Guelaya denuncia el vertido de tierra en la playa de Horcas
- El vertido de tierra que se realizó hace semanas en la playa de Horcas no procede del vertedero de inertes y ha sido realizado por parte de una empresa que no tiene autorización para valorizar residuos de construcción.
- Ecologistas en Acción valora negativamente la inversión pública en aporte de arenas a playas por ser una práctica insostenible que supone un pozo sin fondo para el dinero público.
- Guelaya sospecha que se trata de una trama que gestiona ilegalmente residuos de construcción para provecho propio, por lo que consideramos que no solo se trata de un atentado ambiental, sino también de un fraude económico.
Guelaya Ecologistas en Acción así lo ha denunciado a la Consejería de Coordinación y Medio Ambiente, y al SEPRONA tras conocer de primera mano los hechos denunciados.
El vertido de tierras en playas es algo que ocupa las noticias de los diarios desde hace años y que ha sido denunciado por Ecologistas en Acción.
No es una postura política, sino de defensa del territorio y de las personas. Por eso, el Ayuntamiento de Málaga, del PP, no ha dudado en denunciar lo que ahora denuncia Guelaya en Melilla.
Este mes de mayo podía leerse en la prensa que el Ayuntamiento de Málaga, a través de la Delegación de Playas, ha detectado que se están haciendo aportaciones de tierra procedente de las obras del metro y, en otras ocasiones, incluso de los aparcamientos subterráneos. «Están echando la arena tal y como está saliendo. Es decir, sin lavarla, sin cribarla y sin tratarla, cuando lo que se echa es una arena muerta», se queja la concejala de Sostenibilidad y Playas, Teresa Porras.
El Ayuntamiento de Málaga exigió «que se eche arena de la máxima calidad, y si hay que dragar, pues que se drague». Por otra parte, el diputado socialista Miguel Ángel Heredia, especializado en las infraestructuras de Málaga, preguntó por qué el Ayuntamiento malagueño no presentó ninguna alegación durante el periodo de exposición pública. Desde la Concejalía de Playas se dice que había un compromiso del anterior jefe de Costas para verter arena de la máxima calidad en La Caleta.
En el caso de Melilla no se ha producido ningún proceso de evaluación ambiental, por lo que Guelaya no ha podido presentar alegaciones. La información de la que Guelaya dispone hace pensar que en Melilla no se cumplen los mismos trámites que en otras CCAA españolas, porque hemos sabido que no existe proyecto técnico que tramitar a información pública, y que las instrucciones eran verter en la playa arena de residuos de construcción, que solo puede proceder de dos empresas en Melilla, y el vertido no se ha contratado con ninguna de las dos empresas.
Los inconvenientes que se derivan de este doble rasero las sufrimos en Melilla en términos ambientales, por la aparición de turbidez que el levante ha mantenido días después de terminar los vertidos, en términos económicos, porque la tierra sin valorizar, sin lavar, sin cribar y sin filtrar no vale lo que se ha pagado en la obra, y en términos sociales, porque los bañistas han estado días sin poder bañarse por la turbidez producida en el agua.
La Consejería de Coordinación y Medio Ambiente debe defender a los melillenses y vigilar que las obras que se hacen en las playas, como autoridad ambiental, responda a lo proyectado, y en su defecto, que sean realizadas por empresas autorizadas a gestionar y valorizar residuos.
El gobierno del PSOE en cambio debe actuar para conseguir que las actuaciones que la Dirección General de Sostenibilidad ha promovido en Melilla en materia de playas pasen los procedimientos de información pública que denuncia en Málaga un diputado de su partido.