Cambio climático
II Jornadas sobre Migrantes Climáticos «Jose Cabo». Conferencia de Luz Estella Romero.
ECOFEMINISMO Y MUJERES DEFENSORAS, DERECHOS HUMANOS Y CONSTRUCCIÓN DE PAZ
Jueves 14 de diciembre, a las 18:30h en Aula 10 de la UNED
La activista colombiana Luz Estella Romero
La activista colombiana Luz Estella Romero, dará una conferencia este jueves 14 de diciembre en el aula 10 de la UNED como inicio de las jornadas sobre migraciones climáticas «Jose Cabo», llamadas así en honor a nuestro compañero tristemente desaparecido y a su dilatada labor en el campo de las personas desplazadas por motivos ambientales.
La lucha de Luz Estella Romero en su Colombia natal por el derecho a la tierra de las mujeres y su heroica resistencia pacífica contra la violencia que ejercen las distintas facciones armadas sobre los indígenas ya era reconocida internacionalmente antes de que tuviera que huir de su país por las amenazas que tanto ella como su familia recibieron por parte de los violentos.
Desde su nuevo país de acogida, España, sigue ejerciendo su labor en pro de los derechos humanos de las personas desplazadas por todo el mundo. Escucharla será todo un privilegio, y nos ayudará a entender qué intereses están detrás de los desplazamientos forzosos y la violencia ejercida contra los colectivos más vulnerables, explicado por alguien que lo ha sufrido en persona.


Conferencia de Carlos Taibo en la UNED
Mañana miércoles 18 de octubre tenemos una cita importante en el aula 10 de la UNED de Melilla a las 18:30 con el escritor Carlos Taibo
No es casual que Carlos Taibo sea uno de los expertos más citados en los medios actualmente; sus obras y artículos hablan de forma muy clara y humana sobre los motivos de los conflictos internacionales y los movimientos migratorios y su relación con la explotación irracional de los recursos naturales.

Las altas temperaturas del mar afectan aflora y fauna marina de Melilla
Entrevista a Guelaya sobre los efectos del aumento de temperatura en el mar, a raíz del nuevo récord de 30° alcanzado por una boya cerca de Melilla. Podéis leerla en este enlace:

El dique Sur peatonal vale su peso en oro
La apertura del dique Sur al tráfico nos puede indicar por dónde van los tiros en materia de sostenibilidad en el nuevo gobierno.
Sólo hay un camino para la transición ecológica, y pasa por reducir el tráfico rodado.
Argumentar que se abre al tráfico por petición de ciudadanos es querer engañar: no se ha hecho ninguna encuesta al respecto. ¿Han preguntado a las personas que paseaban por el dique si preferían hacer el paseo en coche?
¿Tiene el gobierno local una visión global de las directrices necesarias para lograr una ciudad más humana?
En una ciudad como Melilla, invadida por el tráfico rodado y con escasísimos espacios peatonales que permitan al ciudadano pasear, estar con sus hijas e hijos sin miedo a los coches, o simplemente conversar, cada isla peatonal vale su peso en oro y hay cada vez más melillenses dispuestos a defenderla.
Argumentar que se abre al tráfico el dique Sur por petición ciudadana es querer engañar: no se ha hecho ninguna encuesta al respecto.
¿Han preguntado a las personas que paseaban por el dique si preferirían hacer el paseo en coche?
¿Tiene el gobierno local una visión global de las directrices necesarias para lograr una ciudad más humana y adaptada al cambio climático?
No lo parece. Abrir al tráfico una zona donde el peatón gozaba de libertad y donde no tiene sentido desplazarse en coche, porque no se llega a ninguna parte, nos parece un indicador de una falta de visión global de calidad urbana. ¿Aumentar la libertad del coche y disminuir la del peatón es su concepto de ciudad del siglo XXI? ¿O se abre al tráfico simplemente porque el anterior gobierno lo había cerrado?
