Sra. Rivas, ¿Nos puede volver a hacer la pregunta después de leernos?
Hablar de familias melillenses y de patelas es pura demagogia para un gobierno que mantiene casi a 12.000 melillenses en paro.
Los resultados de las políticas de empleo del PP en Melilla han dado el resultado que han dado. 11.663 personas en paro en mayo. Si se quiere vincular el paro de Melilla con el proyecto de ampliación del puerto y sus consecuencias laborales en la ciudad escuchen al Sr. Marín, quién anunció la creación de 200 puestos de trabajos para la ampliación del puerto de Melilla a lo largo de los 3 años de construcción de la obra. Lo anunció en conferencia el pasado 26 de octubre de 2016.
Según eso, la ampliación del puerto dejaría la cifra de parados en Melilla en 11.463 parados. Solo con el proyecto de renaturalizar el rio de Oro tendríamos a 200 personas trabajando porque se necesita mucha mano de obra para eso y poca maquinaria.
En cambio, en un trabajo especializado con utilización masiva de maquinaria para ganarle terreno al mar, en donde no trabajarán las pymes locales sino grandes empresas nacionales o internacionales que traerán la maquinaria y a sus trabajadores especializados de la península, a trabajar a destajo y con vacaciones en donde se gastarán su dinero en la península, en sus domicilios familiares, el impacto económico para la ciudad será mínimo. Las empresas no invertirán sus beneficios empresariales en Melilla sino desgraciadamente en Panamá o Gibraltar.
Pero pensemos que tras haber ganado al mar 25 hectáreas de tierra firme, queremos llenarla con algo. ¿Con qué? ¿Con Endesa y con la incineradora? Vamos a analizarlo.
¿Cuanta superficie necesita la incineradora y Endesa, 5 hectáreas? Y cuanto cuesta poner en funcionamiento una central térmica nueva para poder desmontar la actual. Cuanto cuesta una incineradora nueva para poder desmontar la actual. O es que vamos a desmontarlas en una semana, y mientras vamos a estar sin luz y sin recogida de residuos.
Los famosos 5.000 puestos de trabajo, que se quedaron posteriormente en 3.000 puestos de trabajo, se referían al desarrollo industrial de las 50 hectáreas, que se han quedado en 25, una vez terminado el proyecto de ganarle terreno al mar.
El traslado de Endesa se llegó a anunciar el 30 de noviembre de 2007, hace 10 años, por parte del Sr. Imbroda. Se librarían en el centro 2 hectáreas de terreno que serían gestionados por la Ciudad autónoma junto con la autoridad portuaria. El proceso estaría finalizado, según versiones, en 2010 o en 2015 y el terreno libre sigue esperando en la punta del puerto, donde estaba.
Pero no encontrarán ni la cantidad de dinero necesario para la operación ni quien lo pone.
No, Sra. Rivas, nunca ha existido un informe económico que de solvencia y sostenibilidad económica al proyecto de ampliación, y mucho menos, con la ilusión perdida de poder tener una terminal de contenedores, por la competencia de Nador West, que ya ha comenzado a construirse con dinero de bancos europeos mientras que en Melilla, tras publicitar el proyecto y buscar inversores privados durante años, solo nos queda la promesa de Montoro.
Además, lo advirtió el tribunal de cuentas europeo, 1 de cada 3 euros de inversiones portuarias en Europa no sirven para nada, incluyendo las de los puertos españoles.
En el momento actual, todo apunta a una huida hacia delante para conseguir un pelotazo urbanístico, una macro-operación para liberar 20 hectáreas de suelo urbano edificable en la ciudad trasladándolo al terreno ganado al mar con el fin de poder utilizar el suelo liberado como edificable.
¿Cuantas hectáreas tiene el ministerio de defensa en este momento sin destino conocido, o con escasa utilización, aparte de los ya sabidos cuarteles cedidos de Valenzuela, Caballería, Gabriel de Morales y Santiago? Desde luego muchas hectáreas, que no necesitan ganarse al mar, en una ciudad que debe crecer hacia dentro ocupando las islas que dejan los cuarteles que ya no son necesarios para la defensa nacional. Todo el desarrollo urbano de Melilla de los próximos 10 años tiene suelo disponible a precio razonable y ya es suelo público.
Por eso no tiene justificación ampliar el puerto, porque estamos ante una operación que crea un suelo carísimo con dinero público para conseguir liberar una superficie semejante para beneficio privado, y después de los aeropuertos sin aviones, los puertos sin mercancías y las autopistas sin coches, solo nos queda crear una isla de hormigón vacía y fastidiando las playas que tenemos.