proyecto de renaturalización del río de Oro
Guelaya no apoya el proyecto de la CAM sobre el tramo urbano del río.
Este proyecto:
- Ve como problema el hormigón desgastado en soleras y propone añadir más hormigón.
- Confunde carrizo con caña invasora.
- No contempla tapar la alcantarilla que impide que el río llegue al mar.
- No contempla levantar el hormigón en la parte central de la zona de la desembocadura para que el río se renaturalice sólo.
- Considera Corredor Verde a una calle con maceteros.
- No contempla solución para el continuo encharcamiento de la desembocadura.
POR LO QUE NO PUEDE SER CONSIDERADO COMO PROYECTO DE RENATURALIZACIÓN Y GUELAYA NO PUEDE APOYARLO.
La Ciudad Autónoma ha aprobado un proyecto para renaturalizar la parte urbana del río de Oro, y lo ha vendido como si el proyecto se fuese a ejecutar, cuando lo cierto es que es muy dudoso que este proyecto sea aprobado por el Ministerio de Transición
Ecológica (MITECO), que es el encargado de aprobar y financiar los proyectos de este tipo.
La filosofía de los proyectos de renaturalización del MITECO es solucionar los problemas derivados de los encajonamientos de hormigón que se hicieron en el pasado en los tramos urbanos de los ríos españoles. Dudamos mucho de que este proyecto pueda salir adelante, ya que se basa en añadir más hormigón al existente y disimular lo que quede mediante hoyos separados unos de otros para poner plantas.
La Consejería de Medio Ambiente solicitó a Guelaya firmar una carta de apoyo a este proyecto.
Adjuntamos las razones que esgrimimos para no apoyarlo.
DENEGACIÓN DE GUELAYA DE LA PETICIÓN DE LA CAM DE APOYAR EL PROYECTO DE RENATURALIZACIÓN DEL TRAMO URBANO DEL RÍO DE ORO.
ANÁLISIS DEL DOCUMENTO:
En el apartado 2.2: Características del encauzamiento por tramos observamos lo siguiente:
Zona 1. Puente Tesorillo-Puente Bomberos.
Se pretende igualar los desniveles de la solera, lo que equivale a añadir más hormigón.
La vegetación que aparece en el caudal de aguas mínimas se considera como cañainvasora (Arundo donax), cuando en realidad es carrizo (Phragmites australis), especie propia de los ríos y que se debe conservar a toda costa.
En las siguientes fotografías mostramos la imagen que aparece en el documento (donde se califica la vegetación como invasora), y una foto de Guelaya de la misma zona. En el documento la foto se hace desde un lateral del río y no se observa el canal de agua. La foto de Guelaya está hecha desde el centro del Puente del Tesorillo (en una maravillosa crecida del río) y se observa el carrizo a lo largo del canal central.


Zona 2: Puente Bomberos-Puente Mineral.
Se pretende arreglar la solera de hormigón que se ha ido deteriorando con el tiempo, lo que significa añadir más hormigón.
Se pretende cementar las zonas del muro por las que se introduce agua en el cauce.
Estos aportes de agua son los que hacen que esa zona del río sea la más húmeda, lo que permite el cobijo y nidificación de diversas aves. Cementar los muros sería atentar contra la biodiversidad existente.
Zona 3. Puente Mineral-Puente Avenida Marina Española.
Se comenta que la solera está deteriorada lo que significa añadir más hormigón
Zona 4. Puente Avenida Marina Española- final del encauzamiento
(desembocadura)
No se proyecta tapar la alcantarilla por la que se cuela el poco caudal de agua que circula, sin permitir al río llegar al mar, que es lo natural en un río.
No se proyecta quitar la fuente de colores de la desembocadura, que es irracional mantenerla en el río, y sólo sirve para acumular lodos.
No se proyecta quitar el hormigón en la zona central del cauce, lo que bastaría para el río renovase su vegetación autóctona sin tener que plantar nada y lo que daría refugio, como ocurría antes de la vergonzosa cementación de la desembocadura, a numerosas
aves.
No se proyecta ninguna solución para evitar el continuo encharcamiento de la desembocadura.
En el apartado 6.2. Plan de renaturalización. Descripción de las actuaciones, observamos lo siguiente:
La limpieza de plantas exóticas va acompañada del uso de herbicidas, lo que es incompatible con un proceso de renaturalización. Existen formas de acabar con las invasoras sin usar herbicidas.
