Helianthemum caput-felis

En Melilla la jarilla cabeza de gato es más abundante fuera de los espacios protegidos de Melilla que dentro de la Red Natura 2000

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Cuarteles y terrenos militares son claves en la conservación en Melilla ya que albergan mayor número de plantas que dentro de los espacios protegidos de la Red Natura 2000

22 agosto 2021. A la jarilla cabeza de gato se la denomina con un nombre científico no menos curioso, Helianthemum caput-felis. Especie amante de las colinas soleadas del Mediterráneo occidental, en territorio nacional está catalogada como “vulnerable” porque ocupa muy pocos kilómetros costeros de la Comunidad Valenciana y Baleares, además de en Melilla.

El único censo completo de la especie en Melilla se realizó en 2017 mediante conteo directo. Posteriormente se realizó un conteo parcial en 2019 por parte de la UGR que ha continuado este año el equipo de seguimiento de especies protegidas de SEO/Birldlife y Guelaya en las instalaciones militares y cuarteles donde se ubica gracias a la colaboración de las autoridades militares contando con la autorización de la Consejería de Medio Ambiente. De los 3525 pies de plantas contados en 2017 en toda Melilla, el 78.8% de ellos estaba ubicada en instalaciones y terrenos militares fuera de las dos Zonas Especiales de Conservación de la Red Natura 2000.

La evolución observada en 2021, incluyendo los datos disponibles de 2019 ha sido la siguiente:

En el barranco del Quemadero se han perdido alrededor del 10% de las plantas presentes en 2017 mientras que en la base del acantilado de Aguadú se mantienen algunas decenas de pies de planta en el escaso suelo desnudo que le permite prosperar.

La causa del ligero deterioro en el espacio protegido del barranco del Quemadero puede deberse al aumento de la frecuentación y a las obras realizadas en la zona ya que no existe señalización de su presencia ni prohibición de salirse de los caminos y senderos. En el barranco del Nano en dos años se ha registrado una disminución del 25.8%. O bien se ha infravalorado el segundo censo de 2019 o se ha producido un declive significativo en dos años. En esta ZEC ha aumentado la frecuentación y se han abierto sin permiso numerosos senderos y sendas tanto peatonales como ciclistas como posibles
causas del deterioro.

En cuanto al seguimiento de las instalaciones militares en 2021 el resultado ha sido el siguiente:

El núcleo principal y más numeroso de la especie en Melilla se mantiene en el interior de la superficie del polvorín de horcas Coloradas, donde las obras que se han producido no le han afectado. El número de pies de planta registrado en 2017, que era de 1075, incluso parece que ha aumentado por encima de 1.300. Es una buena noticia aunque este aumento puede también deberse a la metodología de censado, pero en cualquier caso permite afirmar sin duda que la jarilla cabeza de gato no ha recibido impactos de
actividades humanas en este periodo. En cuanto a los campos de tiro y y el acuertelamiento Capitán Arenas no se han producido cambios y se mantienen las poblaciones que en conjunto apenas superan un centenar.

No se han censado ni el extremo sur del arroyo Tigorfaten ni las colinas ubicadas al sur del cuartel de La Legión, también terrenos militares. En el caso de arroyo Tigorfaten es destacable la invasión de acacias en el cauce casi de lado a lado y que se ha producido en los últimos cuatro años. Es urgente eliminar las acacias como especie invasora de toda la Red Natura 2000 como reiteradamente hemos denunciado y demandado.

En cuanto a las colinas del sur del cuartel de la Legión la amenaza principal es la frecuentación de personas, sobre todo porque forma parte del recorrido de pruebas deportivas ciclistas que transcurren por los senderos que bordean un gran rodal de más de 800 jarillas cabeza de gato, el más grande de la ciudad, y algunos otros más pequeños que además no han sido señalizados ni perimetrados para información pública, ya que los daños a esta especie están tipificados con multas en la Ley de patrimonio natural.

El daño principal en esta zona no es tanto la frecuentación por senderos de bicicletas o “running” si no se salen de los senderos actuales sino por el pisoteo de aficionados en las pruebas o la apertura de nuevas rodadas. El ganado que pasta en la zona hasta el momento no parece haber hecho daño a la jarilla.

