Mes: diciembre 2014
La plaga que está arrasando las palmeras está aquí. El picudo rojo en Melilla
El picudo rojo es un escarabajo de origen asiático que vive en las palmeras, las infecta hasta que mueren, y forma plagas que son difíciles de controlar. En la península son varias las CCAA que han tenido que talar palmeras infectadas por miles, como en Murcia o en Andalucía.
De especial importancia es la plaga en Canarias, donde afecta especialmente a la palmera canaria, y por tanto, repercute no solo en la flora ornamental, sino también en la autóctona.
El problema no es reciente. La entrada del escarabajo llamado picudo rojo en España se documentó en los primeros años de la década de los 90. Ecologistas en Acción publicó un comunicado en su web en mayo del 2006. http://www.ecologistasenaccion.es/article4105.html
Melilla
En nuestra ciudad la plaga es “oficial” desde que se publicó “la declaración de plaga y calificación de utilidad pública” en el BOME del 9.10.12
Desde entonces, se han tratado las palmeras de las zonas verdes públicas, pero previsiblemente no se han tratado las existentes en solares, parcelas y fincas particulares, por lo que la plaga, dos años después, sigue activa.
Hemos recibido de la Consejería de Medio Ambiente de la Ciudad Autónoma de Melilla información sobre la plaga así como colaboración en la divulgación de las medidas a tomar.
Teniendo en cuenta que esta plaga puede tener capacidad para hacer desparecer las palmeras de Melilla, sobre todo la palmera canaria, rogamos a aquellas personas que tengan palmeras en sus jardines o fincas, y necesiten información sobre el tratamiento que deben recibir, llamen a los siguientes teléfonos de la Consejería: 952699134 y 952699155.
Se trata tanto de medidas preventivas, en el caso de que la palmera no esté afectada, como en el caso de que ya se haya producido la infección.
Otras CCAA
La plaga está presente en Canarias y en el litoral mediterráneo. Puede consultarse el siguiente enlace:
Revisando el programa electoral del PP (2ª parte)
Guelaya – Ecologistas en Acción muestra su satisfacción por las promesas incumplidas del PP en materia medioambiental
Por suerte, proyectos como la ampliación del Puerto, el cubrimiento del Río del Oro o la declaración de las Islas Chafarinas como Parque Natural, anunciados por el Partido Popular en su programa electoral, no se han llevado a cabo
Melilla, 1 de diciembre de 2014. Guelaya – Ecologistas en Acción muestra su satisfacción por algunas de las “promesas incumplidas” que el Partido Popular llevaba en su programa electoral de 2011. Proyectos como la ampliación del puerto o el cubrimiento del Río del Oro son considerados por los ecologistas como “faraónicos” y del todo insostenibles y su incumplimiento aportan un rayo de esperanza a la organización para seguir trabajando en favor de una Melilla más sostenible.
Para Guelaya – Ecologistas en Acción, lo sostenible implica cuestiones ambientales, sociales, económicas y culturales, y por tanto, rechaza tomar decisiones basadas en una sola de esas dimensiones: la económica, que en España solo ha beneficiado a la banca y a las grandes fortunas. También rechaza que la crisis la paguen aquellos que viven por debajo del umbral de la pobreza, que en Melilla es una de cada tres personas, y las clases medias.
Guelaya – Ecologistas en Acción lleva semanas analizando el programa electoral del Partido Popular en materia medioambiental y ha encontrado numerosos planes y proyectos que no se han llevado a cabo. Lejos de pedir responsabilidades a quienes han incumplido sus promesas, la organización se muestra optimista ya que, en su mayoría, son proyectos inviables con un elevado coste para el entorno.
A continuación, se detallan algunas de esas propuestas incumplidas (el texto subrayado se ha extraído del programa electoral del Partido Popular):
“Impulsaremos la planificación de zonas reservadas a las industrias molestas o peligrosas en la futura ampliación del Puerto.”
Para Guelaya – Ecologistas en Acción, en este momento, la ampliación del Puerto es una hipótesis de trabajo que desde el punto de vista legal depende de la evaluación ambiental del proyecto, iniciada el pasado verano. Por tanto, cinco años antes de que se tramite el proyecto de ampliación del Puerto de Melilla, y de que se decida si la evaluación ambiental lo permite, ya se estaba planificando lo que se iba a hacer. Y lo que es peor, se sigue invirtiendo dinero en publicidad de un proyecto que la Autoridad Portuaria desconoce si va a ejecutar.