Se propone un ensanche del canal de aguas mínimas hasta 5,42 m que supondría eliminar toda la vegetación autóctona existente, y la fauna a la que sirve de refugio que lo puebla. Sería mucho más barato y natural levantar el hormigón en zonas colindantes, el río se encargaría de ir repoblándolas de vida.
Se crean senderos para el paseo de ciudadanos cuya base es hormigón pintado de color.
Se propone echar herbicidas en los muros para evitar vegetación no autóctona. Esta vegetación no puede ser considerada invasora, ya que está alojada en el muro. El tratamiento de herbicidas es innecesario y desproporcionado.
Se pretende igualar el muro del río en las zonas que presenta desniveles, lo que significa añadir más hormigón.
Se pretende demoler parte del muro del río en la zona de los Jardines del Agua para instalar una rampa de acceso a la río. Más hormigón. Bastaría con una escalera metálica,o con habilitar una zona de acceso desde la playa.
Se pretende naturalizar la zona hormigonada de la desembocadura mediante la perforación del hormigón en diversos puntos y la implantación de vegetación.
Estos serían puntos de vegetación aislados entre sí, por lo que no podrían servir de refugio a aves ni otra fauna. Lo más sencillo, y barato, sería, además de tapar la alcantarilla que impide que el río llegue al mar, levantar el hormigón en la zona central del río, en torno a 10 m como mínimo. El tiempo se encargaría de dotar de vegetación y vida a toda la zona.
Se pretenden habilitar los llamados Corredores Verdes, que serían las calles que conectan el río con los parques y jardines de la ciudad. Para convertir una calle en un Corredor Verde pondrían maceteros de hormigón a lo largo de la calle. Llamar Corredor Verde a una hilera de jardineras de hormigón es un eufemismo.
Se especifica en varios puntos que el riego de las plantas que se pongan sólo estaría garantizado por la empresa durante la fase de ejecución, lo que nos hace dudar de que estas plantas sobrevivan.
CONCLUSIONES.
Un proyecto que:
- Ve como problema el hormigón desgastado en soleras y propone añadir más hormigón
- Confunde carrizo con caña invasora.
- No contempla tapar la alcantarilla que impide que el río llegue al mar
- No contempla levantar el hormigón en la parte central de la zona de la zona de la desembocadura para que el río se renaturalice sólo.
- Que considera Corredor Verde a una calle con maceteros.
- Que no contempla solución para el continuo encharcamiento de la desembocadura.
NO PUEDE SER CONSIDERADO COMO PROYECTO DE RENATURALIZACIÓN, POR LO QUE GUELAYA NO PUEDE APOYARLO.

Guelaya comienza las actividades del año con la reforestación solidaria el domingo 12 a las 12:00 en el río de Oro
- Todas las personas de Melilla están invitadas a plantar un árbol y participar en el proyecto de renaturalización del Rio de Oro que ya inició los primeros trabajos de limpieza
- El dinero que se recoja este año se destinará al apoyo de las mujeres asesinadas en Latinoamérica por defender el medio ambiente y los derechos humanos en sus comunidades
Como todos los años Guelaya comienza sus actividades con la organización de una reforestación solidaria tras la fiesta de los Reyes. Este año la plantación se organizará el domingo 12 de enero a partir de las 12 horas junto al vivero de Ecologistas en Acción en la cabecera del río de Oro.
2019 ha sido un año especialmente duro para las mujeres que en muchos paises defienden sus territorios de agresiones por parte de industrias extractivas que destruyen el medio ambiente, y con ello la forma de vida de las comunidades rurales e indígenas que viven de forma sostenible en sus territorios, por lo que es difícil, por no decir imposible, afirmar si los asesinatos de estas personas son atentados al medio ambiente o a los derechos humanos.
Este año 2020 será especialmente importante ante la situación de emergencia climática que culminará con una nueva toma de decisiones en la COP26, pero la sociedad civil de los países del planeta no quieren, no queremos, esperar otro año más a que los políticos tomen decisiones en nuestro nombre. Es tiempo de actuar y no de esperar más.
La deforestación sigue avanzando en todo el planeta como un problema global del que todos los países y comunidades deben hacerse responsable. La crisis climática, que estos días nos muestra en Australia su peor cara, nos recuerda que la tala de bosques por industrias extractivas y los incendios son la gota que colma el vaso de los intentos por disminuir los gases de efecto invernadero, como el CO2 resultante de cualquier combustión.
