pérdida de biodiversidad

Día de la Biodiversidad. Ecologistas en Acción presenta 117 propuestas para cambiar la curva de la pérdida de biodiversidad, también en Melilla

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  • Esta celebración tiene lugar cada 22 de mayo y conmemora la aprobación del Convenio sobre la Diversidad Biológica firmado ese día en 1992.

  • La inacción de las administraciones locales para evitar la pérdida debiodiversidad es especialmente patente en Melilla, donde acciones como eldesbroce y el uso de productos químicos para acabar con plantas e insectosestán normalizadas y forman parte de la gestión de nuestros espacios verdes.

El Estado español, al igual que el resto del mundo, se enfrenta a una pérdida de
biodiversidad acelerada, por lo que todas las administraciones implicadas deberían
haber aumentado el nivel de ambición y velado porque se movilizasen todos los
recursos necesarios. El desinterés mostrado por los responsables políticos, que ni
siquiera adoptaron medidas extraordinarias para intentar cumplir el objetivo de detener
la pérdida de biodiversidad en 2020, tal y como se habían comprometido, ha provocado
que nuestro país no haya cumplido ni las Metas de Aichi del Convenio de Diversidad
Biológica ni la Estrategia Europea de Biodiversidad para 2020.


Desde Guelaya-Ecologistas en Acción Melilla continuamos observando cómo la
administración local sigue autorizando acciones totalmente contrarias a esas directrices
europeas casi a diario, como el desbroce de las pocas áreas donde puede crecer la hierba
que alimenta a nuestras aves urbanas, como alcorques y descampados, en plena época
de cría además, y hechos mucho más graves, como el uso de insecticidas en las áreas
verdes e incluso en áreas urbanas sin ninguna justificación, y a sabiendas que estos
insecticidas acaban con especies aliadas de la Humanidad y tan necesarias como las
abejas o las mariquitas.


Está también normalizado el uso de herbicidas para acabar con la vegetación en la
periferia, y siguen plantándose palmeras de la especie Washingtonia sbsp. En las plazas
y paseos de la ciudad en detrimento de especies que den sombra y cobijo a la fauna. En
fin, la lista no acaba aquí, pero nuestra asociación no cejará en su empeño de denunciar
estas prácticas contrarias a la biodiversidad y continuará en su empeño de difundir
nuestro rico patrimonio natural entre la población estudiantil y de contribuir a su
expansión a través de nuestras reforestaciones y los distintos estudios sobre la fauna y
flora local en los que nos encontramos inmersos en estos momentos.


Como respuesta a esta inacción, y con motivo del Día Mundial de la Biodiversidad que
se celebra el 22 de mayo, Ecologistas en Acción presenta su informe Naturaleza con
futuro: propuestas para la conservación de la biodiversidad en el Estado español. Este
documento incorpora 117 propuestas concretas enfocadas a las principales políticas
sectoriales que deberían desarrollar las administraciones estatales, autonómicas y
locales para hacer frente a la pérdida de biodiversidad y al deterioro generalizado de los
procesos ecosistémicos de manera urgente y prioritaria.


El próximo mes de octubre se celebrará en China la COP15 de Biodiversidad, en la que,
entre otras cosas, se aprobará el Marco Mundial de Biodiversidad post 2020.
Ecologistas en Acción reclama que dicho marco mundial incluya cambios
transformadores actuando sobre el modelo económico, de producción y de consumo, y
que suponga en 10 años un auténtico cambio de dirección en el acelerado ritmo de
pérdida de biodiversidad.


No es aceptable la falta de implicación de la Consejería de Medio Ambiente y
Sostenibilidad como autoridad competente en un día como hoy donde se sigue
maltratando a la diversidad biológica de Melilla. Parece que no existen garantes del
cumplimiento de la estrategia de la UE en materia de biodiversidad biológica y en
Melilla parece mentira que 30 años después Guelaya tenga que seguir denunciando los
mismos incumplimientos legales.


