Covid19
Día sin Compras, día sin Amazon
· Coincidiendo con la celebración del Día sin Compras, Guelaya-Ecologistas en Acción ha lanzado una campaña para denunciar el modelo económico de Amazon y sus fuertes impactos ambientales y sociales.
· Amazon representa la deslocalización de la producción con respecto al consumo y la acumulación de poder. Un modelo insostenible que se ha visto muy beneficiado por la pandemia y el aumento de la venta online.
· Parte del éxito de Amazon en estos momentos de crisis y malestar social, se asienta en alentar un consumo compulsivo, que casi no paga impuestos, aumenta el desempleo, destruye el pequeño comercio y se basa en la falsa idea de que el consumo da la felicidad.
Un año más, Guelaya-Ecologistas en Acción se ha sumado al Día sin Compras, una jornada de huelga simbólica de consumidoras y consumidores que se organiza, desde 1992, en todo el mundo en contraposición al Viernes Negro (Black Friday) y el Ciberlunes (Cyber Monday).
El Día sin Compras se propone como un día para reflexionar y cuestionar el actual modelo de producción y consumo que mercantiliza todas las esferas de nuestra vida.
Este año de pandemia, desde Guelaya queremos llamar especialmente la atención sobre la necesidad de rebelarnos como consumidores frente al gigante Amazon. Estamos criando un monstruo y éste acabará por devorarnos.
La sociedad sufre los efectos de la pandemia en muy distintos ámbitos. En el consumo parece haber acelerado de forma notable la implantación del comercio online, una herramienta que no está al alcance de todos los productores y comerciantes, y en la que tampoco la mayoría compite en igualdad de condiciones con la gran plataforma Amazon, la gran beneficiada por la pandemia.
La principal baza de Amazon consiste en ofrecer precios más bajos. Gracias a su ingeniería financiera casi no paga impuestos y nos vende como «barato» un producto que no genera impuestos para construir hospitales o escuelas. Nunca mejor dicho «lo barato sale caro»
Este consumo se vuelve aún más voraz e innecesario en fechas como el Black Friday y el Cyber Monday. Este año se aprovecha de la situación de depresión colectiva por la pandemia y se ofrece como un alivio momentáneo, con mensajes publicitarios que nos hacen asociar la compra de productos a añorados momentos de felicidad.
El modelo de negocio que extiende Amazon representa la deslocalización de la producción con respecto al consumo. Como consumidores debemos ser conscientes de que un producto de la otra parte del mundo que vende Amazon en Melilla a precio algo más barato que el que ofrece un comercio local, está contaminando mucho más, por mayores embalajes y mayores recorridos, que otro vendido en el comercio melillense, sobre todo si es de producción nacional.
Luchar contra la crisis climática pasa por luchar contra Amazon.
Un producto de la otra parte del mundo que vende Amazon en Melilla a precio algo más barato que el que ofrece un comercio local, está contribuyendo a que se pierdan empleos en Melilla, cierren pequeños comercios, empeoren las condiciones laborales y bajen los sueldos de sus empleados.
Luchar contra el desempleo pasa por luchar contra Amazon.
A este impacto hay que añadir, entre otros, efectos como el de la concentración de la riqueza, personalizada en Jeff Bezos, el dueño de Amazon, el hombre más rico del mundo, así como el acaparamiento de cada vez mayor cuota de mercado. Esto aporta a la compañía un gran poder a la hora de negociar, en cuanto a precios y condiciones, con los productores y comerciantes que les proveen de los bienes que distribuyen.

Por todo ello, aprovechamos el Día sin Compras para concienciar sobre un problema cada vez mayor, y anima a consumidoras y consumidores a dejar de comprar en Amazon y empezar a participar en formas de consumo que contribuyan a un mundo más justo y sostenible. En esta línea, sugerimos cinco consejos a los melillenses:
- Combate la compra compulsiva a golpe de clic. Recuerda que el consumo sostenible está basado en lo que verdaderamente necesitas.
- Cubre tus necesidades básicas sin comprar, es la solución más sostenible: repara, intercambia, comparte, crea…
- Si necesitas comprar un producto, apoya al pequeño comercio y de proximidad.
- Si no puedes comprar presencialmente, utiliza plataformas locales que unen a comerciantes de cercanía.
- Aplica criterios de compra sostenible y justa.