Por eso Melilla no puede esperar a que ninguna administración decida un plan de reforestaciones y Guelaya desde sus posibilidades ofrece a los melillenses la oportunidad de participar como sociedad civil y como personas en la resolución de los problemas ambientales globales desde lo local.
Pero este año es especial porque la reforestación del día 12, solo es la punta del iceberg de un proyecto más amplio, el de la recuperación del río de Oro para la ciudadanía y el medio ambiente mediante la ejecución del proyecto de renaturalización del río que ya comenzó en el mes de noviembre con los primeros trabajos de limpieza.
El proyecto de renaturalización del río de Oro, demandado desde Ecologistas en Acción, es una vieja aspiración que por fin vemos iniciarse. Además es un ejemplo para otros proyectos que deben venir con la participación social y la coordinación de todas las administraciones.
El proyecto de renaturalización del río de Oro cuenta con el apoyo del Ministerio de Transición Ecológica, que lo financia. La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir dirige las obras, la empresa pública Tragsa la ejecuta y cuenta con la colaboración de la Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad, que proporcionará agua terciaria para que el río de Oro haga honor a su nombre con una corriente continua de agua.
El vivero de Guelaya pone los más de 10.000 plantones durante los próximos dos años, aunque será inevitable continuar más tiempo con plantaciones de mantenimiento y seguimiento por las pérdidas que se producirán en mayor o menor medida dependiendo del régimen de lluvias.
Todas las personas de Melilla que quieran contribuir con su arbolito al medio ambiente de Melilla y del planeta están invitadas a hacerlo.
Es tiempo de actuar
Guelaya dedicará su reforestación solidaria 2020 a la lucha de las mujeres que defienden los derechos humanos y el medio ambiente en América Latina
- La reforestación solidaria se realizará el 12 de enero a las 12 horas en el río de Oro, en apoyo del proyecto de renaturalización del río de Oro dando comienzo con ello al calendario de reforestaciones de la asociación.
- El plan de género aprobado en la COP25 llama a las entidades observadoras como Ecologistas en Acción a divulgar los efectos diferenciados del cambio climático desglosados por sexo.
- La muerte de mujeres en defensa de sus territorios en las comunidades locales y los pueblos indígenas es una de las consecuencias de la presión de las industrias extractivas que aumentan las emisiones especialmente en América Latina.
Como todos los años Guelaya comenzará sus actividades organizando la reforestación solidaria 2020 tras la festividad de Reyes. Este año se realizará el día 12 a las 12:00 horas junto al río de Oro, en apoyo del proyecto de renaturalización que ya ha comenzado.
El calendario de reforestaciones que se anunciará próximamente para todo el mes de enero se dedica en su totalidad a las riberas de cauces. En febrero, en cambio, continuaremos con nuevas reforestaciones en la Red Natura 2000 colaborando con la Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad.
La elección de la causa solidaria del año 2020 ha recaído en la lucha de las mujeres que defienden la tierra y los derechos humanos en sus comunidades locales, ya que ambas cosas son inseparables pues la tierra les proporciona su modo de vida.
Durante la reforestación se recogerán donativos a cambio de plantones con el objeto de apoyar económicamente la causa de las mujeres al tiempo que la asociación visualizará y divulgará su lucha.
Las personas que mueren en defensa de la tierra y de los derechos humanos en sus comunidades son un problema real que cuenta entre las ONG de seguimiento. Según el informe de julio de 2019 de la organización Global Witness* en 2018 fueron asesinadas 164 personas, más de la mitad en América Latina, donde el país más violento resultó ser Colombia, con 24 asesinatos, superando a Brasil con 20. Las industrias extractivas son la causa más frecuente de muerte.
La violencia de luchadoras en Colombia ha aumentado notablemente en los últimos años. 55 mujeres líderes fueron asesinadas en dos años y en el primer trimestre de 2019 las muertes aumentaron un 97%.
Por estos motivos y en apoyo del plan de género aprobado en la COP25, Guelaya visualizará la lucha de tantas mujeres a manos de las industrias extractivas que causan la emergencia climática y amenazan la vida en todas sus formas.
Por ello, las personas voluntarias de Melilla que quieran participar este año no solo plantarán como en años anteriores especies autóctonas de semillas locales que han sido desarrolladas en el vivero que Guelaya Ecologistas en Acción sino que participarán en el apoyo y reconocimiento a la labor de las mujeres que sufren directamente la violencia y el asesinato por defender sus territorio al tiempo que participan en uno de los proyectos locales más ilusionante desde el punto de vista ambiental.