La conclusión general sobre la valoración de la población de jarilla cabeza de gato es que se mantiene por encima de los 3.000 pies con ligeras pérdidas que sin embargo pueden llegar a ser significativas en las zonas donde se producen, especialmente en las Zonas de Especial Conservación y en las zonas periféricas sur de la Red Natura 2000.

Las propuestas de mejora son de dos tipos.

En primer lugar, debería unificarse la metodología y a ser posible encargarse a un mismo equipo de seguimiento la realización de censos que además debería cubrir el mismo año el 100% de las zonificaciones.
En segundo lugar, pero sin embargo más urgente, todas las zonas de acceso público deberían contar con un reglamento que impida expresamente bajo sanción salirse de los senderos y caminos autorizados en la Red Natura 2000 donde se desarrolla la jarilla cabeza de gato que además deberá estar señalizada y delimitada, al igual que las colinas del sur del cuartel de La legión ya que es una zona con un aumento significativo de frecuentación y realización de pruebas deportivas que atraen a público a estos lugares
ocasionalmente con el riesgo de pisoteo.

Carta a los Magos y Magas de Guelaya

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  • Guelaya Ecologistas en Acción quiere comenzar el año felicitando a toda la gente de Melilla y desearle un 2020 lo más sostenible posible tanto en lo personal como en lo social y económico

 

  • En lo ambiental, Guelaya quiere compartir con todas las personas de la ciudad su carta de deseos, que esperamos cumplir a lo largo del año

 

Querid@s Mag@s:

 

Desde Guelaya queremos pedir en primer lugar un gobierno a ser posible decente, que nos traiga una Ley de Cambio Climático justa social y ambientalmente, un decreto sobre reciclaje de materia orgánica, que estamos muy necesitados de ello, y dinerito para cumplir la disposición de la Ley de Residuos y poder enviar a la península con cargo a las arcas del Estado lo que no podemos reciclar ni reutilizar en Melilla, especialmente si son residuos de la incineradora.

 

Queremos vivir 2020 con salud y nos gustaría, si no fuera demasiado pedir, saber qué aire respiramos. Por eso nos pedimos un equipo de medición de calidad del aire fijo para la ciudad y otro para el puerto, porque no sólo huele Endesa, los barcos también huelen y echan por esas chimeneas lo que nadie mide ni regulación internacional ni nacional alguna exige, hasta que por fin se aplique la zona de bajas emisiones del Mediterráneo.

 

Y si los melillenses no hemos sido suficientemente buenos en 2019 para poder saber qué respiramos, pedimos un equipo móvil que registre partículas grandes y pequeñas, ozono troposférico, óxidos de nitrógeno y azufre, lo más cancerígeno, menos de una tercera parte de los gases sobre los que la Unión Europea establece valores máximos para respirar de forma saludable, aunque la OMS diga que tienen que ser más bajos.

 

Total, para qué discutir sobre cuál es el nivel máximo saludable de calidad del aire si en Melilla no se mide nada. Lo que sí pedimos es que por favor no tengamos que acabar defendiendo nuestros derechos en Fiscalía, como hemos tenido que hacer en años precedentes.

 

Si supiéramos lo que se respira podríamos saber cómo nos afecta el tráfico rodado, una central térmica diésel en el corazón de la ciudad, y una incineradora a 36 metros del núcleo urbano más próximo, que es el barrio de Mª Cristina.

 

¿Se puede denunciar la mala calidad del aire si no se mide? Esperamos grandes avances en esta materia de nuestras autoridades locales y autonómicas en 2020, porque si supieran lo que respiramos, podrían conseguir grandes avances en la lucha contra el cambio climático.

 

Vivimos en una isla energética, donde toda la electricidad que necesitamos proviene de la tecnología más sucia y denunciada en nuestro entorno europeo, los motores diésel. Pensar que una multinacional italiana que saquea a ENDESA desde hace tiempo creando dificultades laborales va a invertir en reducción de emisiones de efecto invernadero por el bien de la Humanidad es no saber donde se vive.