Guelaya y Melilla ConBici exigen una vuelta al cole con una movilidad sostenible segura


Apoyamos la recomendación sobre transporte activo de los ministerios y las CCAA y exigimos a la Ciudad inversiones para una vuelta al cole con movilidad sostenible segura
- Melilla sufre un repunte del tráfico que intensifica la violencia vial acumulando excesivos atropellos de mujeres y niños en pasos peatonales
- El derecho a ir en coche hasta el colegio es el mismo que tienen las familias que quieren ir al colegio andando o en bicicleta sin ponerse en peligro
- Solo cuatro centros educativos tienen camino escolar seguro. Es hora de invertir en seguridad vial para el conjunto de la población escolarizada.
Hay 20 millones de euros de origen europeo que llegan a Melilla para invertir vinculados al Covid-19, y asegurar un transporte activo que respete la seguridad en la escolarización de miles de escolares también en Melilla es una de las recomendaciones que han consensuado tres ministerios del Gobierno liderados por el de Sanidad con las CCAA y Ciudades.
“Se recomendará a la ciudadanía la priorización del transporte activo (andando o en bicicleta) en rutas seguras a la escuela como opción de movilidad que mejor garantiza la distancia interpersonal, siendo además una opción más saludable y que evita compartir espacios cerrados.”
La violencia vial y la necesidad de pacificar el tráfico rodado es una de las demandas sociales más antiguas de la ciudad. Todos los intentos de las entidades sociales que hemos demandado ser escuchados en las comisiones de tráfico desde hace años han caído en saco roto.
Melilla, como consecuencia del repunte de tráfico que ha seguido a las fases del desconfinamiento, ha comenzado a intensificar la violencia vial, que se está cebando últimamente en mujeres y niños atropellados en pasos peatonales.
¿Va la Delegación provincial del ministerio y la Ciudad Autónoma a defender el derecho de la ciudadanía a priorizar el transporte activo para ir al colegio?
Invertir en técnicos de infantil, como se ha anunciado, es algo que ya se hace desde hace años y se financia con dinero de los presupuestos de la Ciudad, que ha aprobado un plan de contingencia propio de donde tiene que salir el dinero para contratar a más técnicos de infantil.
El acceso seguro a los centros educativos mediante transporte activo sí es una necesidad derivada del Covid-19, porque la irracional ratio elevada de Melilla no tiene nada que ver con la pandemia, sino con la falta histórica de construcciones escolares.
España tiene una natalidad decreciente, pero la tendencia demográfica de Melilla es, en cambio, creciente; es uno de los problemas que los Gobiernos nacionales nunca han sabido ver desde hace décadas, y el Covid-19 no hace sino acrecentar las deficiencias de todo tipo, ambientales y educativas.
Guelaya y Melilla ConBici esperan que las decisiones que se tomen en Melilla sean coherentes con la recomendación sobre transporte activo consensuada y se promueva en la ciudad con dinero público.
Tan solo cuatro centros educativos han desarrollado caminos escolares seguros hasta ahora, con todas las dudas sobre su eficiencia. La mayoría de los centros de educación primaria no cuentan con entornos saludables y seguros para la movilidad sostenible, y es el momento de gastar el dinero en la seguridad de las familias de escolares, profesorado y personal no docente que quieren ir caminando o en bicicleta al colegio.

Melilla debe dar el salto del uso deportivo de la bicicleta al uso como medio de transporte
- Las medidas para ganar espacio público al peatón y al ciclista han demostrado que la ciudadanía quiere movilidad sostenible. Las medidas deben ser permanentes después del COVID 19.
- Existe consenso social, institucional y político suficientes y los instrumentos necesarios de Ciudad 30 para dar el salto hacia el objetivo de disminuir al menos un 10% el uso del coche privado en favor del transporte público, la peatonalización y las ciclovías.
- Solo hace falta que la policía local haga cumplir la pacificación del tráfico para que las personas y ciclistas perciban la vía pública como algo más seguro de como lo perciben ahora.
Para Guelaya el Día Mundial de la Bicicleta es una ocasión para reivindicar movilidad sostenible, una movilidad que se ha visto afectada en nuestra vida cotidiana por el COVID 19 y que ha venido a demostrar que la ciudad está preparada para dar el gran salto hacia los objetivos del Pacto por la movilidad que tantos años de lucha ha provocado por parte de tanta gente e instituciones.
Tenemos las herramientas que se han ido sacando adelante por consenso, sobre todo el modelo de Ciudad 30 y el avance en la peatonalización del centro, pendiente eso sí de que sea una realidad igualmente en los barrios de la ciudad.
La disposición de la ciudadanía para aprovechar las oportunidades que se le han dado al cortar de forma transitoria espacios usualmente ocupados por coches privados ha sido magnífica, como nunca antes se había hecho; miles de personas y cientos de bicicletas se han movido por aumentar la salud y la seguridad, además de por el medio ambiente y la contaminación que nos ahorramos con la movilidad sostenible.