Con ello el calendario de reforestaciones de nuestra asociación comienza con esta participación en el proyecto que financia el ministerio de Transición Ecológica, es dirigido por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, ejecuta la empresa Tragsa, y en el que colabora la Ciudad Autónoma a través de la Viceconsejería de Recursos Hídricos, Energías Renovables y Políticas Ambientales.
Guelaya manifiesta su satisfacción porque la obra del río tan esperada desde Ecologistas en Acción sea ya una realidad y nuestros plantones vayan a servir además de todo lo anterior para la creación de empleo verde para Melilla que tan necesitada de ello está.
* https://www.globalwitness.org/es/campaigns/environmental-activists/enemigos-del-estado/
Conferencia sobre el río de Oro en la AEM
Parece que nuestro río de Oro por fin está suscitando la atención que merece, a tenor de la expectación que despertó la conferencia sobre su historia y sobre su renaturalización, siendo esto último, el proyecto de renaturalización, la parte por la que más se interesó el público asistente a la charla.
Queremos agradecer a la Asociación de Estudios Melillenses (AEM) que nos volviera a dar esta oportunidad para dar a conocer nuestros proyectos e ideas.
Los cauces de Melilla siguen sin control, pero lo que sobra es basura, no vegetación.
• La causa de los incendios es la basura y la falta de control en los cauces.
• Guelaya recomienda abrir un cortafuegos de 5 metros en cada margen para permitir el paso de vehículos en casos de urgencia en el carrizal del cauce del río de Oro.
• ¿Por qué Confederación arrasa la mitad del carrizal y deja la basura? Si no tiene competencias en los ríos urbanos no puede hacer ninguna de las dos cosas.
Un nuevo incendio ha vuelto a provocar alarma ante la situación del río de Oro, pero la situación es la misma desde hace años sin que las autoridades pongan coto a la causa principal del problema, la falta de control efectivo en los cauces y arroyos de la ciudad porque Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y la Ciudad no han sido capaces hasta el presente de llegar a un acuerdo permanente entre administraciones.
Y como consecuencia de la falta de acuerdo, la administración carece de control efectivo del territorio ocupado por los cauces y ríos donde vive gente, se vierten escombros, basuras, chasis de coches y todo tipo de objetos voluminosos.
El río de Oro está pendiente de un proyecto de renaturalización que debería arreglar estos problemas, pero hasta que ese proyecto comience hacen falta medidas urgentes.
El desbroce que se está realizando por parte de la confederación no tiene fundamento porque afecta a la mitad del carrizal cuando lo que hace falta es abrir dos cortafuegos de 5 metros a cada lado que permita el paso de vehículos en casos de emergencia. El carrizal del centro del cauce donde hay agua debe respetarse precisamente porque garantiza humedad en el suelo.
El destrozo que se ha hecho de la mitad del carrizal en el río de Oro viene a poner encima de la mesa la incongruencia de la Confederación Hidrográfica, que por un lado afirma que al ser un río urbano no tiene competencias, y por tanto, no lo limpia de basura, que es lo que tenía que hacer, pero a mano, con jornales y puestos de trabajo, en lugar de hacer lo que hace, poner a trabajar a un maquinista con una máquina que arrase la vegetación, deje la basura semienterrada, y acumule vegetación seca como combustible para un nuevo incendio.
¿Por qué Confederación permite que arrasen la vegetación y deja la basura? Si no tiene competencias en los ríos urbanos no puede hacer ninguna de las dos cosas.
Guelaya presenta propuestas de actuación sobre las competencias de la viceconsejería de Recursos Hídricos, Energías Renovables y Políticas Ambientales
• La reunión tuvo lugar el miércoles 25 en el palacio de la Asamblea con el viceconsejero Francisco Vizcaíno
• Desde Guelaya se le trasladaron algunas propuestas urgentes que deben tener reflejo en los presupuestos 2020.
• Guelaya valora especialmente la renovación del acuerdo para la realización de reforestaciones entre la Consejería y Guelaya, ampliando el ámbito de actuación a la renaturalización del río de Oro
La asociación Guelaya presentó algunas propuestas medioambientales urgentes por ser viejas aspiraciones que ya han sido objeto de reivindicación en el mandato del equipo anterior y que formaron parte de la propuestas que los ecologistas realizaron a todos los partidos políticos que se prensetaron a las últimas elecciones.
