islas Chafarinas

La gaviota de Audouin saca adelante en Melilla más de 300 nidos y se estabiliza como la segunda colonia más numerosa de la especie en el mar de Alborán

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  • Al menos 113 pollos de gaviota de Audouin volaban a mediados de julio en Melilla, manteniéndose el tamaño de la colonia por encima de los 300 nidos.

 

  • En la isla de Alborán no solo se mantiene sino que aumenta significativamente el tamaño de su colonia por encima de 1000 parejas.

 

  • Las islas Chafarinas sigue reduciendo su colonia desde más de 4000 parejas en los años 90 a 140 en 2019.

 

La gaviota de Audouin, joya de la corona de las islas Chafarinas, que dio gloria ecológica a las islas cuando las focas del Mediterráneo tenían nombre propio, recuerden a Peluso, cambió su estrategia o se la cambiaron, quizás por el cambio climático, quizá por las políticas pesqueras.

 

Al igual que otras grandes colonias que han visto disminuir su tamaño durante la última década, como el delta del Ebro o las islas Columbretes, las Chafarinas se suman a las colonias que están provocando que la población mundial de la especie haya disminuido entre un 30% y un 50%.

 

Pero la especie ha demostrado adaptación, lo que se le supone a una especie que está en el catálogo español de especies amenazadas como vulnerable y ha aparecido en lugares donde nunca estuvo, como en Alhucemas (peñón de Tierra), en  Ceuta, Melilla y Portugal.

 

En estos momentos la gaviota de Audouin (que en Melilla se conoce con nombre local de gaviota de pico rojo) tiene el triple de nidos en Melilla que en Chafarinas, donde saca adelante el triple de pollos en este año 2019.

 

Por eso es importante que la gaviota de pico rojo esté en Melilla, porque solo queda en estos momentos en el mar de Alborán la mitad de las que había en 1992.

 

La población aguanta bien en la isla de Alborán, donde no se ha producido en los últimos año el aumento de gaviotas patiamarillas que ha sufrido Melilla. Gaviotas anilladas en la isla de Alborán se ven en Melilla, criando en nuestras colonias, o bebiendo agua en el embalse de las Adelfas. Las poblaciones están conectadas. Muchas aves anilladas en Chafarinas se han venido a Melilla. Pero no solo tenemos gaviotas de pico rojo de las cercanías; han venido a poner su huevo, nunca mejor dicho, de Menorca, delta del Ebro y Murcia.

 

 

¿Está segura la gaviota de Audouin en Melilla?

 

Nada más lejos de la realidad. Durante los seis años que la gaviota de pico rojo ha criado en Melilla ha tenido que cambiarse cada año de ubicación, y en 3 ocasiones, ha fracasado en su intento.

 

Este año se da la paradoja de que los más de 100 pollos que han volado lo han hecho de nidos que estaban en el margen o fuera del espacio protegido que las alberga, la Zona de Especial Conservación de los acantilados de Aguadú. Si han salido adelante, no ha sido por la gestión medioambiental de la Red Natura 2000, sino por criar en terrenos militares que lo han permitido.

 

No existe ningún tipo de gestión sobre la ZEC, ni personal contratado por la ciudad para el seguimiento ambiental, pero sí se ha encargado la redacción de un plan de conservación a la asesoría ambiental Inalser, que en unos meses podrá constituir el marco de referencia para tomar decisiones sobre su gestión porque la nidificación el año próximo no está garantizada en la ZEC.

 

El nuevo Gobierno, que deberá aprobar este otoño el plan de conservación  de la gaviota de pico rojo, fruto de la iniciativa en este caso del Gobierno anterior, deberá tomar medidas en el presupuesto del año 2020 para desarrollar las conclusiones del plan de conservación y continuar con el diseño del resto de planes de especies protegidas.

 

 

 

 

pico rojo y patiamarilla
Gaviotas de pico rojo junto a su principal enemigo, la gaviota patiamarilla

Guelaya organiza un encuentro sobre la gaviota de Audouin para hablar de su preocupante declive poblacional.

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  • El lunes 13 de mayo Guelaya Ecologistas en Acción organiza los Encuentros de la gaviota de Audouin en el Club Marítimo a las 20 h. con la participación de ornitólogos de Ceuta y Melilla.