Enlace al informe «Naturaleza con futuro. Propuestas para la conservación de la biodiversidad en el Estado español :
https://www.ecologistasenaccion.org/171020/presentan-117-
propuestas-para-torcer-la-curva-de-la-perdida-de-biodiversidad/

Enlace al vídeo de la presentación:

Empleo de herbicida en la periferia de Melilla

Guelaya celebró el Día Mundial de los Humedales 2021 revisando los daños en las plantaciones del río de Oro

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  • El 2 de febrero de 2021 se cumple medio siglo desde que se firmara el Convenio de los Humedales, un compromiso internacional para proteger las zonas húmedas del planeta.
  • El cambio de actitud de Europa hacia las zonas húmedas se hizo evidente con la aprobación de la Directiva Marco del Agua, que exige alcanzar el buen estado ecológico de las masas de agua en cantidad y en calidad.
  • Guelaya ha denunciado en la última semana ante todas las autoridades posibles los recientes daños a las plantaciones en el río de Oro en el proceso de renaturalización.

El dos de febrero de 2021 se cumplen 50 años desde que se firmara en 1971 el Convenio de los Humedales o Convenio Ramsar, llamado así porque se firmó en la ciudad iraní de Ramsar, a orillas del mar Caspio. Este convenio nació por la necesidad de proteger estos valiosos ecosistemas de políticas cortoplacistas e irresponsables que ya habían arrasado con buena parte de las zonas húmedas en todo el planeta.

Los humedales son vitales para frenar los dos principales problemas medioambientales que comprometen  el futuro de la Humanidad: el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Uno de los factores principales que los hacen tan valiosos para combatir el cambio climático es su papel como sumideros extraordinarios de CO2 , el elemento que de forma más activa está provocando el calentamiento del planeta.

Los países que conforman la Unión Europea dieron un giro definitivo con respecto a la gestión de estos espacios naturales con la aprobación de la Directiva Marco del Agua (2000/60/CE). En base a esta directiva, y con el apoyo del área de Agua de Ecologistas en Acción, Guelaya presentó un proyecto para renaturalizar el cauce del río de nuestra ciudad, el río de Oro, que tras muchas reticencias de las entidades locales fue finalmente aprobado en Madrid por el ministerio de Medio Ambiente hace unos años, y se encuentra en estos momentos aún en las fases iniciales de su ejecución.

El desarrollo del proyecto de renaturalización del río de Oro de Melilla, tras una primera fase de limpieza, ha continuado con la plantación de especies autóctonas que hasta el momento han sido suministradas por el vivero de Guelaya, gracias a la concesión otorgada por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG).

Sin embargo, en las últimas semanas se han producido invasiones en el cauce del río por parte de vehículos que han provocado daños inadmisibles con más de 100 plantas perdidas. Ha costado mucho trabajo y sacrificio sacar adelante estas plantas en el vivero en los últimos 2 años como para que ahora se pierdan porque no existe suficiente control del territorio por parte de las autoridades.

Guelaya ha presentado denuncias ante el Seprona, la CHG y la consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad y luchará por defender la vida en el río de Oro aunque la Administración no sepa valorar el trabajo del voluntariado ecologista cuando le sale gratis.

El Día Mundial de los Humedales 2021 es una fecha que nos debe recordar la importancia de conservar estos ecosistemas, pero para Guelaya es una fecha para invitar a las personas de Melilla a la defensa de su patrimonio natural.

Por cada planta destrozada en el río de Oro, la sociedad  civil  de Melilla responderá con 2 plantas nuevas, porque miles de personas han  demostrado su apoyo a la defensa del patrimonio natural de Melilla en reforestaciones populares que ahora deberán dirigirse hacia los humedales naturales de nuestra tierra en nuestro río.

#AccionGlobalPorElClima24A . Melilla no tiene capacidad de resolver sus problemas sin entender que somos biodependientes. (Síntesis del manifiesto consensuado por miles de entidades … en todo el mundo)

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rebelion

  • Las organizaciones firmantes de Melilla, España y el mundo participamos de la idea de la necesidad de apoyar la salida de las crisis, pero matizamos que esta no puede reproducir el modelo que nos ha conducido  hasta la emergencia sanitaria y ecológica.