 

Por eso las Autorizaciones Ambientales Integrales (AAI) de las principales industrias contaminantes de la ciudad deberían ser más rigurosas y eso lo esperamos de nuestras autoridades ambientales, porque si no tienen abogados dispuestos a asesorarlos en materia de calidad del aire al menos han firmado una declaración de emergencia climática por unanimidad de todos los grupos políticos, así que no sólo tienen el apoyo de las personas que salimos a la calle a recordar que las generaciones jóvenes no tienen futuro, sino que no tienen oposición política posible si de lo que se trata es de establecer objetivos medibles y cuantificables anuales para disminuir las emisiones en el 2030, porque en el 2040 y 2050 ya nos va a obligar la nueva Ley de Cambio Climático y la Unión Europea. El aumento de las energías renovables y la disminución del uso de energías fósiles comienza este año de forma inexcusable.

 

Y para reducir las emisiones de la incineradora no quedará otra que poner en marcha los planes de reducción y reutilización, ahora que se empieza a reciclar por obligación legal, así que esperamos que en 2020 la cantidad de basura que se incinera en Melilla disminuya al menos un 10% y se comience a preparar el reciclaje de la materia orgánica.

 

Lo que sí pedimos es reducir lo más posible los vertidos de escombros en cauces y periferia urbana de Melilla. Queremos ver en 2020 cómo se comienzan a instalar cámaras en los puntos negros y se ponen multas, porque tras año y medio informando de los vertidos en Melilla ninguna de las medidas que se han tomado hasta el presente han servido de nada salvo una: impedir el acceso físico con grandes piedras o vallas donde se vierten los escombros a los vehículos, que a tenor de las sacas que se están empezando a ver también son camiones.

 

2020 será un año en el que entidades sociales y personas seguiremos trabajando juntas en la Alianza por el Clima. Personas voluntarias seguiremos limpiando nuestras costas de la basuras marinas y de nuestro pasado cuando vertimos todo tipo de basuras  a los fondos próximos a Horcas Coloradas.

 

Lo que pediremos es que para comenzar a controlar el problema se comience a prevenir la causa de las basuras marinas, que es el uso de plásticos en tierra. El 80% de las basuras marinas tienen su origen en tierra y el 87% de esas basuras en Melilla son plásticos. Este año debe ser el primero en el que se aprueban medidas para reducir el uso de plásticos en la ciudad y el gesto del año pasado por una Feria sin plástico se generalice no sólo al uso de vasos reutilizables.

 

La situación de emergencia climática no sólo afectará al aire que respiramos y a la crisis climática, también afectará al aumento del ritmo de extinción de especies, y por tanto pediremos que el esfuerzo en conservación de la biodiversidad se manifieste con unos buenos presupuestos que permitan ver en 2020 los primeros Planes de Conservación y Recuperación de Especies, tanto migradoras como la gaviota de audouin como sedentarias en peligro de extinción como la Patella ferruginea.

 

Los espacios protegidos de la Red Natura 2000, tras casi una década de planes de gestión metidos en un cajón, deberán plantearse si están sirviendo realmente para proteger y conservar especies que están más presentes fuera que dentro de los espacios protegidos, por lo que nos pediremos una ampliación de los estudios sobre especies protegidas como el Helianthemum caput-felis, que es más abundante fuera de la Red Natura 2000 que dentro.

 

Una ampliación de la Red Natura 2000 puede justificarse por ese motivo, al igual que nuevas figuras de protección, y por ello pedimos una Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) en los acantilados marinos de la ciudad, además de ampliar las Zonas de Especial Conservación (ZEC).

 

Finalmente, y no por ello menos importante, nos pedimos que llueva para que las reforestaciones que hagamos tengan las mínimas pérdidas posibles, porque en el río de Oro se van a plantar en 2020 entre 5000 y 10000 árboles. Guelaya pone los árboles, el Ministerio el dinero, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) la dirección de obras, y la empresa Tragsatec ejecuta el proyecto de renaturalización del río de Oro, el más importante en materia de conservación que se ha  visto en Melilla desde la creación de la Red Natura 2000 a comienzos de siglo.

 

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El Helianthemum caput-felis o jarilla cabeza de gato, especie protegida española compartida con el Levante y Baleares.

