, haremos la pregunta correspondiente a la Consejería.

Pero es necesidad de la administración pública demostrarle a la ciudadanía que paga sus recibos de agua, y que tras la campaña de ahorro de agua que va a poner en marcha, va a conseguir ahorrar un 10% el consumo de agua de la ciudad.

Resulta necesario, para que sea creíble una campaña de ahorro de agua, que la administración pública haga exactamente aquello que quiere que hagan las personas en su casa.

Guelaya ecologistas en acción defiende la necesidad de ahorrar agua, porque es un recurso escaso, y para que la administración pública tenga autoridad moral para exigir ahorro a los consumidores.

Las alegaciones de Guelaya estaban recogidas en la web de la Confederación Hidrográfica del Gualdalquivir, pero su contenido no puede ser ya consultado

El problema del agua en Melilla se regula mediante la aplicación de la Directiva de Aguas europea, que es la causa de que exista participación pública en la tramitación de los planes hidrológicos.

El órgano de participación en donde se toman decisiones en Melilla es el consejo del Agua. Guelaya Ecologistas en acción forma parte del consejo del agua de Melilla, al igual que el consejero de la medio ambiente de la ciudad autónoma y votamos la aprobación o no del plan hidrológico. Y teniendo en cuenta el rechazo a nuestras propuestas está claro que hemos votado en contra, y nuestra organización siguió defendiendo nuestras alegaciones en el consejo nacional del agua, en Madrid.

Lo que si resulta extraño es que el actual consejero de medio ambiente no conozca nuestras alegaciones si el consejo del agua que aprobó el PHM se celebró en septiembre de 2015, y “sale en la foto” que ofrece la CHG en su web, en el momento en que pide la palabra el representante de Guelaya en el consejo del Agua, Manuel Tapia.

Solo queda pensar que votó en contra de las alegaciones de Guelaya sin conocerlas.

En concreto, hace dos años se produjo la renovación del plan hidrológico de Melilla, en su segundo ciclo. La web de la CHG recoge el dato de que Guelaya Ecologistas en Acción presentó alegaciones, pero éstas han desaparecido de los enlaces disponibles en la web en este momento.

Haz clic para acceder a ANEJO_N4_PARTICIPACION_PUBLICA.pdf

Por ello, para aquellas personas interesadas en conocer lo que ha defendido Guelaya Ecologistas en Acción en defensa de los intereses colectivos de las personas sobre el derecho al agua en Melilla, pueden consultarlo en nuestro blog, en concreto en https://guelayaecologistasenaccion.com/page/15/

En concreto la alegación fue la siguiente:

ALEGACIÓN nº 6: Ahorro de agua, eficiencia, y lucha contra las fugas
Incluir en las medidas financiación para el desarrollo de un conjunto de medidas encaminadas al ahorro de agua por parte de los usuarios, el uso eficiente por parte de los organismos públicos, tanto por iniciativas de sensibilización, formación y educación, como tarifas progresivas que castiguen el despilfarro.
Ahora, la ciudad autónoma solo tiene que aclarar si nos hicieron acaso y se han incluido fondos del Estado para campañas de ahorro de agua o bien votaron en contra de esta alegación y ahora tiene que sacar dinero de su propio presupuesto para pagar las campañas de ahorro que Guelaya pretendía que saliera de presupuestos no locales.

 

Nota

http://www.chguadalquivir.es/-/el-consejo-del-agua-de-la-demarcacion-informa-favorablemente-el-nuevo-plan-hidrologico-de-melilla

Se anexa foto pública ofrecida por la web de la CHG sobre la aprobación del nuevo plan hidrológico en 2015 con el representante de Guelaya, Manuel Tapia, votando en contra del PHen presencia del consejero de medio ambiente en primera fila de sillas a la izquierda, que dice desconocer los proyectos de guelaya

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La conservación de la Patella ferruginea tiene bases científicas

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La semana pasada aparecieron dos noticias en los medios locales relacionadas con la Patella ferruginea. La presentación de alegaciones al Plan Hidrológico de Melilla (PHM) por parte de Guelaya Ecologistas en Acción y la presentación en el Campus de la Universidad de Granada de un libro sobre la Patella ferruginea (Juan A. González, Pedro Paredes, Carmen Enrique, Paola Calzado e Isidoro Bueno).

 

El Plan Hidrológico de Melilla incluye en su contenido las aguas costeras, los puntos de vertidos y contaminación, y el conjunto de medidas que se desarrollarán hasta el año 2022. Por otro lado, el equipo científico que ha publicado el libro de la Patella es, a su vez, el que ha sido contratado por la Autoridad Portuaria para los estudios de la Patella de cara a la ampliación del puerto, aunque el libro refleja el trabajo de 10 años de investigaciones.

 

Se crea, por tanto, la oportunidad de valorar si las alegaciones que ha presentado Guelaya en lo que respecta a las aguas costeras poseen base científica, de acuerdo al contenido del nuevo libro. Pero además de la información científica, también es útil contrastar el marco jurídico de referencia sobre la conservación de la especie.

