Día: 17 septiembre, 2021
La Mesa de la Movilidad de Melilla llama a la ciudadanía a participar en la Pedalada del sábado 18 de septiembre para apoyar la movilidad sostenible y la seguridad vial de peatones y ciclistas
• La pedalada saldrá a las 19 horas de la plaza multifuncional de S. Lorenzo. • La Mesa de la Movilidad mantiene la petición realizada a la Consejería de Medio Ambiente para que mantenga la organización de pedaladas mensuales
• Tras la pandemia, los niveles de contaminación del tráfico han aumentado y hace falta reivindicar más que nunca #MenosCochesMásSalud estando en Emergencia Climática
17 de septiembre de 2021. Tras el éxito de participación social en el corte de tráfico de la Avenida organizado gratuitamente por la Mesa de la Movilidad, la plataforma invita a todas las personas de Melilla a participar en la Pedalada que organiza el sábado a las 19 horas la Consejería de Medio Ambiente, con salida y llegada en la plaza multifuncional de S. Lorenzo.
La petición que realizó la Mesa en julio pasado para que el área de movilidad de la Consejería organice pedaladas mensuales ha sido atendida en esta Semana Europea de la Movilidad, por lo que se espera que vuelvan las pedaladas mensuales a partir de ahora, asumiendo la Consejería la promoción del uso de la bicicleta y la defensa de la seguridad del ciclista, además de los peatones, como colectivos vulnerables de la violencia vial. Es la actividad con más aceptación de todas las que pudiera organizar la Consejería.
Lamentablemente, el balance del último año sobre movilidad sostenible en Melilla, España y el planeta invita a pensar que hace falta más voluntad política para promover la movilidad sostenible. El tráfico rodado supone un 25,6 % del total de las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas al cambio climático. Se estima que un tercio de estas emisiones se generan en aglomeraciones urbanas. En Melilla, más allá de datos parciales o de los que pudieran tener las entidades o no se conocen públicamente, o no se utilizan directamente como el PMUS o es que simplemente no existen, alertando desde la Mesa del peligro de planificar ninguna medida sin una evaluación rigurosa de la situación que la respalde.
Las medidas extraordinarias que se tomaron en 2020 debido a la pandemia de la COVID-19 consiguieron reducir de forma muy significativa el tráfico de coches en las ciudades durante unos meses, con la consiguiente mejora de la calidad del aire y de la salud general. Posteriormente, durante los primeros meses de desescalada, se pusieron en marcha algunas medidas de urbanismo táctico para ampliar los espacios peatonales.
Sin embargo, la vuelta paulatina a cierta normalidad ha venido acompañada de la vuelta al coche, y no se ha conseguido recuperar aún el número de personas usuarias del transporte público, al no haber realizado ninguna medida. Por ejemplo, en otras ciudades han puesto billetes gratis generalizados o para diversos colectivos; el uso de todos los autobuses del día al comprar un billete simple, poner más carriles específicos, campañas de promoción, unidades más pequeñas para aumentar las frecuencias de paso, etc.
De hecho, 42 millones de personas, más del 80 % de la población del Estado español, estuvo expuesta
en 2020 a un aire insalubre. Y ello, a pesar de las restricciones a la movilidad debidas a la COVID-19. Las reivindicaciones de esta semana en toda España y también en Melilla ponen el acento en la Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica, aprobada en mayo de 2021. Dicha ley obliga a todos los municipios mayores de 50.000 habitantes a poner en marcha Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) antes de 2023. Es decir, Melilla tiene 15 meses para desarrollarlas. La participación ciudadana es fundamental para conseguir en estos meses amplias restricciones del tráfico, en los centros urbanos, pero también en los barrios y muy especialmente en los entornos escolares.
La creación de ZBE por sí sola no es suficiente. Si las ZBE se ponen en marcha sin criterios rigurosos para la reducción del tráfico, o si en su desarrollo se abre la puerta a muchas excepciones estas herramientas no van a servir para mitigar el cambio climático ni para mejorar la calidad del aire.

