Sistema de Depósito Devolución y Retorno de Envases (SDDR)

Repunta la producción de residuos mientras el reciclaje se desploma en Melilla muy por debajo de los objetivos.

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  • Ya producimos más residuos urbanos que hace un año a pesar del descenso del 17% provocado por el COVID.
  • El reciclaje se desploma. Las cuentas de ECOEMEBES no salen.

Melilla quema en la incineradora 33.706.9 toneladas de residuos anuales y envía a reciclaje el 7.3% del papel y cartón, vidrio y envases ligeros. Eso no es una sociedad europea ni una economía circular.

Entre noviembre de 2019 y octubre de 2020, los 12 meses posteriores a la firma de la Declaración de emergencia climática, se quemaron en la incineradora 33.706.9 Tn, con una media mensual de 2.809 Tn, que para que se entienda mejor son 93.6 Tn diarias de residuos quemados.

Sin embargo, es preocupante que tras el mínimo de producción de residuos en abril de 2020, bastante lógico por el confinamiento y cese de actividad económica, se haya producido un repunte que nos llevó en el mes de agosto a 3.206 Tn, muy superior a los datos de finales de 2019. Actualmente se mantiene la producción como hace un año, por lo que se ha perdido la ocasión de mantener el objetivo de disminución del 10% del plan de residuos.

En el caso de los envases ligeros se reciclaron 574.2 Tn, que al mes fueron 47.8 Tn, bastante más de los 36.6 Tn de los 6 meses del año 2019 en los que hubo contenedor amarillo pero claramente insuficiente con respecto a los objetivos de reciclaje del 50%.

ECOEMBES engaña a los consumidores cuando afirma que recicla el 70% de los residuos. Es imposible demostrar esos datos en Melilla. En cambio, sí se puede afirmar que los 574,2 Tn recicladas forman parte de un total estimado de envases ligeros por la propia ECOEMBES para Melilla en 2020 de 3288.5 Tn, así que en Melilla se envía a reciclar un 17.5% de los envases y se queman en la incineradora el 82.5%.

A esto se le añade que de lo que se lleva a reciclar del contenedor amarillo a la península, no todo se va a reciclar. Por ejemplo, el 25% de los tetrabrick no se puede reciclar en España, y China ya no admite que se lo enviemos porque ellos sí tienen tecnología para reciclarlos completos. Los envases de menos de 10 cm de diámetro tampoco se reciclan, por ejemplo, así que una parte de lo que se envía a reciclaje acaba en un vertedero.

En el caso del vidrio en cambio se recogieron 551.3 Tn, lo que supone una bajada muy importante con respecto a la cantidad estimada en el plan de residuos vigente, que esperaba procesar 1.404 Tn en 2020. Esto ha ocurrido por un conjunto de motivos, como los meses de confinamiento, el cierre de la hostelería, y a la estabilización de la población local, que es inferior a la estimada.

En el caso del papel y cartón se han reciclado 3.483.6 Tn, el 72% de lo estimado, que eran 4.780 Tn, lo que coincide bastante bien con el 28% de disminución del tráfico de mercancías en el puerto de Melilla durante los 7 primeros meses de este año.

Guelaya se reitera en la necesidad de poner en marcha urgentemente planes de prevención, aprobar reglamentos para prohibir los plásticos de un solo uso y limitar su uso en general y promover en Melilla un sistema de devolución y retorno de envases (SDDR) para elevar los porcentajes de reciclaje, siguiendo en ese orden la jerarquía de la directiva europea.

Guelaya valora positivamente la iniciativa de los vasos retornables en la Feria de Melilla 2019

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  • Es un primer paso adelante que debe completarse con la utilización del Sistema de Retorno de Envases si se quiere ganar la batalla a la contaminación por plástico.

 

  • La Consejería ha manifestado una actitud receptiva ante la demanda de #2020RebeliónporelClimaMelilla, que exigió el fin de los plásticos de usar y tirar en la Feria, pero solo es un primer paso.