Para los ecologistas es un problema que, por segunda vez, se diga que se van a concentrar las industrias molestas o peligrosas en una superficie portuaria, puesto que ya se justificó de esa manera la primera ampliación del Puerto con fondos europeos. Salvo en el caso de las instalaciones de gas, no se instalaron ni la central térmica ni los depósitos de combustible.
Financiar la misma obra dos veces con dinero público no es de recibo, sobre todo, si tras hacer una primera ampliación se desiste por motivos seguridad nacional para evitar concentración de riesgos. Guelaya – Ecologistas en Acción cree que lo que no se hizo en su momento, tampoco se puede hacer ahora.
“Estableceremos contactos con el Ministerio de Defensa y con la Dirección General de Costas para que la playa de Horcas Coloradas pueda utilizarse en toda su extensión, y no solo en el tercio ahora accesible. Para ello, negociaremos con el Gobierno de España la construcción de diques de contención que garanticen la permanencia y estabilización de las playas de la zona norte y ensenadas.”
Durante la tramitación de la evaluación ambiental del proyecto de limpieza de la playa de Horcas Coloradas, Guelaya – Ecologistas en Acción recibió la palabra del actual consejero de Medio Ambiente de que en esta legislatura, mientras que él ocupe el cargo, no se haría ninguna iniciativa en este sentido, y esto se ha cumplido.
La organización ecologista no cree que la Administración militar vaya a modificar el área de seguridad alrededor del polvorín de Melilla, que ya ha explotado dos veces desde que existe, por el elevado coste que supone.
Tampoco cree que se haya negociado nada sobre diques que garanticen la estabilidad de la playa de Horcas, porque el estudio que se contrató para el proyecto que se ha realizado sostiene que la playa es estable y que, por tanto, no hay motivos técnicos para crear diques de contención. Además, la evaluación de impacto ambiental, que ha permitido la realización de esta obra, implica que no se trata de una primera fase sino del proyecto final.
“Ejecutaremos la obra de cubrimiento del Río de Oro en su último tramo hasta la desembocadura, modificando la estructura urbana de la zona”
No es necesario dar pruebas a los melillenses de que el río de Oro no se ha cubierto en su último tramo hasta la desembocadura; cualquiera lo puede ver al cruzar los puentes. Convertir un río en una cloaca urbana ya ha recibido suficiente crítica social como para que se abandone el proyecto. Sin embargo, en el desarrollo del Plan Hidrológico no solo se mantiene el proyecto, sino que ya se habla del recubrimiento de todo el cauce del río, y no únicamente en el tramo final.
“Propondremos al Ministerio de Medio Ambiente la declaración de las Islas Chafarinas como Parque Natural marítimo-terrestre y plantearemos el establecimiento de un programa de visitas periódicas controladas.”
Guelaya – Ecologistas en Acción ha llegado, en este sentido, hasta donde se podía llegar: a la aprobación de una moción en el Senado en el que se insta a la declaración de una figura legal de protección. En el Senado la iniciativa de Guelaya – Ecologistas en Acción fue presentada por el senador Carlos Benet, del Partido Popular, como recogió el Boletín del Senado. Posteriormente, los dictámenes preceptivos del ministerio de Exteriores y/o de Defensa impidieron que la moción aprobada saliera adelante, pero de eso han pasado alrededor de dos décadas.
Desde entonces, Guelaya – Ecologistas en Acción considera que para conservar las islas Chafarinas lo mejor es que se mantenga su status militar, y que la Ciudad Autónoma de Melilla se mantenga lo más lejos posible de gestionar nada allí, puesto que el Estatuto de ciudad no incluye a las Chafarinas como territorio melillense.
“Solicitaremos la creación de un órgano mixto de gestión del futuro parque, en el que participe la Ciudad Autónoma.”
Para Guelaya – Ecologistas en Acción, si no tiene sentido actualmente un parque natural en Chafarinas, porque es una figura legal más orientada a la regulación de visitas de turistas que hacia la conservación en sí misma, no es posible hablar de la creación de un órgano mixto de gestión.