El nuevo gobierno sabe por propia experiencia que hay decisiones que es necesario tomar pero que son impopulares en un principio. Tal fue el comienzo de la peatonalización de algunas calles del centro, que hoy día celebran los comercios, el vecindario y en general todos los usuarios del centro. El error estratégico que se comete al ir para atrás en una conquista medioambiental necesaria como fue el cierre al tráfico del dique Sur es de libro: se pudo cerrar al tráfico sin protesta alguna por cuestiones derivadas de la pandemia y cuando volvemos a la normalidad el nuevo paseo peatonal ya estaba asumido y defendido por la ciudadanía melillense. Cualquier político se daría con un canto en los dientes por poder avanzar en sostenibilidad con tanta facilidad, pero se prefiere atender a no se sabe qué intereses en contra del avance social. Mala estrategia, mala gestión y mala visión de futuro.
Argumentar que se abre al tráfico para facilitar el acceso de personas con movilidad reducida es manipulador y falso. Si ese fuera su objetivo deberían habilitar aparcamientos en la cabecera del dique para estas personas y, además, deberían hacer cumplir la ley de accesibilidad y trabajar en la eliminación de tantísimos obstáculos que frenan la movilidad en nuestra ciudad.
Para la necesaria transición ecológica sólo hay un camino, que pasa por la reducción del tráfico rodado y ése no parece ser el horizonte de la nueva consejería de Seguridad Ciudadana, que fomenta la inseguridad peatonal y el aumento de la contaminación.
Guelaya considera que la emergencia climática, que ya tenemos aquí en este verano achicharrador, nos debe conmover algo más que para firmar acuerdos de lucha contra el cambio climático que se guardan en un cajón. Deberíamos ver cómo nuestros representantes organizan planes a corto, medio y largo plazo para intentar frenar el colapso al que nos enfrentamos.
La política ambiental de la anterior corporación fue nefasta, vimos talar y podar abusivamente los arboles de la ciudad, hundirse el Parque Lobera, aumentar la suciedad y el hormigón, volver la espalda a la movilidad sostenible, a la dependencia energética y generar proyectos faraónicos que ningún sentido común podía admitir.
Desde el punto de vista medioambiental hacerlo mejor que la anterior corporación era fácil, pero la nueva política ambiental no ha empezado bien: apertura al tráfico del dique Sur o empeñarse en recuperar la absurda fuente de la desembocadura del río de Oro en vez de abordar firmemente un ambicioso plan para adaptar la ciudad a la crisis climática cuyas consecuencias ya estamos viviendo.
Es prioritario disminuir el tráfico rodado y los gases de efecto invernadero y poner todo el empeño en el reverdecimiento y la plantación sistemática de arbolado de sombra en todos los barrios de la ciudad , que como queda claro por los últimos editoriales y reportajes de los medios locales, no es ya solo una exigencia de las entidades ecologistas, sino que lo es de toda la ciudadanía, alertada y preocupada por las olas de calor consecutivas del tórrido verano que estamos viviendo y de los que vendran.
*Se incluye foto y enlace del reportaje de El Faro del 5 de agosto » La importancia de los árboles para el calor» https://fb.watch/mhcEPAN99r/


La importancia de la sombra para la vida
Una de las imágenes más llamativas que nos está dejando esta primavera tan seca y calurosa es el efecto de la sombra sobre la vegetación en una de las laderas del río de Oro frente al cerro de la Palma Santa.
El cerro proyecta su sombra sobre el río en las horas de máximo calor, creando una línea donde contrasta de forma evidente el verdor de las plantas a la sombra y el marrón de las plantas agostadas al sol.
El cambio climático nos está recordando con estas sencillas señales la importancia de la sombra para la vida.

La colmena de abejas del barranco del Nano vuelve a sufrir otro ataque
Las colmenas salvajes son imprescindibles para la vida del planeta por lo que es imperativa su defensa y conservación.
Es la tercera vez que esta colonia sufre daños para su exterminio, esta vez con palos y papeles impregnados en combustible.
Nuestro compañero Kiko, nos anuncia que la colmena de abejas del Nano ha vuelto a sufrir otro ataque; a pesar de la importancia de esta especie y de que el barranco del Nano es una Zona de Especial Protección incluida en la Red Natura 2000 de espacios protegidos de Europa, esta es la tercera vez que esta colmena sufre un ataque, y esta vez, además de grandes palos, han introducido papeles impregnados en combustible.