 

  • Guelaya organizará igualmente una Jornada técnica con expertos invitados para analizar la conservación de la gaviota de Audouin el martes 14 de mayo en la Facultad de Educación y Deportes del Campus de Melilla de la UGR.

 

  • Guelaya invita a todas las personas de Melilla a acudir a los encuentros el lunes 13 en defensa de una especie que ha puesto en el mapa a los territorios españoles en el norte de África en el ámbito internacional de la conservación de la naturaleza

 

La ciudad de Melilla ha estado históricamente vinculada con la gaviota de Audouin, denominada localmente gaviota de pico rojo. Eran otros tiempos cuando nos llenaba de orgullo saber que el 60% de los nidos de esta especie, actualmente catalogada como especie “vulnerable” en el Catálogo de Especies Amenazadas, nidificaba en unas islas que pocos españoles conocían.

 

Sin embargo, la gran colonia de las islas Chafarinas está en niveles más bajos que en 1966, cuando un funcionario del protectorado francés de Marruecos intentó censar las gaviota de Chafarinas porque encontraba en la playa de la actual Saidia ejemplares muertos de gaviotas que sabía que no eran conocidas en casi ninguna parte del Mediterráneo.

 

Quizá Brosset, el funcionario francés que censó en la década de los 60 del siglo pasado la colonia de gaviota de Audouin de Chafarinas en 1000 ejemplares, se haya maravillado donde estuviera con las más de 4000 parejas que Chafarinas tenía en el 92.

 

Pero si el conocimiento científico actual registra algo más de 300 parejas, citando como fuente al Organismo Autónomo de Parques Nacionales en 2016, y según las fuentes consultadas por Guelaya, son actualmente menos, entonces deben encederse todas las luces rojas que los ecologistas seamos capaces de encender en un proyecto de conservación que se manifiesta en una Demarcación marina  concreta, Estrecho Alborán, pero que tiene su extensión en ámbitos geopolíticos muy diversos.

 

La demarcación marina Estrecho Alborán estableció como objetivo ambiental hace 6 años el mantenimiento de 3500 parejas de gaviotas de Audouin tomando como referencia la colonia de las islas Chafarinas, y acaba de iniciarse un nuevo ciclo de evaluación de objetivos ambientales este año.

 

Ahora no hay ninguna duda de que el objetivo ambiental fijado por el Estado para la Demarcación marina Estrecho Alborán no se ha cumplido, si se atiende a los datos que el Organismo Autónomo de Parques Nacionales ha puesto en conocimiento de Ecologistas en Acción.

 

La importancia de la conservación de la especie en Alborán deriva a su vez de que a pesar de que la mayoría de nidos de la especie no esté en Chafarinas, sí está en España, como país que asegura tras la Directiva Aves la conservación de todas las especies de aves.  Por tanto, la conservación internacional de la especie depende de lo que hagamos en España.

 

Pero no solo habrá que tener en cuenta lo que pasa en los territorios españoles, sino también en los caladeros de los que la especie depende, que no sólo se sitúan en aguas comunitarias, también en países africanos.

 

El papel que las entidades ecologistas cobran en este tipo de problemas de conservación es que la actuación local no es suficiente para la defensa de la biodiversidad global, que en este caso debe acompañarse de medidas internacionales, o seguir el viejo dicho de pensar localmente y actuar globalmente,  si se nos permite decirlo así.

 

La gaviota de Audouin no solo necesita de un seguimiento en el mar de Alborán, sino en todo el Estado y en el Mediterráneo Occidental, con poblaciones que se encuentran en Argelia o en otros países de la Unión Europea. Además, las migraciones de la especie en la costa africana atlántica invitan a pensar que se necesita un esfuerzo internacional.

cartel audouin

 

 

 

 

 

 

 

Migración excepcional de pardelas mediterráneas y atlánticas en las costas de Melilla

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  • El sábado 3 de noviembre la Red de aves marinas de Melilla observó de 22690 pardelas durante tres horas en paso migratorio desde la punta de Rostrogordo

 

  • El viernes 9 de noviembre se mantenía un paso de más de 500 pardelas/hora en Melilla y el sábado 10 se observaban pasos de 900 aves/hora en la punta del cabo tres Forcas

 

En los 11 años que la Red de Aves Marinas (RAM) observa la costa de Melilla para censar aves y mamíferos marinos nunca se había producido el avistamiento de un paso tan intenso de pardelas como este.

