pardela balear

Censo de aves invernantes, enero 2021

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  • Más de 2.000 aves y 25 especies fueron censadas en el periodo internacional de censos de aves acuáticas y marinas este año en Melilla.
  • Por cuarto año consecutivo el grupo local de SEO/BirdLife y Guelaya colaboraron en la realización de los censos.
  • La gaviota tridáctila en el mar y el colirrojo diademado en tierra son las principales novedades de este año en nuestro territorio.

Los censos de aves acuáticas obedecen a compromisos internacionales, tales como la Directiva de Aves y el Acuerdo AEWA del Convenio de Bonn, al tiempo que permiten disponer de información aplicable a los compromisos estatales de seguimiento de especies incluidas en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Real Decreto 139/2011, de 4 de febrero) y nutrir de información al Inventario Español del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad.

Las CCAA que no poseen equipos propios para responder a estos compromisos cubren la información con los programas de ciencia ciudadana de SEO/BirdLife, a los que apoya en Melilla Guelaya-Ecologistas en Acción. Este año es la cuarta vez que se realiza un censo conjunto, lo que ha permitido coordinar los cuatro hábitats que se han censado.

Este año debido al coronavirus no hemos podido realizar la convocatoria pública de los censos para que las personas interesadas pudieran participar, pero se han formado 4 grupos para completarlos en la horquilla de fechas internacional, entre el 9 y el 24 de enero, aprovechando la coincidencia de fechas con el censo mensual de la Red de Aves Marinas (RAM) el sábado 9 de enero.

Entre las novedades del año cabe destacar la presencia el 9 de enero de algunas gaviotas tridáctilas, especie difícil de ver en la costa por sus hábitos pelágicos alejados de la costa.

La mayor cantidad de aves han sido dos especies marinas, la pardela balear, de las que se vieron 564 individuos, y el alcatraz atlántico, que entra a invernar al Mediterráneo desde sus colonias de cría en el norte de Europa, y del que se observaron 227. Esta especie marina fácilmente distinguible por su tamaño mayor que las gaviotas y su plumaje blanco con punta de las alas negras cuando es adulto, hace las delicias de cualquier persona con sus picados para pescar que estos días están siendo visibles tanto en la ensenada como en la zona de Horcas.

El embalse de las Adelfas mantiene su pequeño núcleo de patos azulones, y este año ha incorporado a su avifauna la presencia de un raro en Melilla archibebe claro. Al mismo tiempo que se censaban las aguas acuáticas se ha aprovechado para conectar el embalse de las Adelfas con la desembocadura del río de Oro haciendo un censo general de invernantes, en el que se censó la presencia de 33 especies, entre las que destaca la presencia ocasional este año del colirrojo diademado, especie invernante en los alrededores de Melilla pero que muy raramente se deja ver en la ciudad.

La desembocadura del río de Oro, a pesar de su carácter cada vez más artificial, sigue albergando aviafuna acuática, con varias especies de limícolas, como los chorlitejos chicos y los andarríos chicos.

Con las novedades mencionadas, el censado de este año se mantiene bastante estable con respecto al año anterior, salvo por la disminución a la mitad de las pardelas baleares, más bien debido al número excepcional visto en 2020, y al aumento de gaviota patiamarilla. Esta especie sigue aumentando sus efectivos, como ya se comprobó en el censado en época reproductora encargado por la consejería, y que se ha visto corroborado en la zona norte de los acantilados donde la especie cada vez es más abundante, lo que vendrá a entorpecer la ocupación de sus colonias a la gaviota de Audouin, cuando vuelva de su invernada en el Atlántico.

SEO/BirdLife y Guelaya comparten en Melilla el censo de aves acuáticas invernantes

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  • El censo de aves invernantes de Melilla se realizará el domingo 19 de enero coincidiendo con las fechas internacionales del mismo.

 

  • En Melilla el censo de aves acuáticas incluye tramos costeros, el río de Oro y el embalse de las Adelfas.

 

  • SEO/BirdLife y Guelaya invitan a las personas interesadas en la observación de aves a participar. Los grupos de observadores saldrán del dique sur y del embalse de las Adelfas a la misma hora, las 9 de la mañana.

 

Los censos de aves son tradicionales ya, pues en España los censos de aves acuáticas invernantes se realizan desde hace más de 70 años. Estos censos son ejemplos de Ciencia Ciudadana porque permiten conocer la ubicación y cantidad de especies de forma simultánea en muchos países, especialmente de Europa y norte de África, que en este caso no presentan diferencias notables por tratarse de aves que tradicionalmente migran a través del Mediterráneo.

 

En Melilla no existe una larga tradición de censo de aves acuáticas, porque los hábitat de la ciudad no son especialmente favorecedores de su observación, si entendemos por aves acuáticas a las anátidas, patos y gansos, que en las grandes masas de agua pueden llegar a miles de ejemplares.

 

Sin embargo, sí existen hábitat de aves acuáticas en Melilla, más modestos pero no por ello menos interesantes, y por eso son ya 3 años que se vienen realizando estos censos a iniciativa tanto de Guelaya Ecologistas en Acción como del recientemente creado grupo local de SEO/BirdLife, que colaboran en la actividad.

 

El valor añadido de este tipo de censos, incluso en una localidad con pocas zonas húmedas para aves acuáticas, es comprobar los efectos que el cambio climático provoca en las aves, que son indicadoras de cambios más globales. Comprobar que las aves acuáticas que se veían hace unos años se siguen viendo o comprobar que aparecen especies nuevas que antes no se observaban son datos recogidos por aficionad@s amantes de la naturaleza , lo que se llama Ciencia Ciudadana, y son muy valiosos para el seguimiento de las aves y los ecosistemas acuáticos en este caso.

 

Masas de agua dulce tenemos una, el pantano de las Adelfas, donde sí es posible ver habitualmente patos reales y gaviotas, aunque también es posible ver otras especies como zampullines.

 

Los ríos, y en nuestro caso el río de Oro, también poseen sus aves acuáticas aunque escondidas en los carrizales y en la desembocadura, donde es habitual encontrar limícolas.

 

Finalmente, la mayor cantidad de aves se registrará en los tramos costeros, aunque oscilará bastante según el viento dominante porque es sabido que si hace bastante viento las gaviotas estarán en tierra,  y se verán más que si están en las aguas próximas siguiendo a los barcos de pesca, que son su referencia para pescar.

 

Ocasionalmente se podrán apreciar en la costa igualmente pasos importantes de pardela balear, que en invierno pueden superar los 1000 ejemplares.

 

El censo de aves acuáticas invernantes es una buena ocasión para la observación de las aves, para lo cual solo será necesario utilizar unos prismáticos. No se aprecia lo que no se conoce y esta es una oportunidad  para iniciarse.

 

pato real