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  • La presión urbanística de la costa la ha diezmado en la península.

 

  • En Melilla se mantiene en terrenos militares y espacios protegidos y las especies invasoras son su principal amenaza

La jarilla cabeza de gato se denomina así porque alguien vio cierto parecido entre la forma de sus frutos y la cabeza de un gato. Su nombre científico es Helianthemum caput-felis, que  viene de Helios, sol, y caput felis, traducción latina de cabeza de gato. La jarilla es una especie heliófila que precisa de sol y no prospera por eso bajo los pinos. De hecho, plantar pinos en los lugares donde está sería una amenaza para ella.

 

Este arbusto bajo existe en algunas costas mediterráneas occidentales, entre las que destacan las del norte de África, donde se encuentra en Marruecos, pero exclusivamente entre cabo de Agua y Cabo Tres Forcas, y Argelia, donde está presente en la playa “de los andaluces” en Orán.

 

En la península ibérica se encuentra también en el levante español y en Baleares, en puntos concretos donde ha sobrevivido a la expansión urbanística de la costa, que ha llegado a los barrancos, lugares habituales donde la especie prolifera en rodales que pueden ser de 800 pies de plantas en el caso de Melilla.

 

Estaba presente en las colinas y acantilados cercanos al mar y terrenos arenosos en lugares mediterráneos peninsulares, pero la urbanización de la costa ha diezmado su presencia. Comparando las cantidades presentes antes y después del boom de la construcción de la costa mediterránea el siglo pasado, que llegó hasta los barrancos y torrenteras más inclinadas, la población de Helianthemum caput-felis en el litoral español casi ha pasado a ser testimonial.

 

Por este motivo se la ha calificado en el Catálogo Español de Especies Amenazadas como especie vulnerable. Si no se hace algo al respecto, entrará en el futuro en la categoría de especie en peligro de extinción, por lo que su estatus reclama la atención de la Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad, la responsable de su conservación, junto con todos los melillenses como herencia recibida de las generaciones anteriores.

 

En Melilla cubría todo el norte de la ciudad, muy cerca de la línea de costa, en la ZEC de Aguadú, aunque encima de los acantilados está presente prácticamente desde  el polvorín hasta la valla perimetral, continuando por el barrando del Quemadero y de allí hasta el mismo río de Oro por las colinas que rodean al arroyo Tigorfaten a través de la segunda ZEC melillense, la del barranco del Nano.

 

Se trata de una especie a la que le gusta el sol, es heliófila, y por tanto, no prospera a la sombra de los pinos. En el caso de Melilla su ubicación en terrenos militares la ha librado de la especulación urbanística, que ha sido su amenaza principal en la península, pero no por ello está libre de amenazas.

 

No existe ningún estudio que sirva de base para la elaboración de un Plan de Conservación de la especie, obligatorio para todas las especies vulnerables según la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad española.

 

Pero Guelaya ha trabajado en su defensa estos años adaptando la técnica de viverismo desarrollado en la península para su reproducción desde semillas, pero comprobando además que es mucho más rentable el trasplante de esquejes, por lo que se han recogido semillas locales y esquejes y se han multiplicado y reintroducido para comprobar que en el caso de que sea necesario puede ser replantado en Melilla con genoma propio, ya que los estudios genéticos demuestran que presenta diferencias con las plantas del Levante, más relacionadas con las especie en las Baleares.

 

Replantar jarillas cabeza de gato con plantas de la península sería no solo un error, sino también un atentado contra su conservación por hibridarla con plantas peninsulares, ya que la polinización es cruzada gracias a insectos. Además no es necesario recurrir a plantas de la penísula porque Guelaya dispone de plantones para su reintroducción a disposición de la Ciudad.

 

Solo se ha realizado un censo global de la especie en Melilla por parte del grupo de especies protegidas del Campus de Melilla hace algunos años, con el que Guelaya colaboró en el trabajo de campo. Para conocer su tendencia en Melilla, si hay más o menos que antes, hay que volver a repetir el censo.

 

Llama la atención que cuando está presente la “vinagreta”, nombre con el que se conoce en Melilla a la Oxalis pes-caprae, una especie invasora, la jarilla desparece de la ZEC del barranco del Nano.