En primer lugar Guelaya manifestó su interés por renovar el acuerdo de colaboración sobre reforestaciones que mantuvo con la consejería en los años 2013 a 2015, y que ahora se amplía al río de Oro, ante el próximo proyecto de renaturalizacicón.
El viceconsejero manifestó su disposición a renovar el acuerdo que ya funcionó en años anteriores. En una próxima reunión se tratará de consensuar un documento técnico.
El acuerdo, que no incluye contraprestaciones económicas, consiste en la producción de plantones de especies autóctonos por parte de Guelaya y su introducción en los espacios naturales y en el río de Oro y afluentes, tanto en reforestaciones populares organizadas por Guelaya para el público en general como en campañas organizadas por la propia consejería.
A continuación Guelaya solicitó del viceconsejero el cronograma de las actualizaciones de las normativas ambientales que por su antigüedad o por no haberse redactado ninguna deberían acometerse urgentemente ya que se están reclamando desde hace más de cuatro años, en concreto el protocolo de emergencia en casos de varamientos de cetáceos, tortugas marinas y focas, los reglamentos de la Red Natura 2000, de áreas verdes, de ruidos y finalmente de tráfico.
Sobre conservación de la naturaleza, la asociación recordó que ha venido presentando alegaciones a los presupuestos de la ciudad fundamentados por los requerimientos legales que a juicio de los ecologistas deben estar incluidos explícitamente en los presupuestos generales de la Consejería de 2020.
De especial importancia es dotar a la ciudad de los planes de conservación y recuperación de especies en peligro de extinción y vulnerables que según la ley de Patrimonio Natural deberían haberse redactado hace muchos años.
El viceconsejero aseguró que en los presupuestos del año próximo se destinará dinero para conservación y se elaborarán planes de conservación y recuperación de especies protegidas.
Guelaya valora positivamente la firma del acuerdo sobre reforestaciones, sobre todo por la ampliación al proyecto de renaturalización del río de Oro y espera continuar avanzando en otros temas en las próximas reuniones técnicas.
Guelaya espera que el cambio llegue al medio ambiente en Melilla
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Los ecologistas estamos dispuestos a colaborar con la consejería en la defensa de la sostenibilidad de la ciudad.
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Las aspiraciones de la asociación para los próximos cuatro años son las mismas que se anunciaron antes de las elecciones
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Las expectativas que el nuevo gobierno ha creado son altas
Como siempre que se inicia la gestión de un nuevo Gobierno de la ciudad se renuevan las ilusiones por alcanzar los objetivos medioambientales que en el período anterior no se pudieron conseguir. Y después de un cambio de partido en el gobierno las expectativas aumentan.
La Consejería de Medio Ambiente en este inicio de legislatura puede contar con la colaboración de Guelaya para resolver los numerosos problemas que el período anterior nos ha dejado, disposición que comenzará respetando los 100 días de gestión.
Guelaya no puede engañar a nadie en lo que respecta a lo que va a pedir al nuevo gobierno autonómico ya que la asociación se dirigió a todos los partidos y a la opinión pública antes de las elecciones, haciendo explícita su identificación de problemas y la propuesta de soluciones para los próximos cuatro años.
Tres son las líneas de actuación que a juicio de los ecologistas deberían marcar la hoja de ruta de la consejería:
Cambio climático
El principal problema al que se enfrenta la ciudad, necesario para asegurar la sostenibilidad social y económica, es el cambio climático. Adoptar medidas para frenar el cambio climático es una condición necesaria, pero no suficiente, para asegurar el empleo y el bienestar social.
No es que el medio ambiente sea el problema, es que es la solución, no es que sea más importante que las personas, es que las personas dependen del medio ambiente.
Luchar contra el cambio climático es claramente un asunto de participación social y por ello Guelaya se suma a la petición que otras organizaciones están haciendo en toda España y en toda Europa, y en concreto a la que realizará Rebelión por el Clima Melilla.
En la medida de nuestras fuerzas trabajaremos desde la sociedad civil para que la clase política adopte a partir de ahora las medidas que no ha adoptado en el pasado, de acuerdo con los criterios científicos del Panel de Expertos de Cambio Climático de Naciones Unidas.