 

  • Sabemos por la ciencia que la gravedad de la emergencia nos obliga a adoptar medidas muy profundas, como nuestros hábitos también de consumo

 

  • Es necesario un cambio de escala, de lo global a lo local, que ponga en el centro la reducción de las largas cadenas de transporte, la puesta en valor de modelos alimentarios en consonancia con los límites del planeta. Unos esfuerzos que deben conducirnos a una reducción drástica de nuestras emisiones, en línea con las indicaciones científicas y alcanzando la neutralidad lo antes posible.

 

Hoy, cuando toda la población sufre en carne propia la pandemia del coronavirus y sus consecuencias, se hace patente lo urgente e ineludible que es aunar esfuerzos para, solidariamente, hacer frente a la enfermedad y sus repercusiones sanitarias y sociales. Unas consecuencias que son sufridas en mayor grado por las personas y los colectivos más vulnerables, que padecen no solo la crisis sanitaria sino la precarización y el empeoramiento de sus ya poco dignas condiciones de vida.

 

Este no es momento de interferir en la lucha contra la pandemia ni de detraer recursos de ella y, por eso, esta convocatoria integrada en una coordinación internacional impulsada por el colectivo Fridays for Future bajo el marco de “Global Strike for Climate”, adopta una forma particular, situando su centro en las redes y llamando exclusivamente a la reflexión y a sentar las bases para actuaciones futuras, más concretas y contundentes.

 

Porque esta crisis de salud pública ha puesto de manifiesto que esa sensación que teníamos de seguridad absoluta garantizada por la tecnología era absolutamente falsa. Si antes de que sean evidentes sus efectos más dramáticos, no tenemos un plan, no asignamos medios suficientes, no actuamos con convicción y no seguimos las recomendaciones que nos marca la ciencia.

 

La humanidad enfrenta una emergencia climática sin precedentes en la que también es necesario actuar con la responsabilidad de proteger la vida en primer lugar. Esta defensa de la supervivencia debe llevarnos a tomar medidas ambiciosas y drásticas; en otras palabras, a asumir el estado de emergencia climática, impulsando las actuaciones necesarias, no las que se presentan como “políticamente posibles”, antes de que la situación nos desborde. Estamos al borde de un punto de no retorno marcado por una enorme pérdida de biodiversidad y por el incremento de la temperatura global.

 

Las consecuencias del cambio climático incluyen la desigualdad. En palabras del relator especial de Pobreza Extrema y Derechos Humanos de Naciones Unidas, “el mundo está en riesgo de caer en el apartheid climático, donde los ricos pagan por escapar del sobrecalentamiento, el hambre y las guerras, mientras que el resto del mundo es dejado de lado sufriendo”. Y el resto del mundo somos mayoría.

 

El calentamiento global es consecuencia directa del modelo de producción y consumo que continuamente se demuestra incapaz de satisfacer las necesidades vitales de las personas en un sistema económico que se ha paralizado ante la crisis del coronavirus.

 

Sabemos, lo dice la ciencia, que la gravedad de la emergencia nos obliga a adoptar medidas muy profundas, que lo que hagamos en esta década va a condicionar completamente el grado de calentamiento que vamos a sufrir a corto, medio y largo plazo y que, por eso, es ineludible reducir rápidamente ciertos consumos (como el energético), cambiar las pautas de transporte, acelerar la transición energética desde los combustibles fósiles a un modelo 100% renovable, eficiente, sin emisiones contaminantes y justo, especialmente desde la óptica del autoconsumo y la descentralización.

 

Solo así será posible hacer frente a las consecuencias del calentamiento global, avanzar hacia una sociedad justa y solidaria y, simultáneamente, reducir el riesgo de otras crisis que el cambio climático alimenta.

 

Firma el manifiesto en: Súmate a #AcciónGlobalPorElClima24A

 

cartel acción golbal 24 abril

 

 

Guelaya presentará propuestas a los presupuestos 2020 de la ciudad

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  • La asociación espera que por la vía de la participación consiga más objetivos medioambientales que por la presentación de alegaciones tras la aprobación de los presupuestos en el Pleno que ya realizó en 2018 y 2019.