 

La “vinagreta” es propia de lugares nitrofilados, que ocupa junto con otras especies oportunistas en una explosión de flores tradicionalmente en enero-febrero, y con el cambio climático, antes. Su presencia impide que la jarilla prolifere, porque parece que compite mal por el suelo, estando presente donde apenas otras especies crecen en suelos pedregosos.

 

La vinagreta no solo nos informa sobre dónde están los suelos nitrofilados, sino que se trata de una especie incluida en el Listado Español de Especies Invasoras, por lo que su presencia en los espacios protegidos debería ser tenida en cuenta para su eliminación como medida de conservación, pero no existe ningún plan de manejo aprobado en la Ciudad sobre sus espacios protegidos.

 

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Campaña divulgativa de Guelaya sobre las especies protegidas de Melilla

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Durante el verano de 2019 Guelaya Ecologistas en Acción ha tomado la iniciativa de divulgar en los medios de comunicación de Melilla los valores naturales de la ciudad en forma de especies animales y vegetales que poseen la suficiente singularidad o problemática para ser consideradas especies protegidas de acuerdo a la legislación europea y española, especialmente las especies consideradas “en peligro de extinción” y “vulnerables”.

 

Se trata de darlas a conocer, de ser conscientes de su importancia ecológica, de los peligros que las han llevado a formar parte del Catálogo de especies amenazadas, y del papel que la Ciudad Autónoma tiene para poner en valor el patrimonio natural de Melilla como una herencia compartida por todas las personas de Melilla, con las que nos antecedieron, hace siglos y milenios, y las que vendrán en el futuro y todavía no están con nosotros.

 

Estos son los enlaces a los artículos sobre cada especie. En esta primera entrega presentamos a la lapa gigante o Patella ferruginea, que goza de la misma categoría de conservación que el lobo, el lince ibérico o el águila imperial.

Patella ferruginea

Gaviota de Audouin

Jarilla cabeza de gato

 

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Este sábado 18/02/17 plantación y asamblea en el Campus

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Este sábado seguimos con el calendario forestal, y esta vez la plantación es en el Campus universitario, y más temprano que de costumbre, a las 10:30, pues a las 12:00 tenemos asamblea. En el Campus, como en años anteriores, aprovecharemos para plantar especies protegidas de la flora autóctona de Melilla, en concreto la jarilla cabeza de gato (Helianthemum caput-felis), la jara de Cartagena (Cistus heterophyllus) y el chumberillo de lobo (Caralluma europaea). El Campus universitario es un lugar idóneo para estas plantas, pues al ser un recinto cerrado se les puede prestar más atención y cuidados y además así los alumnos pueden tener contacto directo y conocer de primera mano las especies más valiosas del patrimonio natural de Melilla. Desde Guelaya queremos agradecer a los responsables del Campus que nos permitan un año más realizar esta actividad dentro del recinto.

Nos vemos allí!!

cartel-18-02-17

Plantación de especies protegidas en el vivero de Guelaya el sábado 09/04/2016

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Mañana sábado a partir de las 12:00 haremos la última plantación de la temporada, y será otra vez con dos de nuestras plantas más emblemáticas, la jara de Cartagena (Cistus heterophyllus) y la jarilla cabeza de gato (Helianthemum caput-felis), dos especies en peligro de extinción y protegidas por las leyes ambientales europeas.

Estas especies están presentes en los espacios naturales de Melilla, aunque había desaparecido de muchas zonas en las que anteriormente crecían con normalidad. Guelaya lleva varios años trabajando por recuperar las poblaciones de estas plantas y haciendo que los melillenses las conozcan y valoren como algo suyo, ya que el patrimonio natural de Melilla es algo de lo que debemos sentirnos orgullosos para protegerlo como se merece.

cistus y caputfelis florecidos

En la plantación de mañana trabajaremos en el exterior del vivero, donde plantaremos ejemplares ya adultos y en plena floración, y en el interior del vivero, donde prepararemos las semillas y los materiales necesarios para que la próxima temporada podamos volver a disponer de nuevas plantas para proseguir con nuestra labor.

