envases plásticos

Guelaya exige medidas a la Administración para evitar las basuras marinas. Las limpiezas voluntarias como la de hoy en la cala de Trápana no solucionan el problema de las basuras que llegan al mar

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  • Según los datos de productores españoles de agua envasada, a las 85.000 personas censadas en Melilla le corresponden anualmente el consumo equivalente a más de 2 millones de garrafas de 5 litros al año, equivalentes a 161 toneladas de plásticos

 

  • Guelaya Ecologistas en Acción, de acuerdo con entidades europeas, reclaman agua de grifo de calidad para no tener que comprar agua embotellada y un sistema de retorno de envases para cumplir con los objetivos europeos de reciclaje

 

Hoy domingo está convocada por Guelaya una nueva sesión de limpieza voluntaria de basuras marinas, en esta ocasión en la histórica cala de Trápana. La limpieza cuenta con la colaboración de la Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad, a quien queremos agradecer su apoyo.

 

Cada vez que participamos en una limpieza voluntaria de basuras marinas recordamos a la sociedad y especialmente a la Administración que poner a la gente a limpiar playas no es la solución al problema, es una manera de reivindicar que la Administración tome medidas para resolver en este caso un problema ambiental que afecta a todos los mares y océanos del mundo y que se nos devuelve en forma de playas llenas de plásticos flotantes con los levantes.

 

Por eso, Guelaya Ecologistas en acción se une a la campaña nacional de consumo de agua de grifo como medida que hace innecesario que las personas tengan que estar comprando agua envasada o cargando garrafas de la fuente como si viviéramos en otro siglo. La mejor medida de prevención es la reducción de la basura que se produce.

 

Podría parecer exagerado decir que desde que Estopiñán llegó a Melilla el agua de grifo no se ha podido beber, pero por exagerado que parezca, se aproxima al problema de que el agua de grifo de calidad y durante 24 horas en Melilla no está resuelto en el siglo XXI a pesar de que los anuncios que se vienen haciendo desde la clase política de turno desde hace décadas.

 

Y tras la prevención, Guelaya se suma a las peticiones de un sistema de retorno de envases en España que permita llegar a los porcentajes europeos de reciclaje que en poco tiempo se van a situar en el 90% de las botella de plástico. La prohibición de los plásticos de usar y tirar o como mínimo, ponerle una tasa para elevar su precio y disminuir su consumo completa las medidas para abordar con urgencia las basuras marinas. El problema está estudiado y bien estudiado y en Melilla no vamos ahora a inventar la pólvora.

 

Los estudios realizados por “Seas At Risk”, entidad europea con la que colabora Ecologistas en Acción, estiman que en España se consumen 3.500 millones de botellas de plástico al año, pero no son solo botellas de plástico lo que acaba en las basuras marinas, tambien

  • 1.500 millones de tazas de café desechables
  • 50.000 millones de colillas
  • 207 millones de envases desechables
  • 5.000 millones de pajitas o cañas

Si atendemos a las cifras de los productores de agua envasada españoles,  en España se consumen anualmente 1.078 millones de garrafas de agua equivalentes a 5 litros (5.392 millones de litros) y un mínimo de 84.115 toneladas de plástico anuales.

 

Si hacemos el cálculo para 85.000 personas censadas en Melilla, con la media española que incluye ciudades donde el agua es de calidad, producimos millones de envases de plástico, y es responsabilidad de la Administración conseguir que no lleguen al mar y se conviertan en basuras marinas primero y en microplásticos después que se incorporarán a las cadenas tróficas y acabarán en nuestros estomágos al comer pescado.

 

cartel limpieza trápana

La ciudad estableció sus objetivos de reciclaje al aprobar en el pleno de la asamblea el plan de residuos de Melilla (PIGREMEL) y está obligada a cumplir lo que se impone a sí misma.

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  • Guelaya presentó como alegación elevar el porcentaje de reciclaje y se aceptó el reciclaje del 50% de los envases plásticos.

 

  • El COVID-19 ha disminuido los residuos por la bajada de actividad económica pero ha aumentado las toneladas diarias de escorias de la incineradora

 

  • Aunque los residuos de construcción y demolición se han reducido a la mitad en el mes de abril la situación de los escombros sigue siendo un caos.

 

Comparando los resultados de la producción de residuos entre este mes de abril y el mes de abril del año pasado, el confinamiento provocado por la pandemia no nos está provocando ninguna ventaja ambiental.

El conjunto de residuos ha disminuido como consecuencia del cese de la actividad económica, los escombros han bajado a la mitad y se han producido 100 Tn menos de cartonajes. Pero por contra, otros tipos de residuos han aumentado, especialmente los biosanitarios, que se han duplicado, y los envases de plástico, que se han quemado en la incineradora en una cantidad casi 6 veces mayor que en el mismo mes del año anterior.

 

Además, la incineradora ha quemado más basura si atendemos a la producción de Tn de escorias, que pasaron de  818,58 a 887.

 

Estos datos ponen de manifiesto la importancia de reciclar, y las personas que aconsejan en esta materia al consejero deberían recordar que lo que dice la Ley de residuos es que las autonomías fijarán sus propios objetivos en planes de gestión. Y en Melilla tenemos el PIGREMEL 2017-2022 vigente, aprobado en el pleno de la asamblea de la  ciudad  y publicado al igual que su Evaluación Ambiental Estratégica.

 

Cualquiera puede leer las alegaciones que se le hicieron a PIGREMEL y quien las presentó. En el BOME del 28 de septiembre del 2018 vienen todas, y entre ellas, las 10 que presentó Guelaya.

 

Y de las dos que parcialmente se nos aceptaron, una de ellas trataba sobre el aumento de los porcentajes de reciclaje, y sí, en Melilla se aprobó que se reciclarían el 50% de los envases de plástico, y se valorizarían el 50% restante, y en estos momentos estamos reciclando menos del 20% y quemando más del 80%. Y eso es un mal dato que indica que el PIGREMEL no funciona y nos está dando problemas.

 

Aumentar las toneladas de escorias que se incineran y se vierten ilegalmente según nuestro criterio en el vertedero público de inertes es echar leña al fuego, porque el objetivo de reciclaje de residuos de construcción es del 90% y el actual es quizás del 10% siempre que como dice PIGREMEL se distinga entre residuo tratado y residuo reciclado.

 

Y colmatar el vertedero de inertes sin poner en marcha el plan de medidas específicas que PIGREMEL incluye es llevar la política de residuos de la ciudad a un casos absoluto, por que nadie va a financiar una obra pública faraónica como la ampliación del puerto, que era el destino de cientos de miles de toneladas que se llevan acumulando en la ciudad desde hace una década.

 

Por eso en materia de residuos, el año que ha pasado no puede ser valorado como bueno, y el COVID 19 solo ha influido en hacer visibles las deficiencias del plan y la falta de cumplimiento de los objetivos que la Ciudad se ha auto-impuesto, ahora que podemos despedirnos de las inversiones millonarias de la ampliación del puerto tras la crisis que nos amenaza por la pérdida de más del 10% del PIB nacional.

 

vertedero de inertes y escorias
Escorias de la incineradora en el vertedero de inertes