Las medidas que se han tomado de forma provisional tienen que dejar de serlo para pasar a permanentes. No hay excusa para retroceder ahora en eso.
No es una cuestión de señales y placas de velocidad en una Ciudad 30 donde todas tienen la misma limitación, sino de todo lo contrario, de quitar las placas y señales luminosas de 40 que siguen puestas a pesar de que lleva años en el BOME publicadas las calles 30.
Va siendo hora de que las obras diseñen calles más seguras. Obras que salvan vidas porque reducirán las víctimas del tráfico. Tanto la DGT como el área de movilidad saben cuales son las medidas que tienen que adoptarse, solo hace falta ejecutarlas.
Y para ello necesitamos que la policía local colabore en un objetivo de ciudad, y que los recursos de los que se les dota con dinero público no acaben arrumbados en un garaje como el multacar. Toda la ciudad sabe que las cajas de los radares están vacías, ¿a que se espera para comprar radares y poner multas por exceso de velocidad?
El tráfico ha disminuido obligado por el confinamiento, pero tiene el riesgo de repuntar por encima del porcentaje ya alto que tenía antes del COVID 19, sobre todo por la desconfianza hacia el transporte público, la gran cenicienta en Melilla de la movilidad sostenible. Por supuesto que hay que apoyar al transporte público, pero haciendo inversiones para hacerlo competitivo, porque con subvenciones a fondo perdido llevamos muchos años.
En el Día Mundial de la Bicicleta esperamos que este fin de semana la ciclovía que se ha anunciado hace semanas sea una realidad, y podamos disfrutar de la bicicleta no solo como actividad saludable sino como medio de transporte que respeta las normas de sanidad del COVID 19.
La ciudad estableció sus objetivos de reciclaje al aprobar en el pleno de la asamblea el plan de residuos de Melilla (PIGREMEL) y está obligada a cumplir lo que se impone a sí misma.
- Guelaya presentó como alegación elevar el porcentaje de reciclaje y se aceptó el reciclaje del 50% de los envases plásticos.
- El COVID-19 ha disminuido los residuos por la bajada de actividad económica pero ha aumentado las toneladas diarias de escorias de la incineradora
- Aunque los residuos de construcción y demolición se han reducido a la mitad en el mes de abril la situación de los escombros sigue siendo un caos.
Comparando los resultados de la producción de residuos entre este mes de abril y el mes de abril del año pasado, el confinamiento provocado por la pandemia no nos está provocando ninguna ventaja ambiental.
El conjunto de residuos ha disminuido como consecuencia del cese de la actividad económica, los escombros han bajado a la mitad y se han producido 100 Tn menos de cartonajes. Pero por contra, otros tipos de residuos han aumentado, especialmente los biosanitarios, que se han duplicado, y los envases de plástico, que se han quemado en la incineradora en una cantidad casi 6 veces mayor que en el mismo mes del año anterior.
Además, la incineradora ha quemado más basura si atendemos a la producción de Tn de escorias, que pasaron de 818,58 a 887.
Estos datos ponen de manifiesto la importancia de reciclar, y las personas que aconsejan en esta materia al consejero deberían recordar que lo que dice la Ley de residuos es que las autonomías fijarán sus propios objetivos en planes de gestión. Y en Melilla tenemos el PIGREMEL 2017-2022 vigente, aprobado en el pleno de la asamblea de la ciudad y publicado al igual que su Evaluación Ambiental Estratégica.
Cualquiera puede leer las alegaciones que se le hicieron a PIGREMEL y quien las presentó. En el BOME del 28 de septiembre del 2018 vienen todas, y entre ellas, las 10 que presentó Guelaya.
Y de las dos que parcialmente se nos aceptaron, una de ellas trataba sobre el aumento de los porcentajes de reciclaje, y sí, en Melilla se aprobó que se reciclarían el 50% de los envases de plástico, y se valorizarían el 50% restante, y en estos momentos estamos reciclando menos del 20% y quemando más del 80%. Y eso es un mal dato que indica que el PIGREMEL no funciona y nos está dando problemas.
Aumentar las toneladas de escorias que se incineran y se vierten ilegalmente según nuestro criterio en el vertedero público de inertes es echar leña al fuego, porque el objetivo de reciclaje de residuos de construcción es del 90% y el actual es quizás del 10% siempre que como dice PIGREMEL se distinga entre residuo tratado y residuo reciclado.
Y colmatar el vertedero de inertes sin poner en marcha el plan de medidas específicas que PIGREMEL incluye es llevar la política de residuos de la ciudad a un casos absoluto, por que nadie va a financiar una obra pública faraónica como la ampliación del puerto, que era el destino de cientos de miles de toneladas que se llevan acumulando en la ciudad desde hace una década.