La pardela cenicienta se reproduce en islas desde el mar de Alborán hasta el mar Egeo, y al menos en el caso de las islas Chafarinas, también cuenta con pardelas atlánticas, pues se encontró un ave anillado en Madeira como pollo reproduciendose en la isla del Congreso.

En estas fechas otoñales es conocida la migración que lleva a las pardelas a salir del Mediterráneo y tomar rumbo sur, hacia Sudáfrica. Un pollo anillado en Chafarinas fue encontrado muerto en la costa de Namibia, confirmando la migración de miles de kilómetros de estas aves y se encontró otro frente a las costas de Brasil.

A comienzos de octubre las pardelas adultas abandonan a sus pollos en las huras, pequeños agujeros en piedra o incluso madrigueras abandonadas de conejo donde ponen un único huevo. Los pollos, que nacieron en julio tienen en octubre más de un 1 kilo de peso, pesan más que los adultos, ya que han sido cebados para aguantar dias sin recibir comida de sus progenitores. Movidos por el hambre, a partir de mediados de octubre los pollos saldrán fuera de las huras, verán porobablemente por primera vez el mar y se lanzarán a un primer vuelo que las llevará al agua. Lo primero que aprenden, en segundos, es a planear pues se van a mover toda su vida surfeando olas.

La capacidad de vuelo de las pardelas es extraordinario. En los dispositivos de GPS que se le han instalado en Chafarinas, se ha comprobado que una pardela con un pollo en la isla del Congreso puede salir a comer al golfo de Cádiz, y volver a su hura a cebar a su pollo.

Entre mediados de octubre y mediados de noviembre la inmensa mayoría de pardelas del Mediterráneo salen al Atlántico, pasando habitualmente frente a la punta del desnarigado, en Ceuta, donde los compañeros de la Sociedad de Estudios Ornitológicos de Ceuta los esperan y realizan el seguimiento de la salida de pardelas aña tras año.

En la punta del Desnarigado se ha llegado a estimar medio millón de pardelas en paso postnupcial. Este año informaban que la migración llevaba algo de retraso, con flujos que no habían pasado las 2000 aves/hora, terminando octubre con 165.493 aves contabilizadas, por encargo del proyecto Life IP PAF Intemares. El año pasado en la misma fecha se habían visto 201.702 aves.

El grueso de la migración, efectivamente, el 3 de noviembre estaba pasando por Ceuta, en cuya RAM se observaron 23011 y el mismo dia en Melilla, a la misma hora, 22690, con flujos de más de 7000 aves/hora.

En estas fechas se suelen observan las pardelas en Melilla por miles, pero nunca se había alcanzado en una RAM llegar al flujo visible de este año. Nos queda la incógnita de saber por qué otros años el paso se realiza más lejos de Melilla, y este año sin embargo han pasado a escasos cientos de metros de la costa.

También existe un un flujo migratorio de pardelas en las costas andaluzas hacia el Estrecho, procedente de colonias situadas en el norte del Mediterráneo occidental, aunque mucho más débil. El domingo 3 de noviembre, por ejemplo, se observó una balsa de 90 pardelas frente al faro de Calaburra en Fuengirola.

Según estos datos, las pardelas que pasan por Melilla llegan a Ceuta como el grueso de la migración. Este fin de semana se mantiene el paso aunque el flujo irá disminuyendo progresivamente en los próximos dias. Tendremos que esperar al mes de febrero para ver los primeros pasos de vuelta a sus colonias.

Agradecemos el trabajo de los ornitólogos melillenses y ceutíes y las fotos de Jose A. Lapeña.

Pueden consultarse más datos sobre el paso en Ceuta en el blog: https://gaviotasypardelas.blogspot.com/

y en Melilla en: http://avesynaturanorteafricanas.blogspot.com/ en Melilla