 

Durante los dos últimos años Guelaya ha venido presentando alegaciones a los presupuestos de la ciudad justificadas por la ausencia de compromiso presupuestario en Melilla de determinadas demandas legales que tenían que ver con la conservación del patrimonio natural de la ciudad.

 

Esa situación de ausencia de inversiones en el medio ambiente no solo han tenido como consecuencia la falta de empleo verde, sino que tras 7 años de redactar un Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de Melilla y Gestión de los Espacios Naturales (PORNG) no se haya desarrollado absolutamente ninguna herramienta que permita gestionar adecuadamente, de acuerdo con algún tipo de norma, proteger y conservar de forma efectiva el patrimonio natural de Melilla o al menos, los hábitats, especies y espacios que la legislación europea obliga a conservar.

 

Por eso a los ecologistas nos sigue escandalizando que la retirada de basuras de espacios protegidos se tenga que hacer por personas voluntarias, que se siga haciendo botellón en espacios protegidos o que los vehículos sigan transitando por estos espacios sin que la administración anterior consiguiera evitarlo o al menos lo intentara.

 

  • La conservación de la biodiversidad debe ocupar un lugar central en el presupuesto de la Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad.

Si se busca en el presupuesto de medio ambiente de la ciudad una partida presupuestaria que tenga relación directa con la gestión solo se encontrarán cajones de sastre donde bajo el concepto de “otras iniciativas” y referencias semejantes se incluyen algunos cientos de miles de euros en un presupuesto global de decenas de millones de euros.

 

Las conservación de la naturaleza no existe en el presupuesto, y Guelaya no puede admitir, por ejemplo, que un contrato de varios años para controlar gaviotas patiamarillas en el casco urbano sea la medida estrella.

 

Está bien que se controle la población de una especie de gaviota que molesta a los vecinos, pero no tiene sentido que se emplee 0 euros en las especies protegidas, incluyendo la gaviota de Audouin.

 

  • La Ciudad deberá compensar la falta de desarrollo estatal en la última década del Convenio sobre Biodiversidad Biológica.

El 20 de agosto faltaba 500 días para que se cumpla el plazo aprobado por el Convenio sobre la Diversidad Biológica y la UE de detener la pérdida de biodiversidad en 2020.

 

Ecologistas en Acción ha adelantado que España fracasará en este objetivo por no haber tenido voluntad política, no haber tomado medidas eficaces para detener la pérdida de biodiversidad y haber mostrado un escasísimo interés en la conservación de la naturaleza.

 

Melilla ya ha fracasado en el cumplimiento de sus objetivos sobre conservación de la biodiversidad, al igual que España lo ha hecho en el ámbito internacional. Solo queda una salida posible, invertir en el futuro considerando que vivimos una emergencia climática que obliga a considerar una emergencia la extinción de especies porque dependemos de ellas.

 

Como reconoce el Informe de Seguimiento del Plan Estratégico del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad de 2017 (elaborado por el Ministerio para la Transición Ecológica), de los 39 objetivos, cuatro han sido plenamente alcanzados, otros tres quedan cerca de su cumplimiento, y 24 objetivos han tenido avances pero no han sido cumplidos. Por último, ocho objetivos no han tenido avances que puedan considerarse significativos.

 

Con esta inacción, los diferentes gobiernos de España han puesto en riesgo el bienestar humano y buena parte de nuestra economía.

 

Un claro ejemplo de ello son las consecuencias sociales y económicas que supone la pérdida de las especies polinizadoras, en su mayor parte insectos. Sin esos polinizadores, los daños económicos en las actividades agrarias serían terribles, ya que en España alrededor del 70 % de los cultivos para consumo humano dependen de los insectos que desarrollan la polinización.

 

Además, estos polinizadores generan múltiples productos como miel, cera o medicamentos y contribuyen directamente a la producción de fibras como el algodón y el lino, o materiales de construcción como la madera. El servicio esencial que ofrecen los polinizadores en la oferta de alimentos se valora en más de 2.400 millones de euros para la agricultura española.