Por eso en materia de residuos, el año que ha pasado no puede ser valorado como bueno, y el COVID 19 solo ha influido en hacer visibles las deficiencias del plan y la falta de cumplimiento de los objetivos que la Ciudad se ha auto-impuesto, ahora que podemos despedirnos de las inversiones millonarias de la ampliación del puerto tras la crisis que nos amenaza por la pérdida de más del 10% del PIB nacional.
Los medios de prevención de la pandemia en Melilla como los guantes hay que evitar que pasen a convertirse en un problema en los supermercados
- Guelaya ha visitado nueve supermercados y en la mayoría de los casos el problema es más de los clientes que del establecimiento, pues en su mayoría disponen de un lugar para dejar los guantes a la salida.
- Guelaya recomienda mejorar la información al cliente, la visibilidad de los recipientes usados para tirar los guantes dentro de bolsas de plástico y la frecuencia de vaciado.
Las fotografías de fotos y vídeos de guantes tirados por los suelos en la calle y en los parking de supermercados en Melilla se han podido ver en las redes sociales durante la última semana.
Los plásticos son un problema sanitario en el momento actual, y se deben seguir las instrucciones que el Gobierno ha dado a través del ministerio de sanidad. Son igualmente un problema ambiental, porque en el caso de los residuos biosanitarios y del coronavirus no son reciclables, y por tanto deben ser incinerados o pasados por autoclave en el caso de que sean reutilizables.
Por eso es importante la gestión de los guantes que usamos para prevenir el contagio, y desde luego hay que evitar sobre todo que en lugar de ser un remedio preventivo, se conviertan en un vector de contagio.
Guelaya ha visitado 9 supermercados de 6 cadenas instalados en Melilla, y sin ánimo de dar publicidad ni buena ni mala a ninguno de ellos ha concluido que en la mayoría de los casos la aparición de guantes en el suelo en las proximidades de los supermercados se deben a la falta de actitud cívica de los clientes que a otra cosa, aunque algunos establecimientos deben mejorar ostensiblemente el servicio que ofrecen en este sentido porque hemos observado diferencias notorias entre unas cadenas y otras.
En cuanto a la información al consumidor, la mayoría de los supermercados ha optado por carteles en las entradas, no siempre bien visibles, aunque en un caso una empleada informa individualmente a la entrada. También lo hay en los que no hay ninguna información.
Por ello recomendamos a las cadenas que hagan lo posible por mejorar la información a los clientes sobre no tocar los productos sin guantes y que los depositen en las papeleras especialmente dedicadas para es ese uso.
En la mayoría de los casos se ofrecen solo guantes, aunque en 3 casos se ofrece tambien gel y en un caso no se ofrece nada. Recomendamos a las cadenas que en todos los casos ofrezcan a sus clientes al menos guantes y siempre que puedan ofrezcan gel.
En todos los casos menos uno los supermercados ofrecen papeleras para dejar los guantes a la salida, aunque con diferencias. Las papeleras o bien lo son, o se adaptan otros recipientes que no lo son y no en todos los casos tienen una bolsa de plástico. Es importante que las papeleras tengan bolsa de plástico para que al retirarlas no haya que tocar los guantes depositados, por protección de las personas que trabajan en este tipo de establecimientos.
En un caso que las papeleras no tienen bolsas de plástico las cajeras las ofrecen si se le solicita para el uso de los guantes individuales. Recomendamos a los clientes que pregunten en caso de duda dónde hay que dejar los guantes y si hay bolsas de plástico para meterlos dentro.
Otro problema observado ha sido que no se revisa el recipiente de los guantes, y tras llenarse provoca que se tiren al suelo y se queden allí bastante tiempo, incluso días, junto a las cajas de cartón que se ofrecen como recipiente. En otros supermercados las papeleras tienen plásticos pero son pequeñas y se llenan enseguida, por lo que recomendamos que se revisen frecuentemente a lo largo del día, porque en algún caso parece que pasan los días sin que nadie vacíe las cajas.
Guelaya invita a las personas de Melilla a recoger plásticos en sus paseos por la playa de Horcas
- La limpieza de playas de la convocatoria internacional Clean up the Med que organiza Ecologistas en Acción en Melilla a finales de mayo ha sido desconvocada por el coronavirus.
- El plan de playas no se ha iniciado todavía a la espera de las decisiones de las autoridades sanitarias, así que la playa de Horcas fuera de su zona de baño depende de las recogidas de plásticos que los melillenses queramos hacer
- Se ha instalado un contenedor amarillo para recoger envases plásticos que los ecologistas vemos como una oportunidad para recoger basuras marinas en donde nadie lo va hacer.