Pérdida de biodiversidad y contaminación
Es una consecuencia del cambio climático como problema global, pero en Melilla se acrecienta por la testarudez de 19 años de política ambiental que han tenido como consecuencia un enorme retraso en disposiciones normativas actualizadas y en servicios públicos, como saber qué contaminación atmosférica existe en la ciudad para que los alérgicos y personas con problemas respiratorios puedan saber a qué se expone, tanto si la contaminación es propia o transfronteriza.
El trabajo que hay pendiente en este campo es enorme. La reglamentación de aves que se realizó en los últimos cuatro año por imperativo legal de un tribunal europeo para evitar la captura de fringílidos ha sido el único avance en los pasados 4 años.
Pero no tenemos ningún reglamento que proteja la flora y fauna local, ni la de los parques y jardines, incluyendo normas para hacer podas respetuosas con la gente y los árboles, ni la de los espacios protegidos, ni los planes para las especies protegidas.
Vertidos ilegales de escombros y basuras en general, coches que entran y salen de los espacios protegidos de hacer botellón y cosas peores son solo ejemplos de una situación que no se ha conseguido controlar hasta el momento.
El río de Oro
Por último pero no por ello menos importante, los próximos cuatro años deben ser el período en el que el río de Oro deje de ser un estercolero y vertedero ilegal de escombros para ser un río por donde pasa agua, viven la flora y fauna local autóctona, la gente recupera un espacio natural para su uso y disfrute de las generaciones actuales y venideras, y cientos de personas encuentran un empleo trabajando en un proyecto que ya tiene más de 2 millones de euros consignados y que debe comenzar lo antes posible.
Ecologistas en Acción otorga sus Banderas Negras un año más en el litoral español. Guelaya aporta la desembocadura del río de Oro como punto negro en Melilla.
Bandera Negra por mala gestión:
Cementación de la desembocadura del río de Oro y construcción de una fuente de colores.
800.000 € de cemento se han utilizado para sepultar la desembocadura del río de Oro de Melilla, uno de los escasos reductos de vida natural que quedaban en nuestra ciudad.
La barbarie se reformula conforme una opinión pública, cada vez más comprometida con la protección medioambiental va creciendo: hasta hace poco tiempo el plan para nuestro río era taparlo con un techo, convertirlo en una enorme alcantarilla, pero no pudieron hacerlo, probablemente por falta de dinero y por temor a contravenir a muchos melillenses que clamaban en las redes sociales contra ese proyecto.
Ahora les vale con inundarlo de cemento. En la desembocadura del río de Oro, que ya estaba en buena medida cementada, pero donde la vegetación se había ido haciendo un hueco con el transcurrir de los años, han decidido que había que cementar y poner, en la desembocadura del río, una fuente, con chorros iluminados durante la noche.
La tendencia en Europa y en España es la renaturalización de los ríos, quitar hormigón, aumentar la vegetación, cuidar los ecosistemas acuáticos, pero el gobierno de la Ciudad Autónoma decidió que lo mejor era arrancar la escasa vegetación que se había abierto el paso entre el hormigón de nuestro río, que permitía la reproducción de aves como el chorlitejo o la gallineta, y la visita de aves como la garza real, el andarríos, la lavandera, las garcetas o las cigüeñuelas; teníamos golondrinas y aviones devorando mosquitos; teníamos vida y ahora tenemos cemento amarillo con una fuente de colorines. No se puede ser peor gestor ni más hortera.
La actuación sobre la desembocadura del río de Oro atenta contra la Directiva europea Marco de Agua que entre otras muchas cosas establece que «El agua no es un bien comercial como los demás, sino un patrimonio que hay que proteger, defender y tratar como tal«. El primer objetivo de esta Directiva europea es que «se prevenga todo deterioro adicional y proteja y mejore el estado de los ecosistemas acuáticos y, con respecto a sus necesidades de agua, de los ecosistemas terrestres y humedales directamente dependientes de los ecosistemas acuáticos».
En Guelaya nos preguntamos qué entendería el gobierno de la ciudad por «prevenir todo deterioro adicional y proteger el estado de los ecosistemas acuáticos».
El Presidente saliente de la ciudad declaró su intención de seguir cementando río arriba y se apresuró a inaugurar la obra pensando en captar votos de quienes, como él, son amantes del cemento. Pero con las primeras lluvias fuertes la fuente quedó sepultada en fango y tuvieron que acudir los operarios para mantener una imagen impoluta de cara a las elecciones; el fango, que antes era absorbido en parte por la escasa zona de tierra, formó una capa de dos centímetros sobre el cemento amarillo y asistimos al triste espectáculo de ver cómo estaban limpiando el lecho de cemento a manguerazo limpio.
