Comisión Provincial de Tráfico

2020, un año aciago que se lleva por delante tres años de avances en materia de movilidad

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  • Volvemos a 2017 con una víctima mortal por la violencia vial a la espera de conocer las estadísticas oficiales del año.
  • En participación social volvemos a la casilla de salida; ni una sola reunión con entidades sociales se han mantenido  en 2020.
  • La opacidad informativa se mantiene. Seguimos sin saber cuántas multas por exceso de velocidad se ponen en Melilla y cuántas pone el multacar.

El año 2020 será recordado por muchas cosas, casi todas ellas malas, pero en materia de movilidad ha supuesto para las entidades sociales que vienen promoviendo la sostenibilidad de la ciudad un retroceso de varios años en todas las “patas” de la sostenibilidad.

Un retroceso en seguridad vial que nos devuelve a la estadística de víctimas mortales, que en 2017 provocó una contestación social que obligó al Gobierno de Melilla a tomar medidas que ahora han resultado no ser efectivas o sencillamente se han hundido en el olvido.

La transparencia informativa que se reclamó desde ese mismo año de 2017 a las autoridades para que las entidades sociales conociéramos el trabajo de la policía local y pudiéramos hacer propuestas no le ha interesado a ninguna administración hasta el momento.

Que las entidades sociales no tengamos “conocimiento” de los problemas que nos atañen va de la mano del nulo interés de la clase política local en promover espacios de participación social y debate.

No se ha convocado en 2020 ni un solo Foro por la Movilidad, y tampoco se ha admitido nuestra participación en la Comisión Provincial de Tráfico, en la que se nos informó en 2017 que podíamos participar con voz pero sin voto, y que finalmente ha derivado en la formación de un grupo de trabajo que tampoco ha sido convocado y que tenemos muchas dudas en que se convoque alguna vez, aunque ya hemos manifestado nuestra disposición a asistir.

Finalmente, en lo que respecta al Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), cuyo objetivo es disminuir el uso o abuso del coche privado, la disminución del gasto de combustible provocado por el confinamiento del COVID-19 – que llegó a ser en abril del 67.15%  y en mayo del 54.36% – en octubre es solo del 21.52%, semejante al mes de marzo donde no hubo confinamiento ni cierre de la frontera durante la mitad de ese mes.

Con esos datos, la normalización de la frontera, la actividad productiva y el doble turno escolar en 2021 nos traerá un aumento de emisiones en 2021 que según la Declaración de Emergencia climática Debería disminuir un 7% como mínimo.

Guelaya espera que su petición de convocatoria del Foro de la Movilidad y el orden del día propuesto al área de Movilidad, responsable de convocarlo,  se realice en el mes de enero y se acepte trabajar para revertir la situación actual de la movilidad interna en la ciudad.

Guelaya asistirá al grupo de trabajo sobre siniestralidad vial creado en la última sesión de la Comisión provincial de Seguridad Vial

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  • Bien está lo que bien acaba. Guelaya valora positivamente la creación del grupo de trabajo y acepta participar en el mismo.
  • La policía local ya ha manifestado a Guelaya su disponibilidad a responder a las demandas de información pública que se han realizado en años anteriores a la Consejería de Seguridad ciudadana. 
  • Por fin se abre la puerta a la presentación de propuestas de entidades sociales para la pacificación del tráfico en la ciudad

Tras años de peticiones infructuosas exigiendo participar en la Comisión Provincial de Tráfico, las distintas administraciones de Melilla aprobaron en 2019 la formación de un grupo de trabajo conjunto con las entidades Melilla ConBici y Guelaya Ecologistas en Acción.

Y ha sido este mes de noviembre cuando Guelaya ha recibido la notificación del área de Movilidad de la Ciudad Autónoma, que coordina el grupo de trabajo, y hemos contestado formalmente que aceptamos participar en la misma. Bien está lo que bien acaba; aunque llegue años tarde y no sea lo que se había pedido, aceptamos y agradecemos las explicaciones que nos ha dado la Delegada del Gobierno.

Se comparte por fin el planteamiento de que “la elevada tasa de siniestralidad vial de la Ciudad…. nos obliga a buscar soluciones a un problema detectado y compartido por todos” frente a las posiciones anteriores de la Administración que se dedicaban a matar al mensajero, en este caso las entidades sociales, negando ningún problema ante nuestras críticas.

Los problemas que entidades sociales de diversa índole hemos planteado son del conocimiento de la ciudadanía, debido a la percepción de miedo que las personas de Melilla tienen ante la violencia vial y la falta de medidas efectivas para la pacificación del tráfico, miedo que aumenta en los sectores más vulnerables.

Se considera peligroso dejar que la infancia vaya sola al colegio o juegue en la calle por el tráfico. Las personas mayores se incluyen entre los colectivos vulnerables especialmente afectados como peatones.

Ese miedo provoca que las modalidades sostenibles de desplazamiento, caminar e ir en bici, se utilicen mucho menos que en otras ciudades de tamaño similar a Melilla, citando como referencia española la ciudad de Pontevedra. No solo es un problema de seguridad vial; también lo es de movilidad sostenible y medio ambiente.

Guelaya espera que las valoraciones altamente positivas sobre el cumplimiento de los planes provinciales de seguridad vial que la Comisión provincial de tráfico ha realizado en  años anteriores sean sustituidas por valoraciones más acordes con objetivos medibles sobre disminución de las estadísticas de siniestralidad vial, porque no es coherente realizar valoraciones positivas con subidas del número de siniestros con y sin víctimas.

Esperamos que no se espere al año que viene para convocar este grupo de trabajo y que se aporte la información requerida para poder presentar propuestas basadas en los datos que nos han escondido en años anteriores.