Guelaya espera que los plásticos sean objeto de una política de prevención de basuras marinas
Debido al confinamiento ordenado por la alerta sanitaria del corononavirus, Guelaya ha suprimido sus actividades desde el 8 de marzo pasado, entre ellas una limpieza de playas en Horcas Coloradas en la segunda quincena de abril. Ahora recibimos la noticia de que la convocatoria internacional de Clean up the Med se suspende, y por tanto la limpieza de playas que venimos organizando a finales de mayo en coordinación con dicha convocatoria también ha sido suspendida por el mismo motivo.
Sin embargo, la posibilidad actual de pasear por Horcas Coloradas está invitando a algunas personas adultas acompañadas de menores a recoger espontáneamente basuras marinas arrojadas en el mar.
La playa de Horcas tendrá un plan de limpieza en su zona de baño, pero no lo tiene al menos en el medio kilómetro final. En el mes de diciembre se realizó la última limpieza de la playa en donde se constató un aumento de la cantidad de basuras marinas plásticas y herrumbres con respecto al año anterior, pero desde entonces no se ha producido ninguna nueva limpieza por lo que se ha acumulado gran cantidad de basura marina desde hace cinco meses aunque la mayoría, al ser plástico, es abundante más por su volumen que por su peso.
Ayer viernes 8 de mayo se puso junto a la playa de Horcas un nuevo contenedor amarillo, que hasta el momento faltaba (solo había uno marrón y uno azul). Por tanto ahora se crea la oportunidad de retirar basuras marinas de la playa sacadas en su mayoría por el oleaje y depositarlas en un contenedor amarillo para su reciclaje.
Por ello desde Guelaya queremos invitar a las personas que habitualmente participan en las limpiezas de playas en Melilla y a las que se quieran sumar a que vayan a pasear a Horcas con bolsos y aprovechen para recoger plásticos de envases y los depositen en el contenedor amarillo.
La consecuencia de no coger estos plásticos ahora es que con el sol se vayan fragmentando y dentro de un tiempo se hayan convertido en microplásticos, muy difíciles de recoger.
Por tanto, hasta que se pongan en marcha medidas preventivas por parte de la Administración y se prohíban los plásticos de usar y tirar lo mejor que podemos hacer es recogerlos en nuestra playa pues al no ser zona de baño nadie los recoge.
La industria del plástico está intentando aprovechar la pandemia del coronavirus especialmente en Europa para retrasar los planes ya aprobados de prohibición de plásticos de usar y tirar y no se puede aceptar una marcha atrás en esta materia.
La desescalada necesita un plan de movilidad en Melilla basado en el PMUS
- Guelaya espera que el área de Movilidad concrete medidas de movilidad sostenible para evitar un repunte del abuso del coche privado en la ciudad.
- La sostenibilidad tiene tres patas, la ambiental, la social y la económica, y si la Ciudad quiere tener un plan de desescalada tendrá que tener en cuenta al medio ambiente
- La vicepresidenta del gobierno Teresa Rivera ha pedido a los municipios que adopten medidas para promover la bicicleta, y la Red de ciudades que caminan, de la que forma parte Melilla, ha propuesto medidas para promover los desplazamientos caminando.
No es posible concebir un plan de desescalada del confinamiento sin una visión ambiental del problema que se concrete además en un plan de movilidad sostenible. En Melilla este plan tiene que estar basado en el PMUS (Plan de Movilidad Urbana de Sostenible), que ya está aprobado y consensuado en el Pacto por la Movilidad. Es el momento de tomar decisiones para la semana que viene, no para el año que viene.
El repunte en el abuso del coche privado después del confinamiento ya es un dato en las encuestas que se están haciendo, como la del RACE, que prevé que una parte de los desplazamientos laborales que se realizaban en transporte público van a hacerse en coche privado, y los entornos contaminados se está demostrando que aumentan la letalidad del Covid19.
Ahora más que nunca hay que apoyar al transporte público, porque en el caso de Melilla a la desconfianza se le añade que el usuario de frontera no está para utilizarlo. Por ello Guelaya ve imprescindible que se adopten medidas para promover la movilidad sostenible
Se trata de propuestas de bajo coste o incluso coste 0, que se pueden hacer con vallas y pivotes, como mantener tramos de carreteras cerradas al tráfico que ya lo están, como el Dique Sur y el paseo de Horcas Coloradas.
Cortar el tráfico en la calle la Legión y continuarla sin tráfico con el acceso al paseo marítimo.
Cortar un carril de la Avenida y la calle Margallo en horario de tarde noche para crear un corredor peatonal para después de la ruptura del ayuno desde el rastro a la plaza España.