Si tuviéramos que nombrar como sumamente necesario alguno de los eslabones que componen las relaciones simbióticas que se dan entre los distintos elementos que forman y sostienen un ecosistema… ,sin duda alguna, uno de los fundamentales sería el que componen las abejas y sus colmenas. Su labor, tan compleja como primordial dentro de la Naturaleza, es un referente fundamental en la salud y desarrollo de cualquier ecosistema vegetal ya sea natural o urbano.
Dentro de esas labores, aunque no es la única, destacamos la conocida polinización, que es insustituible dentro del equilibrio natural del entorno vegetal. Y así lleva sucediendo por algo más de 50 millones de años.
Motivo, entre otros, por el que no debemos cejar en divulgar su conocimiento e importancia para el sostenimiento de la vida. Vital para tantas y tantas especies, entre ellas la nuestra propia. Por todas estas razones, se ha de proceder a un mejor conocimiento de los factores que les perjudican y fomentar su protección.
Los insecticidas, además de parásitos y otras enfermedades, llevan tiempo diezmando tan preciada especie. A estos males debemos añadir, con mucha tristeza y estupefacción, la serie de actos vandálicos por parte de algunas personas, a los que no con poca frecuencia son sometidas las abejas y sus colmenas. Llegando incluso a la destrucción de la colmena. Terrible e irreparable circunstancia que ya ha acontecido.
Las colmenas salvajes son escasísimas, contar en Melilla con una serie de colmenas salvajes, que se han formado, desarrollado y arraigado por si mismas en su ya mermado entorno natural… es un maravilloso lujo del que ni la naturaleza, ni Melilla puedan prescindir.
Por ello, se hace extremadamente urgente y necesario divulgar el ataque continúo que ha tenido lugar sobre varias colmenas salvajes en nuestra ciudad para concienciar sobre su importancia, enseñar a amarlas y evitar su destrucción en un futuro.


La cuesta de Santiago, una torta de cemento de dimensiones cósmicas.
La paradoja: que un político inaugure una obra así tras firmar una declaración de emergencia climática y se quede tan ancho.
La inauguración de ayer del tramo de la cuesta de Santiago deja una imagen para la posteridad: un político inaugurando una torta de cemento de dimensiones cósmicas en plena crisis climática, y habiendo firmado una declaración de emergencia climática que ya hace tiempo que se ha demostrado que es papel mojado.
En la amplia acera se observa que han plantado unos arbolitos muy jovenes y deshojados y frente a ellos el talud de donde fueron apeados una hilera de frondosos eucaliptos de gran tamaño para la obra del vial y que ahora es un erial. Tambien pueden verse, al fondo, los arboles del cuartel de Santiago que corren el mismo peligro. Guelaya, junto al Movimiento en defensa del arbolado, ya organizó varias protestas en este sentido.
La verdad es que no entendemos por qué sonríen. Ahora mismo los únicos que pueden reírse a gusto son los que han cobrado por el cemento y por la obra. Por lo menos hasta que a ellos también les afecten las consecuencias del cambio climático, algo que ocurrirá tarde o temprano.



Manifiesto. Concentración a favor del arbolado de Melilla
¿Está en Melilla nuestro medio ambiente subyugado por el poder de las constructoras?
Hoy venimos a alzar la voz por los ficus drupácea de Conde de Alcaudete apeados, unos árboles únicos en Melilla que formaban desde hace más de cuarenta años, y hasta hace muy poco, un pasillo continuo desde el Paseo Marítimo hasta la Calle Polavieja, y que 7 de ellos han sido apeados por la política del cemento y condenados a un destino más que incierto, como antes lo fueron los de Severo Ochoa, Conde del Serrallo, Pizarro o el Parque Lobera.