Mañana tendremos ocasión también de observar la evolución de los ejemplares que hemos plantado en anteriores temporadas; muchas de estas plantas ya están en plena floración, y el aspecto que presentan nos anima a continuar con nuestra labor en pro de la naturaleza de Melilla.

Os esperamos mañana en el vivero, una buena ocasión para disfrutar de la primavera.

Mañana sábado 20/02/2016 plantación en el vivero si nos deja la lluvia

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El sábado 20 de febrero, mañana, está marcado en el calendario de reforestaciones como día de plantación, pero anuncian lluvias copiosas, por lo que hemos juzgado que vamos a plantar en una zona próxima al vivero por si lo tenemos que suspender. En la zona del río más cercana al vivero llevamos realizando un trabajo continuo de regeneración de márgenes fluviales desde hace varios años que poco a poco está dando sus frutos; aprovecharemos la jornada de mañana para seguir con la labor, y si hay que suspender la plantación por la lluvia, seguiremos con el trabajo de preparación y plantación de semillas en el interior del vivero, así como las tareas de mantenimiento de las instalaciones que comenzamos el pasado sábado.

Quedaremos a partir de las once y media; para los que no sepáis dónde está el vivero os dejamos la localización del Google maps, esperamos que os sirva.

https://www.google.es/maps/@35.2951078,-2.9663853,218m/data=!3m1!1e3?hl=es

 

cartel plantaciones (1)

Calendario forestal de Guelaya 2015-2016

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Después de un mes de noviembre extraordinariamente cálido y poco lluvioso, tal como marcaban las predicciones, por fin las últimas lluvias empiezan a notarse en los resecos campos de Melilla; es el momento de inaugurar la temporada de reforestaciones de Guelaya. Además, son muchas las instituciones que nos apremian a marcar las fechas de plantación, para tenerlas en cuenta a la hora de planificar sus propios calendarios de actividades. El hecho de que muchos vecinos de la ciudad también nos pregunten por las plantaciones de este año nos demuestra que esta actividad por fin despierta el interés de los melillenses en general.

Este año, además de plantar las especies forestales habituales se continuará con la campaña de plantación de las dos especies protegidas de Cistáceas, la jarilla cabeza de gato (Helianthemum caput-felis) y la jara de Cartagena (Cistus heterophyllus), y comenzaremos a plantar otra especie protegida, el chumberillo de lobo (Caralluma europaea).

La mayoría de las jaras plantadas en las anteriores temporadas ya han alcanzado la etapa de la floración, como la planta que ilustra el cartel de este año, con lo que ya serán ellas mismas las que con sus semillas, y de forma natural, se sigan extendiendo sobre el terreno. Era nuestro objetivo principal cuando comenzamos con la campaña; ahora comprobamos con satisfacción que este objetivo se está cumpliendo.

Dedicaremos además especial atención este año a las especies vegetales invasoras que afectan a los espacios naturales de Melilla. Dedicaremos tres de las fechas marcadas en el calendario para retirar tres de las especies más conflictivas. Intervendremos en las poblaciones de Carpobrotus edulis en diversos puntos de la costa, de Ailantus altissima en el Campus universitario y de Acacia retinoides en los cauces de la ciudad, una vez obtenidos los permisos necesarios.

Las fechas serán las que indican el cartel, que difundiremos en estos próximos días.

cartel plantaciones (1)

 

 

 

 

Botánicos de las universidades de Valencia y Cagliari visitan Melilla para conocer el trabajo de Guelaya con el Helianthemum caput-felis

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Los botánicos Jaime Güemes, de la universidad de Valencia, y Gianluigi Bacchetta, de la universidad de Cagliari (Cerdeña), estuvieron de visita en Melilla para conocer de primera mano el trabajo que Guelaya-Ecologistas en Acción está realizando con la jarilla cabeza de gato (Helianthemum caput-felis).

Güemes

El doctor Güemes se puso en contacto con Guelaya para explicarnos que había tenido conocimiento de las experiencias que estábamos realizando con el Helianthemum caput-felis, tales como la reproducción en nuestro vivero forestal, las plantaciones populares en la LIC del Nano y los esfuerzos para dar a conocer esta planta en peligro de extinción a los melillenses a través de artículos divulgativos, charlas en colegios e institutos, etc.