Y por supuesto desarrollar los corredores ciclistas y peatonales para acceder desde el centro a los barrios del norte y oeste, además de terminar el primer corredor, al que le falta solo cortar los Altos de la Vía mientras que dure la desescalada y se puedan hacer las obras previstas en el PMUS.
La Red de Ciudades que Caminan, a la que pertenece Melilla, orienta a todas las ciudades que forman parte de la Red con medidas tácticas de urgencia como éstas, ganar espacio peatonal para asegurar el distanciamiento social en paseos y desplazamientos laborales.
Guelaya apoya e insta al gobierno de la ciudad a instaurar las mismas medidas que se están promoviendo en el resto de España, tanto en grandes ciudades como pequeñas. Medidas como:
- Convertir el mayor número posible de calles en espacios sin tráfico a motor, limitando su uso al estrictamente necesario para el acceso a garajes, abastecimiento comercial, traslado de personas con movilidad reducida y seguridad pública, con la velocidad limitada a 10 km/h.
- Crear espacios compartidos con prioridad peatonal y máxima velocidad 20 km/h, recurriendo para ello al empleo de la señal S-28 (Zonas 20).
- En aquellas calles donde no sea posible aplicar las recomendaciones anteriores, aumentar sustancialmente la anchura de las aceras suprimiendo líneas de aparcamiento y/o carriles de circulación. Ha de tenerse en cuenta que para cumplir con la denominada “distancia social” de 1,5 metros en el cruce con otra persona necesitaremos aceras como mínimo de 3 metros.
El Ministerio de Transición Ecológica ya ha instado a la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para que fomenten la movilidad ciclista con medidas que en Melilla ya se han avanzado pero no se cumplen por falta de voluntad política como limitar la velocidad máxima a 30 km/h., o reservar el carril derecho para las bicicletas coincidiendo con las propuestas de la Red de Ciudades que Caminan .
Melilla no se puede quedar otra vez atrás negándose a hacer lo que es moneda común en toda España, tomar decisiones excepcionales en momentos excepcionales. No se puede dejar pasar esta ocasión.
Melilla necesita AHORRAR agua para que llegue a todas las personas
- Guelaya hace un llamamiento a todas las administraciones y a los usuarios para ahorrar agua ante el aumento del consumo provocado por la pandemia, que ya genera problemas en el suministro.
- La ciudad de Melilla duplica sobradamente la media española de la tasa de consumo de litros/habitante/día
- Mientras que el campo de golf, la granja escuela, los viveros de Talher y el parque forestal se rieguen con agua potable, poca voluntad de ahorro se demuestra
Desde que comenzó el confinamiento, la consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad ha anunciado un aumento progresivo del consumo de agua en la ciudad, primero de 3000 a 4000 m3 diarios y recientemente de 4000 a 5000 m3 pasando del 10 al 15% de aumento.
Ha aumentado el consumo de agua a pesar de una disminución de la población que trabaja en Melilla debido al confinamiento con la península, y al cierre de la frontera, con miles de personas menos, y a pesar del cierre de comercios y otras actividades, y al cierre de centros educativos e instalaciones deportivas que consumen grandes cantidades de agua. A pesar de todo esto el consumo sigue aumentando de un 10% en marzo al 15% a finales de abril.
Y todavía no hemos escuchado ni una sola palabra de los responsables de la gestión del agua recomendando el ahorro para disminuir el consumo, motivo por el que Guelaya se ve obligada a hacerlo.
La tasa de consumo de agua en Melilla es cercana a los 400 litros por habitante al día con toda la actividad de la ciudad a pleno rendimiento. Y la media española es inferior a 200 litros/habitante/día. En Melilla gastamos más del doble de agua que cualquier familia española.
Todas las soluciones que se han aportado históricamente han sido orientadas hacia el aumento de oferta ante el aumento de demanda. Pasamos a tener desaladora para poder tener agua 24 horas y de calidad para beberla.
Y con el aumento de población que la ciudad ha tenido en los últimos 20 años, los recursos hídricos disponibles se han ido quedando pequeños hasta el punto de comenzar otra vez a tener problemas para el abastecimiento las 24 horas de agua a toda la población, y las medidas para resolver el problema siguen siendo las mismas que no han funcionado en medio siglo, aumentar la oferta de agua ampliando la desaladora, y seguir sacando agua de pozos exhaustos con acuíferos sobreexplotados históricamente. La lucha contra las fugas están dentro de lo adecuado, en un 20%, o se elevan el 30% o más, sin que nadie sea capaz de afirmar donde se gasta el agua y donde se pierde.