Alrededor de 50 personas nos hemos personado en la calle Conde de Alcaudete para manifestar el hartazgo de la ciudadanía melillense por el cruel trato que la Consejería de Medioambiente impone a nuestros árboles. Sin embargo, las pancartas y la concentración han podido ser vistas por las miles de personas que pasaban con sus vehículos por una calle tan transitada como Polavieja, y conocido el motivo de nuestra protesta.
Las siguientes preguntas se han hecho imprescindibles a lo largo de todo el año 2022: ¿Tienen las empresas constructoras el poder de apear los árboles cuando les estorben? A la vista está que sí. ¿Está la Consejería de Medioambiente subyugada al poder de estas constructoras o es cómplice de ellas? Da igual si lo es, porque, en definitiva y dadas sus competencias, es responsable de este desatino y de la destrucción sistemática del patrimonio arbóreo consolidado de nuestros barrios, justo cuando más se necesita su sombra y su oxígeno.
Se están amparando en un vacío legal por la falta de un reglamento medioambiental que ampare a estos árboles, un reglamento que guardan en un cajón desde hace años para poder seguir cometiendo estas tropelías. La Consejería de Medioambiente tiene que saber que los vecinos están hartos de estas barbaridades, que terminarán pasando factura a quienes las cometen. Europa y España están mandando ingentes cantidades de dinero para que Melilla tenga un medio ambiente que la proteja de las consecuencias del cambio climático, son los llamados fondos de resiliencia, y de alguna forma tienen que enterarse de que ese dinero en Melilla no está sirviendo para nada, porque nuestros políticos, lejos de hacer sus deberes, están destruyendo nuestro patrimonio natural y sepultando nuestros barrios y nuestro entorno en hormigón armado.
Por mucho que cueste un cambio de conciencia en la sociedad melillense, es un paso que tarde o temprano deberemos dar de forma conjunta, es decir, tanto la administración, como las empresas de construcción, los políticos y los ciudadanos debemos dar un paso evolutivo que signifique entender que un árbol con más de 40 años debe ser respetado, y no sólo por los beneficios que nos proporciona, si no por ética, por respeto y por sensibilidad.
Esto significa en la práctica que a la hora de decidir sobre qué es lo preferible, sí dejar un árbol donde ya está o quitarlo para favorecer a las empresas constructoras en alguna de sus peticiones, la decisión debe ser siempre que la balanza se incline por el árbol. No puede haber lugar a dudas. El árbol estaba antes, da muchos más beneficios al ser humano y por lo tanto debe ser la constructora quién se adapte a las circunstancias, no al revés.
Además, porque trasladar un árbol a otro lugar significa podarlo de forma exagerada, arrancarlo del suelo (muchas veces sacrificando su raíz madre), transportarlo y volver a plantarlo, y todo ello estresando al árbol hasta tal punto que la mayoría de las veces no consigue volver a agarrar.
Por lo que una vez más decimos que la opción de apear un árbol para ponerlo en otro lugar debe ser la última de las opciones y no la primera, como es lo normal en Melilla. Un árbol tiene un valor a día de hoy que debe hacernos reflexionar sobre la importancia de no jugar a ser dioses, pues este tipo de “juegos” ya han quedado atrás. Por desgracia a día de hoy la realidad del cambio climático impera y viene cargada de mucha crudeza para el futuro.
Por todo ello, pedimos a la Consejería que aprenda a respetar los derechos de los árboles, da igual que no estén escritos en un documento o en un reglamento, son derechos inherentes al árbol y precisamente la Consejería encargada de proteger nuestro medio ámbiente debería tenerlo más que claro. Estos derechos van desde el primero hasta el último, lo que en este caso concreto significa que el derecho del árbol es justamente quedarse donde está, sin que ningún ser humano pueda impune y aleatoriamente decidir sobre él sin más rigor que el de las empresas constructoras y sus intereses monetarios.
Firmado por :
Guelaya – Ecologistas en Acción, y Movimiento en defensa del Arbolado de Melilla


Informe sobre contaminación por ozono en 2022: resultados para Melilla
La contaminación del aire por ozono aumenta en Melilla por efecto del cambio climático
En el verano más cálido de los últimos 60 años, toda la población melillense ha respirado aire con más ozono del recomendado por la Organización Mundial de la Salud.