Jaime Güemes es doctor en ciencias biológicas, profesor titulado en la universidad de Valencia y conservador del Jardín Botánico de dicha universidad. Su trayectoria como científico experto en botánica y sus múltiples colaboraciones en publicaciones científicas han sido reconocidas por universidades de todo el mundo. En estos últimos años está realizando un estudio exhaustivo de las distintas poblaciones de caput-felis distribuidas por el Mediterráneo. En dicho estudio colabora con el doctor Gianluigi Bacchetta, profesor de botánica aplicada en la universidad de Cagliari, en Cerdeña, y cuyos conocimientos de la flora circunmediterránea han sido también reconocidos internacionalmente.

Una vez establecido el contacto, nos explicaron que su investigación sobre el Helianthemum caput-felis los había llevado a países de todo el arco mediterráneo, como Argelia, Tunicia , Libia o Grecia, y que sin embargo no habían visitado aún las poblaciones de esta planta en Melilla y sus alrededores. Además de conocer de cerca las experiencias que llevamos a cabo en la ciudad relacionadas con el Helianthemum, nos expresaron su deseo de conocer de cerca las poblaciones naturales de esta planta en las LIC del Nano y el Quemadero, así como las sitas en la península de Tres Forcas y en Ras Quebdana (Cabo de Agua y Ciento un Barrancos). Hemos hecho de guías en su trabajo de toma de datos de dichas poblaciones, que se ha realizado en el transcurso de tres días intensos tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. La experiencia ha resultado muy enriquecedora para todos los que hemos participado en ella, y ha surgido un compromiso de colaboración futura que esperamos que pronto empiece a dar sus frutos.

Helianthemum

 

Plantaciones de Guelaya en 2.015

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     En el transcurso de enero y febrero de 2015 seguimos reforestando las zonas verdes de Melilla con las especies autóctonas de la ciudad. Como siempre, todos los melillenses están invitados a participar en ellas, para colaborar en la mejora del entorno natural de la ciudad y conocer las especies más valiosas de nuestro rico, aunque maltratado, patrimonio natural.

    Este año seguimos plantando las especies forestales autóctonas de la zona, tales como el araar (Tetraclinis articulata), el acebuche (Olea europaea var. sylvestris), el labiérnago (Phillyrea latifolia ssp. media), la sabina negral costera (Juniperus phoenicea ssp. turbinata), el espino negro (Rhamnus lycioides ssp. oleoides), la retama blanca (Retama raetam ssp. bovei), el palmito (Chamaerops humilis), el lentisco (Pistacia lentiscus), la coscoja (Quercus coccifera), el espliego (Lavandula dentata) y otras muchas especies de las que conforman el largo listado de especies del bosque mediterráneo norteafricano, uno de los ecosistemas más ricos en biodiversidad del mundo. Todas estas plantas proceden de semillas que hemos recolectado en el entorno de Melilla y hemos reproducido en el vivero forestal de Guelaya hasta que han alcanzado el tamaño adecuado para su plantación en tierra.

    Pero este año estamos centrando nuestro esfuerzo en dos especies en particular, la jara de Cartagena (Cistus heterophyllus) y la jarilla cabeza de gato (Helianthemum caput-felis), a las que ya dediqué sendos artículos en su día en este mismo espacio. Las dos están incluidas en el Catálogo Español de Especies Amenazadas y, por tanto, protegidos por la legislación estatal. Las dos están presentes en la península, precisamente en la zona con el clima más parecido al nuestro, el levante español. Efectivamente, la aridez de la región murciana y el sur de Alicante y su cercanía con el continente africano ha propiciado que la flora de estas dos regiones comparta muchas especies con la del norte de África, incluyendo las dos antes mencionadas. Las duras condiciones climáticas de estas zonas han dado lugar a una flora muy especial, única en Europa,adaptada a la sequía y la insolación. La rudeza de estas especies, que les ha permitido sobrevivir hasta ahora en un entorno tan inhóspito, no ha conseguido sin embargo protegerlas del grave deterioro ambiental que ha sufrido el litoral levantino en las últimas décadas, debido a la especulación urbanística que ha sepultado estas costas bajo toneladas de cemento.