Antes teníamos un río y ahora tenemos una fuente. Alguien habrá ganado algún dinero con el cambio.
Éxito en las jornadas de anillamiento celebradas en el río de Oro
• SEO.Melilla agradece al grupo Rhodopechys de Almería y al grupo Chagra de Ceuta la colaboración que está recibiendo para la celebración de jornadas de anillamiento en Melilla.
• 41 aves de 13 especies distintas fueron marcadas, medidas y soltadas en apenas unas horas.
• Las antiguas huertas del Río de Oro resultaron ser un escenario perfecto para el anillamiento.
Los pasados 14 y 15 de mayo se celebraron en las antiguas huertas del río de Oro unas jornadas de anillamiento organizadas por Guelaya Ecologistas en Acción, que venían a cerrar las actividades dedicadas a la defensa de las aves por parte de la organización ecologista.
Con estas jornadas Guelaya ha querido apoyar a la recientemente creada SEO-Melilla, ya que Ecologistas en Acción y SEO/BirdLife comparten en el ámbito nacional muchas iniciativas entre las que se encuentra el estudio y defensa de las aves.
La riqueza total de 41 aves marcadas en la tarde del 14 y en la mañana de 15 en apenas 5 horas es una muestra de las potencialidades que el río de Oro ofrece para albergar una sede permanente de anillamiento científico, actividad que ha sido reglamentada recientemente por la Ciudad Autónoma de Melilla.
La mayor parte de las aves marcadas eran especies residentes todo el año o estivales, que en ambos casos se reproducen en Melilla. Pero a pesar de las tardía fechas para las migraciones también fue posible detectar el paso de un mosquitero silbador.
De las 12 especies que se reproducen en Melilla, tres tienen carácter norteafricano, aunque con diferente significado.
El zarcero bereber, como su nombre indica, es propio del norte de África, aunque está presente en el sur de la península. Fue la segunda especie más abundante con seis anillamientos, solo superado por el mirlo común.
Huertas y río son sinónimo de agua, y hay especies que para estar presentes necesitan agua, y vegetación que las proteja. Por eso, por la proximidad del río de Oro en estas huertas, aparecieron ruiseñores comunes y cetias ruiseñores, denominación esta última que sustituye a la de ruiseñor bastado quizá porque lo inmerecido del término en un ave tan delicada.
El bulbul naranjero, que hace apenas 40 años empezaba a colonizar tímidamente los parques y jardines melillenses, es ya una especie habitual en el parque Hernández y en tantos espacios públicos, incluyendo el río de Oro, pues son las huertas la base de operaciones que ha utilizado para colonizar nuestro espacio urbano y adaptarse, evitando la extinción por el abandono de tantos huertos familiares en el norte de áfrica.
El herrerillo africano es la otra especie no peninsular, que compartimos con Ceuta y con Canarias, porque a pesar de que su nombre científico Cyanistes teneriffae indica su origen canario, mantenemos el nombre local de herrerillo africano frente al “oficial” de herrerillo canario, debido a que la subespecie “ultramarinus” que existe en Ceuta y Melilla, es realmente propia de los territorios norteafricanos.
El resto de especies estuvieron encabezadas por el mirlo, especie que se ha adaptado al medio urbano y sus espacios periféricos, como las huertas, ya que fue la especie más capturada, con 8 de los 41 anillamientos.
Gorriones y carboneros empataron en sus capturas, con cuatro ejemplares cada uno, aunque los dos verdecillos anillados engorden el porcentaje de granívoros, que junto con las aves insectívoras comparten espacio que a pesar de su abandono, o quizás gracias a ello, presenta una gran cantidad de contaminación visual, por la presencia de plásticos, pero al mismo tiempo presentan ausencia de sustancias químicas habituales en la agricultura como plaguicidas, pesticidas, y otros venenos que vienen a complicar la existencia de aves insectívoras como la curruca cabecinegra, el petirojo europeo y el papamoscas gris, cuyo nombre es una declaración de principios en si misma.
Solo podemos concluir esta crónica de las jornadas de anillamiento afirmando que si la Ciudad Autónoma ha reglamentado el anillamiento científico en la ciudad, es lógico pensar que lo promueva, y para ello, que comience a pensar que la renaturalización del río de Oro es una oportunidad para que Melilla empate con el resto de territorio nacional y tenga un lugar que permita la realización de una actividad científica que excepcionalmente ha sido regulada en Melilla antes de que aparezca el primer grupo de anillamiento científico local.