Regamos con agua potable el parque forestal, la granja escuela y los viveros de Talher a pesar de tener alternativas técnicas para ello. Regamos el campo de golf con agua de pozo. Y el proyecto de reutilizar aguas terciarias para riego del parque Hernández, iniciado hace muchos años, sigue sin funcionar.
Seguimos sin noticias de un plan de ahorro que nos permita un ahorro del 10%, suficiente para garantizar el suministro a la población hasta que con suerte, dentro de 3 años, funcione la ampliación de la desaladora. Ni siquiera un contrato menor para que una empresa especializada con experiencia diga cuando y como podemos ahorrar agua.
Guelaya exige a la ciudad autónoma y a todas las administraciones públicas de la ciudad un plan de ahorro de agua urgente que permita el abastecimiento las 24 horas de agua justamente ahora que es más necesaria que nunca, porque los 5.000 m3 diarios de más no se van en lavarse las manos.
La sostenibilidad es una mesa que tiene tres patas: la ambiental, la social y la económica, y cualquier intento de salir adelante con solo dos, dejando fuera lo ambiental, corre el peligro de no ser sostenible.
Covid19 y medio ambiente en Melilla. 2.Promover las modalidades sostenibles de desplazamiento alivia la alerta sanitaria, ahorra dinero público y beneficia al medio ambiente
- Dejar el coche aparcado beneficia a toda la sociedad.
- Un menor uso del coche privado reduce el número de víctimas de tráfico pero no fue así el año pasado en Melilla.
- Menos coches quiere decir mejorar la salud colectiva, disminuir los gastos sanitarios y mejorar la calidad del aire. Es el momento de apostar por la modalidad sostenible y aplicar las medidas del PMUS
- La Ciudad debe apostar ahora por el plan de movilidad urbana y promover desplazamientos sostenibles desarrollando los corredores peatonales y para bicicleta y manteniendo a la COA y a los taxis como transporte público.
Los datos
Durante 2019 se registraron un total de un total de 371 accidentes de tráfico con víctimas, 21 más que en 2018, más del triple de afectados actualmente en la ciudad por coronovarinus. En 2018, sin embargo, el tráfico provocó tres fallecimientos, uno más que los actuales fallecidos por el coronovirus y esperamos que así se quede esa dramática estadística.
Sin embargo, el consumo de combustible en la ciudad viene disminuyendo en los últimos años, especialmente en el caso del gasoil, en parte por la disminución de actividad económica y comercial en la ciudad, que implica transporte interno de mercancías, y en parte por la tendencia del mercado a comprar menos coches diésel.
Sin embargo, esta disminución del consumo de combustible no ha venido acompañada de una disminución de víctimas del tráfico, que pueden significar incuso más fallecimientos anuales y más víctimas. El gasto sanitario que viene acompañado del tratamientos de las víctimas también es importante.
En el mes de marzo se ha detectado una disminución de combustible en gasolineras del 27%, aunque el dato del mes de abril servirá mejor para valorar la disminución del uso de coche privado en la ciudad. La disminución del consumo de combustible sí está mejorando la calidad del aire con una disminución de las emisiones contaminantes, especialmente en NO2. La disminución de contaminación atmosférica disminuye a su vez la letalidad del coronovarius.
Desgraciadamente la Ciudad no tiene información que ofrecer sobre porcentaje de disminución de tráfico en la ciudad.
Faltan datos. Guelaya los ha solicitado, porque el cálculo de la policía local que se utilizó para el diagnóstico del plan de movilidad urbana es de hace casi 2 décadas. Tenemos un plan de movilidad pero no se está evaluando y tampoco se está calculando el porcentaje de disminución de tráfico rodado como efecto del coronavirus.
Los datos sobre desplazamientos internos del Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana no permiten comparar los datos de Melilla con otras provincias desde el 15 de marzo ni distinguen desplazamientos en coche, en bicicleta o andando.
En Melilla se ha reducido entre un 49% y un 63% el tráfico. En la mayoría de ciudades se ha reducido entre un 50% y un 60%, como por ejemplo Badajoz, Teruel o Pontevedra. Provincias con poca población con menos desplazamientos que Melilla también las hay, como Ávila o Segovia. Ciudades grandes intermedias como Sevilla, Zaragoza Valencia presentan reducciones más frecuentes entre -60% y 70% sobre todo la primera quincena de marzo. En ciudades grandes como Madrid y Barcelona disminuyen más los desplazamientos, hasta -84 y -81 con la mayoría de los días con reducciones de 70% o más, sobre todo la primera quincena de marzo.
En general los datos muestran una relación entre el tamaño de la población y los desplazamientos. La conclusión principal es que la reducción de desplazamientos es mayor en las grandes ciudades, pero estos datos no diferencian desplazamientos en coche, COA, caminando o bicicleta.
