Vegetación dunar

La arena de la Hípica se vuelve a llenar de flores

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  • Las últimas lluvias han cubierto de flores autóctonas una amplia zona de la playa.

  • Estas plantas, de la especie “oruga de mar” (Cakile maritima), están especialmente adaptadas a las duras condiciones de la playa, y estabilizan la arena.

  • Proponemos a las autoridades ambientales proteger un espacio alrededor de las palmeras para que las plantas completen su ciclo.

Las últimas lluvias han vuelto a obrar el milagro en la playa de la Hípica, cubriendo la arena como cada año por estas fechas de flores autóctonas azules y blancas de la especie Cakile maritima. Las plantas autóctonas como la Cakile superan todas las barreras que impiden a cualquier otra crecer aquí, como la falta de nutrientes de la arena o el viento salado, y llenan de belleza y de vida esta playa, estabilizando de pasdo la arena para evitar que la arrastre el viento y alimentando a las muchas abejas que se observan entre las flores.

Lo más probable es que nada de esto sea tenido en cuenta, por desgracia, y pronto toda esta belleza será «limpiada» por orden de personas que nunca han salido de su piscina para pisar la playa. Las mismas personas que han ordenado «limpiar» las «malas hierbas» y dejar el suelo yermo bajo los eucaliptos del Fuerte Camellos.

 Más pronto que tarde se tiene que acabar con este disparate de arrasar con las plantas autóctonas mientras proliferan las basuras y escombros por toda la periferia; no es ninguna profecía, es que la lógica acaba siempre por imponerse, como ya se está imponiendo en otras muchas ciudades, donde se deja que crezcan las plantas en los alcorques de los árboles urbanos.

Desde aquí lanzamos una propuesta a la administración: cerrar un espacio alrededor de las tres palmeras que hay en el centro de la playa y permitir que al menos en ese reducido espacio esta vegetación haga su función vital y sirva para conocer mejor nuestro patrimonio natural. Saben que para estas tareas tienen siempre la mano tendida de Guelaya.

La conservación de la vegetación dunar de las playas de Melilla es obligada.

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Guelaya extiende la necesidad de conservar la vegetación dunar de la playa de la Hípica a todo el territorio incluidas las playas que no son Zona de baño como toda la extensión de las playas de Horcas Coloradas.
Así se lo hemos hecho saber a la Consejería de medio ambiente esta semana como miembros de la comisión de playas.
El reglamento de playas de Melilla determina que las entidades sociales y deportivas presenten todos los años propuestas hasta el mes de marzo, momento en que se deberá aprobar el plan de playas.
La obligación de conservar esta vegetación es por motivo doble:
– Por cumplir el reglamento de playas que incorpora la defensa de la flora en su articulado
– Por tratarse de hábitats prioritarios de conservación según la Directiva Habitat.
Guelaya espera que el plan de playas que se esta redactando en este momento incluya la propuesta de demanda ciudadana.