· Finalizadas las restricciones de la movilidad por la crisis de la COVID-19, las intensas y prolongadas olas de calor estivales de 2022 han elevado las puntas de ozono troposférico en Melilla, pese a contar con sólo tres meses de mediciones.
· El informe anual sobre la contaminación por ozono de Ecologistas en Acción concluye que la totalidad de la población y del territorio melillenses han estado expuestos este año a unos niveles insalubres de este contaminante.
· El Gobierno de Melilla por fin ha puesto en marcha en julio dos estaciones públicas de vigilancia de la calidad del aire. Siendo la última zona del Estado español que se ha dotado de mediciones fijas de la contaminación atmosférica.
El informe estatal sobre ozono elaborado por Ecologistas en Acción analiza los datos recogidos entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de 2022 en 490 estaciones oficiales de medición repartidas por todo el territorio español, entre ellas 2 situadas en Melilla.
En lo que respecta a Melilla, entre sus principales conclusiones, destacan:
– El ozono es un contaminante muy complejo, que no tiene una fuente humana directa, sino que se forma en la superficie terrestre en presencia de radiación solar por la combinación de otros contaminantes denominados precursores, emitidos por el transporte (en especial los vehículos diésel), las centrales termoeléctricas, ciertas actividades industriales o la ganadería intensiva. Se trata por tanto de un contaminante secundario que en verano afecta a las áreas suburbanas y rurales influenciadas por la contaminación urbana e industrial.
– El ozono troposférico sigue siendo el contaminante atmosférico que año tras año afecta a más población y territorio en el Estado español, y el más estrechamente ligado al cambio climático, por su relación con las altas temperaturas. Durante 2022 sus niveles han aumentado de forma importante en Melilla respecto a los de 2019, por efecto de las tres intensas y prolongadas olas de calor del verano, el más cálido desde al menos 1961.
– El informe de Ecologistas en Acción toma como referencia el valor recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), de acuerdo al cual el aire contaminado por ozono ha afectado en 2022 a la totalidad de la población y del territorio melillenses.
– Si se considera el valor objetivo trienal establecido por la normativa, más laxo que la recomendación de la OMS, no habría población que haya respirado aire contaminado por encima del estándar legal en el periodo 2020-2022, con arreglo a los criterios del informe.
– La frecuencia de las superaciones de los estándares de la OMS y legal ha sido superior a la de los años previos a la pandemia, con aumentos de respectivamente el 18 % y el 46 % en relación al promedio de las registradas en 2019, único año del que se dispone de datos.
– El cambio climático se confirma como un factor de primer orden en el agravamiento de los episodios de mala calidad del aire por ozono, por el incremento de las temperaturas, el alargamiento progresivo de la duración del verano (estimado por la AEMET en un día al año) y la reducción de las precipitaciones, a sumar a otros “inconvenientes” ambientales entre los que en 2022 hay que destacar en España los virulentos incendios forestales.
– La contaminación por ozono debe abordarse como un problema sanitario de primer orden, que causa cada año entre 1.500 y 1.800 muertes en el Estado español, según la Agencia Europea de Medio Ambiente. Las personas más afectadas son niñas y niños, mayores, mujeres embarazadas y quienes padecen enfermedades cardiorrespiratorias crónicas.
– El coste sanitario y laboral de la contaminación por ozono fue de 5.000 millones de euros en 2013, un 0,33 % del PIB español, según el Banco Mundial, sin considerar los daños provocados sobre los cultivos y los ecosistemas naturales.
– La información a la ciudadanía por parte de las administraciones públicas no es ni adecuada ni ajustada a la gravedad del problema. La página Web del Gobierno de Melilla no suministra ningún dato de las mediciones de sus dos estaciones fijas, aunque los transmite al Ministerio de Transición Ecológica. Resulta elemental por ello que el Gobierno de Melilla se esfuerce por mejorar la información de la calidad del aire en su Ciudad.