 

  • El sistema de retorno de envases es el único que puede impedir que los plásticos lleguen al medio ambiente según la experiencia de los países europeos.

 

  • Las campañas de voluntarios limpiando de plásticos la costa, el mar y los fondos marinos no es la solución, hay que ir a las causas del problema, no solo mirar las consecuencias.

 

La Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad ha dado un paso adelante al incorporar en la Feria 2019 el sistema de retorno de envases, en este caso vasos, con el fin de eliminar el plástico de usar y tirar, aunque sea parcialmente.

 

Se trataba de una demanda de #RebeliónporelClimaMelilla, que recordaba que los plásticos de usar y tirar tienen sus días contados por la prohibición que recaerá sobre ellos dentro de un año debido a la normativa europea. El vaso retornable es un gesto en el camino adecuado, pero solo es el comienzo del camino que hay que recorrer.

 

Muchas personas en Melilla son partidarias de utilizar materiales reutilizables antes que reciclarlos, y ante la inminente prohibición de utilizar utensilios de plástico de usar y tirar tanto las empresas como las personas tienen solo un año para adaptarse a la nueva normativa.

 

Guelaya apoya el sistema de retorno de envases como el único capaz de hacer cumplir los objetivos europeos, ya que Ecologistas en Acción forma parte de la Alianza Residuos Cero, que reclama este sistema junto a instancias internacionales como Zero Waste Europa.

 

La nueva legislación europea contra los plásticos de un solo uso señala que en 2029 se deberá cumplir con el objetivo de recoger selectivamente el 90% de las botellas de plástico, llegando previamente al 77% en 2025 y siendo obligado que todas las botellas de bebidas sean producidas con un 30% de contenido reciclado en 2030.

 

Pero mejor que reutilizar o reciclar es reducir. ¿No sería mejor que el agua de grifo en Melilla se pueda beber y así evitar tener que utilizar agua embotellada en plástico?

 

Mientras tanto, es fácil de entender que el Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR), comúnmente conocido como Sistema de Retorno de Envases, es justo con el consumidor, porque no descarga en la administración ni en el consumidor lo que es responsabilidad de la empresa que utiliza comercialmente los envases.

 

Depósito significa que hay un valor económico asociado a cada envase, un incentivo para que ese envase vuelva a la cadena de producción en las mejores condiciones para su reciclado y que esa cantidad no es un impuesto o un coste extra, sino un adelanto.

Devolución significa que esa cantidad que el consumidor ha adelantado se le reembolsa en su totalidad cuando el envase se entrega de nuevo en el comercio.

Retorno significa que el envase vuelve a la cadena de producción, es una materia prima en condiciones de convertirse en cualquier nuevo producto, el ciclo se cierra y no hay residuos, sino recursos.

 

La responsabilidad de los envases tras la vigencia de la Directiva Europea de Residuos y la publicación de la Ley española es de las empresas que los comercializan. Al comprar un producto, el consumidor paga el envase, y éste, tras usarlo, sigue siendo responsabilidad de la empresa, porque si no, las administraciones públicas de todos los países del mundo tendrían que gastar cantidades indecentes de dinero para conseguir que las botellas, pongamos un ejemplo, de coca cola de litro y medio que hay en el mundo no acaben contaminado ríos, pantanos, costas, mares, océanos, o provocando presupuestos públicos de incineración para evitar que un envase acabe en la playa.

 

Si el sistema de recogida selectiva no funciona con una eficiencia del 100%, eso quiere decir que las empresas que producen los envases no responden a la responsabilidad ampliada de la nueva ley y se están ahorrando cantidades millonarias de euros por no tener que tratar sus residuos, que se hace con fondos públicos, porque los están gestionando las administraciones en contra de la directiva europea y la ley española.

 

vaso reciclable de la feria 2019