 

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Recogida de residuos en la ZEC de Aguadú por parte de voluntarios de Guelaya

 

Guelaya espera que el cambio llegue al medio ambiente en Melilla

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  •  Los ecologistas estamos dispuestos a colaborar con la consejería en la defensa de la sostenibilidad de la ciudad.

  •  Las aspiraciones de la asociación para los próximos cuatro años son las mismas que se anunciaron antes de las elecciones

 

  •  Las expectativas que el nuevo gobierno ha creado son altas

 

Como siempre que se inicia la gestión de un nuevo Gobierno de la ciudad se renuevan las ilusiones por alcanzar los objetivos medioambientales que en el período anterior no se pudieron conseguir. Y después de un cambio de partido en el gobierno las expectativas aumentan.

 

La Consejería de Medio Ambiente en este inicio de legislatura puede contar con la colaboración de Guelaya para resolver los numerosos problemas que el período anterior nos ha dejado, disposición que comenzará respetando los 100 días de gestión.

 

Guelaya no puede engañar a nadie en lo que respecta a lo que va a pedir al nuevo gobierno autonómico ya que la asociación se dirigió a todos los partidos y a la opinión pública antes de las elecciones, haciendo explícita su identificación de problemas y la propuesta de soluciones para los próximos cuatro años.

 

Tres son las líneas de actuación que a juicio de los ecologistas deberían marcar la hoja de ruta de la consejería:

 

Cambio climático

El principal problema al que se enfrenta la ciudad, necesario para asegurar la sostenibilidad social y económica, es el cambio climático. Adoptar medidas para frenar el cambio climático es una condición necesaria, pero no suficiente, para asegurar el empleo y el bienestar social.

 

No es que el medio ambiente sea el problema, es que es la solución, no es que sea más importante que las personas, es que las personas dependen del medio ambiente.

 

Luchar contra el cambio climático es claramente un asunto de participación social y por ello Guelaya se suma a la petición que otras organizaciones están haciendo en toda España y en toda Europa, y en concreto a la que realizará Rebelión por el Clima Melilla.

 

En la medida de nuestras fuerzas trabajaremos desde la sociedad civil para que la clase política adopte a partir de ahora las medidas que no ha adoptado en el pasado, de acuerdo con los criterios científicos del Panel de Expertos de Cambio Climático de Naciones Unidas.

 

Pérdida de biodiversidad y contaminación

Es una consecuencia del cambio climático como problema global, pero en Melilla se acrecienta por la testarudez de 19 años de política ambiental que han tenido como consecuencia un enorme retraso en disposiciones normativas actualizadas y en servicios públicos, como saber qué contaminación atmosférica existe en la ciudad para que los alérgicos y personas con problemas respiratorios puedan saber a qué se expone, tanto  si la contaminación es propia o transfronteriza.

 

El trabajo que hay pendiente en este campo es enorme. La reglamentación de aves que se realizó en los últimos cuatro año por imperativo legal de un tribunal europeo para evitar la captura de fringílidos ha sido el único avance en los pasados 4 años.

 

Pero no tenemos ningún reglamento que proteja la flora y fauna local, ni la de los parques y jardines, incluyendo normas para hacer podas respetuosas con la gente y los árboles, ni la de los espacios protegidos, ni los planes para las especies protegidas.

 

Vertidos ilegales de escombros y basuras en general, coches que entran y salen de los espacios protegidos de hacer botellón y cosas peores son solo ejemplos de una situación que no se ha conseguido controlar hasta el momento.

 

El río de Oro

Por último pero no por ello menos importante, los próximos cuatro años deben ser el período en el que el río de Oro deje de ser un estercolero y vertedero ilegal de escombros para ser un río por donde pasa agua, viven la flora y fauna local autóctona, la gente recupera un espacio natural para su uso y disfrute de las generaciones actuales y venideras, y cientos de personas encuentran un empleo trabajando en un proyecto que ya tiene más de 2 millones de euros consignados y que debe comenzar lo antes posible.

 

parada podas
Fotografía de los árboles de Carlos de Arellano el día del cese de las podas.