Ya tenemos una fuente en lugar de un río
- 800.000 € de cemento para sepultar uno de los escasos reductos de vida natural que quedaban en nuestra ciudad.
- Homigonar el río no crea ni el 10% de los puestos de trabajo de un proyecto de renaturalización, que lleva esperando en el Plan Hidrológico seis años.
La barbarie se reformula conforme una opinión pública, cada vez más comprometida con la protección medioambiental va creciendo: hasta hace poco tiempo el plan para nuestro río era taparlo con un techo, convertirlo en una enorme alcantarilla, ahora les vale con inundarlo de cemento.
La tendencia en Europa y en España es la renaturalización de los ríos, quitar hormigón, aumentar la vegetación, cuidar los ecosistemas acuáticos. Quienes hayan visitado recientemente Madrid habrán podido comprobar la explosión de vida que ha tenido lugar en el Manzanares, donde simplemente levantando las compuertas que embalsaban el agua, simplemente dejando correr libremente al río, han aparecido los cormoranes, las garzas, los patos, ya florecen los carrizos y crecen, de forma espontánea, numerosos álamos.
En 2018 el ayuntamiento de Granada solicitó a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir la renaturalización del río Darro, tan sepultado de cemento como nuestro río de Oro. Se podrían citar muchos ejemplos.
Pero nuestros políticos deciden que lo mejor es arrancar la escasa vegetación que había conseguido hacerse un hueco en el hormigón de nuestro río, que permitía la reproducción de aves como el chorlitejo, la gallineta, la visita de garzas reales, de andarríos, de lavanderas. Teníamos vida y ahora tenemos cemento amarillo con una fuente de colorines. No se puede peor gestor ni más hortera.
La actuación sobre la desembocadura del río de Oro atenta contra la Directiva europea Marco de Agua que entre otras muchas cosas establece que «El agua no es un bien comercial como los demás, sino un patrimonio que hay que proteger, defender y tratar como tal«. El primer objetivo de esta Directiva europea es que «se prevenga todo deterioro adicional y proteja y mejore el estado de los ecosistemas acuáticos y, con respecto a sus necesidades de agua, de los ecosistemas terrestres y humedales directamente dependientes de los ecosistemas acuáticos».
En Guelaya nos preguntamos qué entenderá el gobierno de la ciudad por «prevenir todo deterioro adicional y proteger el estado de los ecosistemas acuáticos».
Somos conscientes de que es preciso una actuación no sólo sobre la desembocadura del río sino sobre todo su cauce y hace dos años hicimos una propuesta de renaturalización que supone aumentar la seguridad en caso de riadas, eliminar y vigilar los puntos de vertidos de basuras, eliminar plantas invasoras, mantener las autóctonas y recuperar los laterales del río como zonas de paseo en todos los tramos posibles de la ciudad.
Los objetivos del plan de renaturalización que debe ejecutar el Ministerio de Medio Ambiente (actual MITECO) la Confederación Hidrográfica del Gualdaquivir y los que han inspirado la obra de la desembocadura no pueden ser más opuestos: En unos se trata de mantener las plantas como el carrizo o las eneas, que sirven para disminuir la velocidad del agua en las riadas, mientras que en el otro se eliminan estas plantas y se pone un suelo liso que aumenta la velocidad del agua, y conlleva un aumento del peligro en las avenidas de agua.
Si alguien consideraba que antes el río estaba sucio, lleva razón, lo que había que hacer era poner en marcha un programa de limpieza sistemática, como el que ha presentado Guelaya en el Consejo del Agua, y si se pensaba que el agua estancada favorecía la presencia de mosquitos también lleva razón, pero éstos eran devorados en buena parte por las aves que sobrevolaban el río. Una sola golondrina puede comer 850 mosquitos en un día; vamos a ver qué pasa con las golondrinas y aviones que antes eran habituales en la desembocadura.
Pues en lugar de golondrinas tenemos una fuente, eso sí, de colores, y el agua sigue estancándose con las subidas de las mareas, eso sí, nos hemos gastado 800.000 € en cemento, alguien habrá ganado algo, y seguirá ganando cuando en la próxima lluvia fuerte, porque alguna vez lloverá, se inunde el estanque de cieno y barro, y las bombas se colapsen bajo la avalancha de basura, tierra y cañas.
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