¿Es necesario el mapa de ruidos para el PGOU y el Plan de Movilidad Urbana de Melilla?
Hace aproximadamente un año, el 8 de marzo del 2013, la empresa CECOR presentaba su plan de trabajos sobre la “Zonificación Acústica, Mapa Estratégico de Ruido y Planes de Acción de la Ciudad Autónoma de Melilla”, según la información pública descargada en la web de la Consejería de Medio Ambiente de Melilla. En su última página, se puede leer que la finalización del trabajo está prevista para el mes de octubre de 2013. El plazo acordado, y hecho público no se ha cumplido. Nuestra asociación, en consecuencia, ha recabado del Consejero de Medio Ambiente información sobre el retraso, en enero y recientemente, y la respuesta que hemos recibido es que la única responsable es la empresa, y que se está actuando de acuerdo a lo establecido al respecto. A su vez, con fecha 31 de noviembre del 2013, la empresa entrega un documento denominado Zonificación Acústica de la Ciudad Autónoma de Melilla, en el que aporta los niveles legales que no se pueden superar en España, atendiendo a cada zona de la ciudad, pues no es lo mismo el ruido admisible en un polígono industrial, en las cercanías de un colegio o de un hospital, o en una zona residencial, según el Real Decreto 1367/2007. ¿Qué consecuencias tendrá el retraso de este proyecto? Para cualquier persona que se lea ambos documentos, las consecuencias existen. Por ello, nuestra asociación quiere informar a la opinión pública melillense de lo siguiente. En la introducción del documento sobre zonificación, se dice: …en el planeamiento urbanístico local aún no ha sido definida la Zonificación Acústica del núcleo urbano, delimitación que constituye un requerimiento para poder evaluar el grado de afección sonora de la ciudad.. Primera pregunta: ¿Se encarga un estudio que es en sí mismo una herramienta de planificación urbanística cuando se ha casi terminado el proceso de tramitación del PGOU? El análisis del cronograma del plan de trabajo, además, nos afecta directamente por lo siguiente. “Elaboración del mapa estratégico de ruidos: La culminación de esta fase será la elaboración de los Mapas Estratégicos de Ruido en sí mismos, junto con una memoria general y una memoria resumen del trabajo para su exposición pública y aprobación definitiva.” Además, sobre los planes de acción dice lo siguiente: “En esta fase del trabajo se requerirá colaboración del resto de entes implicados en la lucha contra el ruido urbano, tanto dentro del Gobierno de la Ciudad como agentes sociales o población afectada. Para tal fin se programarán reuniones, encuestas, notas de prensa, presentaciones públicas… que serán concretadas a lo largo del desarrollo del trabajo.” Es decir, lo que falta es TODO lo que nos interesa, en primer lugar, conocer si se cumplen o no se cumplen los niveles sonoros establecidos por Real Decreto en la Ciudad de Melilla, y los dos procesos de participación pública por los que debe transitar la aprobación definitiva. Queremos recordar que participar no es solo escuchar, la comunicación de proyectos es necesaria para provocar el diálogo social, que debe tener consecuencias sobre los proyectos. Lo contario es perder el tiempo y el dinero. Ahora, lo que hay que plantearse es lo siguiente: Se ha encargado un estudio a una empresa privada, se le ha pagado un dinero público, no sabemos cuánto, y ahora, tanto el PGOU como el Plan de Movilidad Urbana Sostenible no pueden utilizar la información sobre contaminación acústica por el retraso de la empresa, porque sin participación no hay mapa de ruidos, y eso lleva su tiempo en meses. Si el dinero fuera del bolsillo de los políticos que lo encargaron no tendríamos nada que decir, pero si es de todos los melillenses, la cosa cambia. La Ciudad de Melilla ha encargado este estudio siguiendo, por cierto, propuestas “ciudadanas”, pero si ahora no se utiliza para lo que sirve, para que sea utilizado como “herramienta de planificación urbanística”, será un ejemplo de despilfarro de dinero público. ¿Podemos arreglarlo? Creemos que sí, y es lo que esperamos.