La nieve llega al Gurugú
Después del incendio que afectó a gran parte del macizo del Gurugú, una de las consecuencias que más temíamos era que las primeras lluvias arrastraran la tierra fértil, una vez desprovista de la vegetación que la sujeta.
Las primeras lluvias llegaron, pero este año, lejos de su carácter torrencial habitual, han caído con sorprendente suavidad. Y lo más sorprendente aún es que las últimas cayeran en forma de nieve, lo mejor que le puede pasar al monte que hace de cuenca hidrológica para Melilla. El agua en forma de nieve se dosifica de forma lenta, conforme se va derritiendo; esto facilita su absorción y evita los temidos arrastres de tierra.
Esta imagen del castillo de Basbel cubierto por la nieve seguramente tardaremos mucho en volver a verla, pero sus efectos beneficiosos en los acuíferos se alargarán en el tiempo.