    La distribución en la península de estas especies se ha reducido hasta tal punto que la jarilla sólo sobrevive en algunos enclaves costeros protegidos. En Alicante su situación es especialmente crítica, pues la distribución de caput-felis allí se ha reducido a un pequeño enclave en cala Mosca, que además ha sufrido hace muy poco un atentado urbanístico que amenazaba con acabar del todo con esta pequeña población de jarillas. La denuncia por estos hechos ha terminado en el Tribunal Supremo, que por suerte ha dictado una resolución que favorece la salvación, por ahora, de estas últimas jarillas alicantinas. 

   Sin embargo, hasta ahora la especie que ha corrido peor suerte es la jara de Cartagena. Fue descrita por botánicos que la encontraron en la región murciana a principios del siglo pasado, mencionando que era una especie abundante en esa época. Desde entonces, nadie volvió a hablar de esta especie. Cuando se redescubrió, hace ahora veinte años, sólo quedaban diez jaras de Cartagena en toda Murcia, agrupadas en un lugar recóndito de las sierras murcianas. La fortuna quiso que se pudieran rescatar semillas en abundancia de estas plantas antes de que un incendio, de los muchos que asolaban los montes murcianos en esos años de especulación infame, destruyera estas últimas jaras. Esas semillas dieron lugar a los plantones con los que se está volviendo a restituir esta especie en la región. En Alicante, la población de jaras de Cartagena se reducía a un sólo ejemplar antes de que se comenzara a trabajar en su reintroducción. Debido a la poca diversidad genética de los plantones, todos descendientes de esas últimas jaras, el problema principal de esta especie en la actualidad en la península es su hibridación con la jara blanca (Cistus albidus).

   En Melilla, a pesar de lo reducido de su territorio, había una buena población de Helianthemum caput-felis hasta ahora, gracias a que las zonas donde vive estaban bajo la custodia del ejército. En el caso de las jarillas del barranco del Nano, cuando esta zona pasó a ser gestionada por la consejería de medio ambiente de Melilla al ser declarada LIC (Lugar de Interés Comunitario), no se le ocurrió otra cosa mejor que desbrozar sistemáticamente toda la población que había, junto con todos los caméfitos que las acompañaban. Supuestamente el motivo del desbroce era favorecer el crecimiento de los árboles que la consejería había plantado allí, procedentes de viveros peninsulares. Se da la circunstancia de que los biólogos que hicieron el informe por el que se declaró estas zonas LIC, se basaron en la presencia de estos caméfitos, sobre todo la jarilla cabeza de gato, y en su alto valor ecológico, para que Europa incluyera este territorio dentro de la Red Natura 2000. Los responsables de la consejería no se leyeron este informe, por lo visto. Toda una ironía del destino, desbrozar lo que precisamente te han encargado de proteger.

          En el caso de la jara de Cartagena, su presencia ya era muy escasa cuando se declararon las zonas LIC, pues es una especie más forestal, y estas zonas ya estaban muy deforestadas desde tiempos históricos. Las semillas que hemos usado para reproducir estas plantas las recolectamos muy cerca del Nano, justo al otro lado de la valla, en los pinares de Trifa, donde aún se conservan muchos ejemplares de esta especie.

Al hacer de estas especies las protagonistas principales de nuestras plantaciones nuestra pretensión es restaurar sus poblaciones para que nuestros espacios protegidos recuperen cuanto antes el nivel ecológico de antaño, y de paso ayudamos a que los melillenses se familiaricen con ellas y aprendan a valorarlas. es una oportunidad también para que juntos colaboremos en mejorar nuestro entorno. El hecho de que la mayoría de las personas que acuden a nuestras plantaciones lo hagan acompañadas de sus hijos nos demuestra la voluntad de los ciudadanos de Melilla de que las generaciones venideras disfruten de un entorno natural mucho mejor que el actual. Seguiremos trabajando para conseguirlo. 

     

helianthemum caput-felis 2 Jara de cartagena (Cistus heterophyllus)