Guelaya y MelillaConbici promoverán junto a Rebelión por el Clima actividades en la Semana Europea de la Movilidad 2019 en Melilla
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El viernes 5 de julio se ha dirigido a la Ciudad Autónoma una propuesta de actividades para coordinar y colaborar en las actividades que la consejería organice.
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La movilidad sostenible es una de las áreas de actuación para las medidas que la ciudad debe adoptar ante la emergencia climática, por lo que Rebelión por el Clima Melilla organizará actividades en el corte de tráfico de la Avenida que se ha propuesto.
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Como entidades que forman parte del Pacto por la Movilidad, Guelaya y Melilla ConBici han solicitado a la Ciudad Autónoma la convocatoria del Pacto para consensuar el desarrollo del Plan de Movilidad Sostenible de Melilla
La declaración de emergencia climática presentada por la Alianza por el Clima a la Asamblea de Melilla plantea la necesidad de dar una respuesta política al mayor problema que la Humanidad tiene en este el momento, la crisis climática.
Una de las áreas de actuación en materia de crisis climática es la contaminación atmosférica provocada por los vehículos a motor, que en Melilla son un parque de 65.000 automóviles en solo 12 kilómetros cuadrados con una población de 85.000 habitantes, en donde cada familia tiene una media de más de 2 vehículos, sin contar lo que entra por las fronteras que incrementa la contaminación, aunque tanto como la edad media del parque móvil de la ciudad, de los más viejos de España si no el más viejo.
Por eso las entidades, plataformas ciudadanas, sindicatos y personas que respaldan la declaración de emergencia climática instan al nuevo gobierno a plantear sus políticas para disminuir la contaminación atmosférica provocada por el tráfico en Melilla para que se reduzca un 7% anual la producción de gases invernadero y para que las personas de Melilla con problemas respiratorios puedan respirar sin riesgo.
La Semana Europea de Movilidad 2019 se desarrolla del 16 al 22 de septiembre. Este evento, que tiene su origen en la Unión Europea, está coordinado en España por el Ministerio de Transición Ecológica y el año pasado reconoció la labor de la Mesa por la Movilidad de Melilla en la organización de actividades en la ciudad.
La Consejería de Coordinación y Medio Ambiente de Melilla, mientras tanto, se negaba el año pasado a reconocer a la Mesa por la Movilidad, y decidía esponsorizarse por empresas y marcas comerciales del automóvil que apostaban por el coche eléctrico, en una ciudad en donde la electricidad se produce con fuel-oil, y en donde el porcentaje de energías renovables es próximo a 0.
El 27% del inventario nacional de gases de efecto invernadero procede del transporte, tal como se hacen las estadísticas en España, y el 25% de esas emisiones proceden del transporte terrestre, porque nadie quiere asumir el impacto ambiental del transporte internacional marítimo o aéreo, mucho mayor que el transporte terrestre, donde el punto de salida o de entrada no es español.
Eso nadie lo contabiliza.
La Semana Europea de la Movilidad 2019 es una oportunidad para que las iniciativas de las entidades sin ánimo de lucro que están dispuestas de forma voluntaria a contribuir con su esfuerzo, incluso económico y personal, como llevan haciendo desde hace años en ausencia de un apoyo institucional al voluntariado ambiental, se coordinen con la Consejería de Medio Ambiente, ante la imposibilidad de haberlo podido hacer en los últimos 4 años.
Es la sociedad civil la que demanda soluciones que hasta el momento la Consejería de Medio Ambiente no ha sabido satisfacer, como lo demuestra que Melilla haya sido el último territorio autonómico en implantar los contenedores amarillos, que actualmente no tienen construidas ni siquiera las instalaciones para enviar los residuos de envases plásticos a la península, porque se está licitando la obra, a la espera de que al finales de año podamos decir que el plan de residuos que se aprobó se cumple.
El nuevo Gobierno tiene una oportunidad de demostrar que es posible coordinar actuaciones, siempre que se tenga claro que aceptar la esponsorización del lobby automovilístico no es el camino que la gente quiere en la movilidad de Melilla, porque sostenible es que Melilla sea más segura y más cómoda para caminar, que los kilómetros de carril-bici que se construyen al año sean un objetivo conocido, para no esperar 70 años a que se cumpla el PMUS, que el porcentaje de utilización de la COA aumente, para hacerla rentable y que no nos cueste las subvenciones de dinero público que nos cuesta, que la pacificación del tráfico se consiga con el modelo de Ciudad 30, y que la ciudad sea más accesible, porque falta accesibilidad en todos los barrios, no solo en el centro.