 

Analizamos ahora las alegaciones relacionadas con la planta desalinizadora, los estudios pendientes de realizar y la Zona de Especial Conservación de los acantilados de Aguadú.  Dejamos para otra entrega la ampliación del puerto por su complejidad.

 

Las alegaciones presentadas por Guelaya sobre aguas costeras fueron estas:

 

-Ejecución lo antes posible del emisario submarino para la salida de salmuera.

 

-Adelantar de forma prioritaria los estudios sobre la identificación y estudio de zonas afectadas por especies invasoras. Igualmente está previsto llevar a cabo un análisis sobre la Patella ferrugínea”, incluyendo los estudios necesarios para el cumplimiento del Art. 56 de la Ley de Patrimonio Natural (Ley 42/2007) sobre especies en peligro de extinción y vulnerables, así como la inclusión de la Estrategia Nacional de conservación de la Patella ferruginea.

 

-Incluir las medidas que la autoridad ambiental, la Consejería de Medio Ambiente de la Ciudad Autónoma de Melilla, va a destinar en los próximos años a la conservación de la biodiversidad de hábitat y especies acuáticas, ya que en el programa de medidas no figura ninguna dependiente de la Consejería, especialmente en respuesta los requerimientos de la Ley de Patrimonio Natural sobre especies en peligro de extinción y vulnerables, y del plan técnico de gestión de recursos naturales aprobados en la Asamblea de Melilla.

 

El agua cargada de sales producto de la desalinización  de agua de mar vierte sobre el mismo cantil de rocas. Supone un punto de contaminación, junto al vertido de productos químicos, incluido en el PHM. A estos dos puntos de contaminación se añade ahora el vertido de contaminantes que la desalinizadora envía directamente a la costa de la Zona de Especial Conservación, en donde aparecen espumas grisáceas, comunidades de algas tionitrófilas y de afinidades portuarias, evidencia de vertidos, y ausencia en 60 metros de costa de Patella ferruginea y otras especies importantes.

 

La salida de salmuera ha provocado el desarrollo de poblaciones densas de percebes, que tapizan 20 metros de costa lineal en franjas de 80 cms de altura, entrando en competencia con la Patella ferruginea, que no puede colonizar esa franja.

 

La pesca en la punta de Rostrogordo, prohibida en los Planes técnicos en zonas periféricas de la ZEC, se sigue manteniendo. En algunos tramos, la Patella está disminuyendo. En cambio, en la zona ZEC, tras los daños ocasionados inicialmente por la construcción de la desalinizadora, y por la carretera que llega hasta el límite norte del territorio, se está recuperando por el efecto positivo de que no existe acceso público a la zona, de forma que las poblaciones de Patella aumentan, salvo en el tramo  de 60 metros afectado por los vertidos, ilegales entendemos nosotros, de materia orgánica y productos químicos.

 

La necesidad de elaborar planes de recuperación y de gestión de las especies en peligro de extinción y vulnerables es defendida por el equipo científico, que además apela a la coordinación de todas las administraciones que tienen competencias en el asunto.

 

Por ejemplo, solo mediante el seguimiento de las poblaciones, y prohibiendo la pesca en la punta de Rostrogrodo podremos saber si el descenso de poblaciones de Patella se debe a los pescadores, a la salida de salmuera o a las dos causas. Y no existe en la Consejería de Medio Ambiente ningún plan conocido de estudios, ni interés por hacer cumplir la prohibición de la pesca en la punta de Rostrogordo, al menos desde hace 2 años y medio.

 

Sobre la recuperación de la población de Patella que se perdió  en la construcción del paseo marítimo de Horcas Coloradas, entre 800 y 1.000, Guelaya ecologistas en Acción  presentó alegaciones en contra en su momento, y dudamos de que se recupere, mientras que el equipo científico cree que se colonizará la nueva escollera, si se mantiene el ritmo actual, para lo cual señalan dos condicionantes, que no se produzca contaminación de los aliviaderos de la red de aguas residuales que vierten en los dos extremos de la escollera y que se mantenga el reclutamiento de larvas de las zonas cercanas, incluyendo las altas densidades de la escollera exterior del puerto, pensamos nosotros. Desde luego, son condiciones necesarias para salir de dudas dentro de unos años.

 

En conclusión, la ejecución del emisario de salmuera en aguas abiertas fuera de la ZEC de Aguadú, los planes de recuperación y conservación de especies, los estudios de seguimiento sobre las especies que hay que proteger, y la puesta en marcha de las medidas aprobadas en los Planes técnicos de gestión de recursos naturales, tienen base tanto científica como jurídica, además de ser demandas ecologistas reiteradas en los últimos años.

 

Esperamos que la nueva autoridad ambiental haga algo al respecto, puesto que se trata de requerimientos derivados del Estado de Derecho, con fundamentos científicos, y en respuesta a la preceptiva participación social en materia ambiental.