– Las principales vías de actuación para reducir la contaminación del aire por ozono son la disminución del tráfico motorizado, la adopción de las mejores técnicas industriales disponibles, la sustitución de los disolventes orgánicos por agua, el ahorro y la eficiencia energética y el apoyo a las energías renovables en sustitución de las fósiles. También es necesario ampliar el Área de Control de Emisiones acordada para el Mar Mediterráneo, reducir el tráfico aéreo y evitar nuevas ampliaciones de aeropuertos, penalizar fiscalmente a los vehículos diésel y una moratoria para las grandes explotaciones ganaderas intensivas.
– A dos meses para que venza el plazo para que todas las ciudades de más de 50.000 habitantes establezcan zonas de bajas emisiones, para mejorar la calidad del aire y mitigar el cambio climático, pocas han cumplido esta obligación legal, pese a los abundantes fondos públicos que están recibiendo para ello. Ecologistas en Acción pide a los alcaldes que prioricen la salud de sus vecinos sobre cálculos electorales poco justificados.
– La crisis de la COVID-19 ha demostrado que la reducción estructural del transporte y la descarbonización de la industria y los edificios son las mejores herramientas para mejorar la calidad del aire que respiramos, en las ciudades y en las zonas rurales, también en el caso del ozono. La dramática situación creada por la pandemia ha corroborado que la reducción de las emisiones de precursores sí es efectiva para combatir la contaminación por ozono.
Más información:
José Cabo, 634 520 447, Ecologistas en Acción de Melilla
Miguel Ángel Ceballos, 653 072 277, coordinador del informe
Informe completo y resumen: https://www.ecologistasenaccion.org/210886


Arranque de la Central de ENDESA el día de la presentación del Melilla Sport Capital y junto al Hotel Melilla Puerto , situado frente al Puerto Deportivo.
Guelaya apoya el estricto cumplimiento del real decreto de ahorro energético
· Cuando las medidas de ahorro eran por motivos ambientales eran recomendaciones pero ahora que son por motivos económicos son obligaciones
· Valora positivamente el diálogo socia y la concienciación y formación ciudadana para que el ahorro energético llegue a cada casa por emergencia climática.
En 2015 la cumbre de París sobre cambio climático aprobó un ahorro energético anual del 7% en Europa.
En 2019 la declaración de emergencia climática de la Asamblea de Melilla decidió ahorrar energia en la producción eléctrica de Endesa en la ciudad.
En 2020 ,el 21 de enero ,el gobierno por acuerdo de Consejo de ministros declaró la emergencia climática en España .
En 2022 , ei día 1 de agosto se aprobó el RD 14/2022 sobre medidas de ahorro, eficiencia energética y de reducción de dependencia del gas natural.
Desde 2015 a 2022 se han firmado acuerdos y recomendaciones que no han dado resultado alguno.
Ahora que el ahorro NO ES POR CAUSAS AMBIENTALES SINO POR CAUSAS ECONÓMICAS en toda Europa , se acabaron las recomendaciones y comienzan las obligaciones
Guelaya Ecologistas en Acción , que ha reclamado la producción de energías renovables y el ahorro del 7% de las emisiones GEI (de efecto invernadero),considera que las medidas de ahorro llegan tarde pero son necesarias y urgentes.
Esperamos que la Ciudad Autónoma apruebe un plan concretando los objetivos de ahorro y las medidas que va a tomar, incluyendo las de seguimiento, inspección y sanciones, que aseguren el cumplimiento del objetivo , que no es otro que disminuir la producción eléctrica de Endesa en un 7% durante la próxima década.
Durante los tres últimos años la producción eléctrica de Endesa en Melilla ha sufrido disminuciones que apenas sobrepasan el 1% por lo que ni la pandemia ni el cierre de frontera ni la disminución de la actividad económica han permitido ni acercarse al descenso del 7% al que está comprometida toda la Unión Europea.
Queda claro que no es posible cumplir los objetivos de ahorro que se imponen por decreto sin hacer un esfuerzo colectivo que en este caso no solo se trata de la emergencia climática sino del peligro de entrar en recesión económica, por lo que debemos esperar más de quien más tiene para resolver un problema de sostenibilidad ambiental, social y económica.

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