El PMUS incluye las medidas que hay que promover para disminuir el uso del coche privado, algunas a coste 0, está aprobado ya y cuenta con un Pacto por la Movilidad que lo apoya. No se entendería que ahora en pleno confinamiento no se promuevan los corredores peatonales y ciclistas para aumentar los desplazamientos sostenibles.
No terminar el itinerario ciclista ya comenzado por los “Altos de la Vía” o no preparar el PGOU para promover los itinerarios que van a las barriadas del norte y oeste de la ciudad sería imperdonable.
También por estos motivos Guelaya Ecologistas en Acción hace un llamamiento a las personas de Melilla para promover la movilidad sostenible en tiempos de coronavirus y a sumarse a la acción global del viernes 24 a la 22 h que se desarrollará en todo el mundo para protestar por la inacción política ante los problemas que nos afectan a todas las personas.
Covid19 y medio ambiente en Melilla. 1.Calidad del aire y producción de energía.
- Ahorrar electricidad y producir energías renovables es liberar dinero público para el coronovirus
- El ahorro de energía reduce la contaminación atmosférica. Los datos apuntan hasta ahora que la letalidad del Covid19 aumenta en las regiones con mayor contaminación del aire.
Los datos
El 95% de la electricidad en Melilla la produce ENDESA emitiendo al año las emisiones correspondientes a 45.590 Toneladas de combustible (cálculo de 2018).
El coste del Mwh en la península era en 2018 de 50-60 € y en Melilla de 200 €. El 50% lo paga el Estado y la Red Eléctrica. Con una producción de 216.495,202 Mwh en 2018 ENDESA nos costó a los españoles para producir electricidad en Melilla más de 2 millones de euros (2.164.9520,2).
Los datos científicos recogidos en Europa hasta el momento apuntan a un aumento de la letalidad del coronavirus en las regiones más contaminadas (Lombardía en Italia con una mortalidad del 12% frente al 4% en el resto de regiones).
Para cumplir los compromisos de París con base científica sobre la emergencia climática hay que producir un 10% menos de emisiones a la atmósfera este año, según el Observatorio de la Sostenibilidad de España.
La contaminación atmosférica produce en España al año 10.000 muertes prematuras, la mitad de los fallecimientos actuales por coronavirus, y provoca un gasto sanitario muy importante.
El confinamiento del coronavirus en Melilla está produciendo SOLO un 6% menos electricidad desde marzo.
El presupuesto de consumo eléctrico de la Ciudad Autónoma presupuestado para 2020 es de 5 millones de euros. Un 10% de ahorro de consumo eléctrico es medio millón de euros.
Necesitamos ahorrar al menos el 10% de electricidad todos los años.
¿Para qué?
Para ahorrar al Estado este año aproximadamente 200.000 euros y reducir el déficit público que nos va a aproximar a la bancarrota cuando termine la pandemia.
Para reducir las muertes por contaminación atmosférica.
Para cumplir con la emergencia climática y reducir las emisiones de C02 y otros contaminantes nocivos para la salud y los ecosistemas.
¿Cómo?
Ahorrando electricidad, cada uno en su casa gastando solo lo necesario, no derrochando. Apagando luces, y exigiendo a la administración que disminuya su presupuesto en consumo eléctrico.
Generando energías renovables, favoreciendo su instalación modificando los permisos de obras para agilizarlos y hacerlos más baratos (consejería de Infraestructuras)
Generando energías renovables invirtiendo los fondos FEDER asignados a ello en los edificios públicos (Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad) y dirigiendo el mayor número posible de subvenciones para crear empleo en instalaciones domésticas (Plan de Contingencia, consejería de Hacienda).
Modificando la tecnología de los motores de ENDESA para 2022, año en que termina la concesión de la CD ENDESA , ahorrando y disminuyendo un 18% las emisiones de CO2 (25.600 Tn año), un 81% las emisiones de NOX (2405 t) , un 88% las de SOX (641 t) y un 89% de partículas P2.5 (54 t)
Y por qué más
Porque el pleno de la Asamblea de Melilla aprobó por unanimidad de todos los partidos en 2019 estas medidas en la declaración del plan de emergencia climática de Melilla, y hay que cumplir lo que se firma.
Y para ello
Guelaya llama a los melillenses a sumarse a la acción global que se realizará el próximo viernes 24 de abril a las 22 h en protesta por la inacción ante las alertas y emergencias que provocan pérdidas de vidas humanas de forma insostenible.
En este enlace podéis sumaros a la #AcciónGlobalporelClima24A :
Acción Global por el Clima 24 de Abril
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