denuncia por vertidos
Las denuncias de Guelaya ponen en marcha el proceso judicial del “caso Escoria”
Hoy jueves se han iniciado las diligencias previas en juzgados tras la remisión del caso por parte de la Fiscalía.
Guelaya denunció en 2018 una posible mala gestión de residuos en el vertedero que podrían afectar a la salud de los melillenses.
La investigación de la fiscalía ha desvelado concentraciones elevadas de arsénico y níquel frente al vertedero, y una potencial contaminación atmosférica por el polvo de escorias con metales pesados removidos por el viento en el paseo marítimo de Horcas.
Hoy se ha iniciado el proceso judicial del “caso Escoria” después de dos años y medio de interponer la primera denuncia. Desde Guelaya mostramos nuestra satisfacción por el inicio de estas diligencias previas en los juzgados melillenses que van a poder arrojar luz a un asunto que consideramos de gran interés para todos los melillenses, ya que está relacionado con la salud pública. En el proceso judicial que ahora empieza se tratará de dilucidar si la gestión de las escorias de la incineradora ha sido la correcta desde sus inicios en los años 90 y hasta qué punto pueden haber afectado, o si siguen afectando, a la salud de los melillenses.
Antecedentes del hecho
En agosto del año 2018 Guelaya interpone la primera denuncia ante la actitud de pasividad del gobierno local de entonces, del Partido Popular, plasmada en una resolución sobre el proyecto de almacenamiento temporal de escorias provenientes de la incineradora.
Ya entonces, Guelaya no compartió las conclusiones de una resolución que consideraba las escorias como “residuos inertes” y que por lo tanto podían almacenarse junto a los residuos de construcción y demolición.
Desde el principio, hemos creído que no es posible verter residuos no peligrosos en un vertedero de inertes. Dejaría sin justificación haber creado un vaso de residuos no peligrosos en 2015
Las denuncias de Guelaya pusieron en marcha una investigación de la Fiscalía en la que participó el SEPRONA de Melilla y que ha concluido con la remisión del caso a los juzgados y con el procedimiento que hoy se inicia.
La investigación que provocó el informe detalla igualmente la caracterización de un segundo residuo, los lodos de las escorias producidos en la incineradora, que son residuos peligrosos por su carácter corrosivo. Estos lodos húmedos se ha vertido igualmente en el vertedero de inertes y en la red de alcantarillado sin ningún tipo de gestión ambiental.
Lavarse las manos con las escorias
Desde Guelaya consideramos que la administración local se ha lavado las manos con este asunto desde 2018, mirando para otro lado, y ahora la Fiscalía obliga a los poderes públicos a tomarse en serio un asunto que podría afectar seriamente a la salud pública.
Desde Guelaya consideramos que el informe aportado por la Fiscalía del Estado señala que las escorias no podían considerarse residuos inertes, porque sobrepasaban los niveles de sulfatos y cloruros y los metales pesados cromo, molibdeno y antimonio, y que el tratamiento de estos residuos no está siendo el correcto, dado que el proceso llamado de “maduración” no se realiza ni con el tiempo ni medidas suficientes.
Arsénico y níquel en el agua y metales pesados en el aire
Algunos de los datos aportados por la investigación de la Fiscalía nos parecen preocupantes. Por ejemplo, una potencial contaminación de la escollera frente al vertedero, en cuya “agua del litoral de la zona del paseo marítimo, las concentraciones de arsénico y níquel son un poco más elevadas”. Hay que recordar que este paseo marítimo es una zona de ocio habitual de numerosos ciudadanos que lo aprovechan para pasear, hacer deporte o, más preocupante incluso, para pescar.
Existen riesgos potenciales sobre la salud debido a la transferencia de polvo fino de las escorias provocadas por el viento, motivo por se ha solicitado un estudio para valorar el efecto de la contaminación atmosférica derivada de la dispersión eólica de los metales incluidos en las escorias que podrían afectar a las miles de personas que en Melilla utilizan el paseo marítimo de Horcas para pasear o realizar actividades deportivas.
La solución propuesta por Guelaya desde el primer momento ha sido la de enviar estos residuos a la península para su correcto tratamiento en plantas adecuadas, ya que en Melilla no se dan las condiciones para ello.

Denuncia sobre vertidos ilegales en Melilla. Septiembre 2020
Desde que Guelaya denunció la situación caótica de los vertidos ilegales en la periferia de la ciudad y presentó sus propuestas de solución en julio de 2018 han pasado más de dos años, el Gobierno de la ciudad ha cambiado, una pandemia nos obliga a vivir lo que se ha dado en llamar una “nueva realidad” pero la situación de los residuos y vertidos ilegales va cambiando para peor y ampliando sus escenarios y la naturaleza de los residuos que se vierten.
Revisada la periferia de la ciudad por miembros de Guelaya durante la semana del 7 al 13 de septiembre los hechos que se denuncian son los siguientes:
El número de electrodomésticos que aparecen en la pista de carros ha aumentado, en todas sus formas, despieces y carcasas.
Zonas hasta ahora vírgenes de vertidos, como las zonas forestales en la Red Natura 2000 aparecen con vertidos de escombros de cuartos de baño.
Bordes de caminos utilizados para hacer botellón aparecen llenos de basuras varias sin que nadie pase a limpiarlos. La playa de Horcas que sufría en su zona sin servicio público la llegada de basuras marinas ahora se ven ensuciadas por la falta de urbanidad y civismo de los bañistas que esperan que alguien vaya detrás suya quitando las basuras que deja.
Las zonas de la pista de carros que a comienzos de año cuando todavía se pensaba que se organizaría la prueba deportiva “La Africana” eran limpiadas con afán por planes de empleo y similares han vuelto a su “antigua realidad”, en varios tramos, entre la frontera de Benienzar y la carretera del barrio chino, entre la carretera de la Purísima y el campo de golf y en los alrededores del Río de Oro.
El punto negro habitual del CETI ha cambiado de lado en la carretera perimetral. Se ha limpiado el lado de la pista de carros y se mantiene sucio el borde del campo de golf. Estos puntos negros denunciados en el informe de Guelaya de julio de 2018, siguen como estaban, antes y después de la pandemia, antes y después del cambio de Gobierno.
Los cauces de la red hidrográfica de Melilla que la pandemia y la falta de actividad económica cubrió de vegetación y vació de basuras vuelven a lo que parece en Melilla su estado natural, con basuras comerciales, de botellón y chatarra.
Hasta el río de Oro en el puente próximo al instituto Leopoldo Queipo ha sido objeto de un vertido de cemento producido probablemente por el lavado de una cuba en el mismo cauce. ¿Es que pueden circular por nuestro Río los camiones o se puede utilizar el cauce de un rio para verter cemento u hormigón?
El anuncio por parte de la Guardia Civil de la tramitación de decenas de denuncias este año por verter residuos, lamentamos decir que no es suficiente ni mantiene el problema controlado.
Ante estos hechos reiteramos las propuestas que realizamos en julio de 2018 y que transcribimos una vez más. Las medidas preventivas que Guelaya ha reiterado a la Consejería son las siguientes:
- Instalación de cámaras: Para captar las matrículas de los vehículos desde donde se arrojan los vertidos, sobre todo de escombros y sancionar a los propietarios de los vehículos tanto si son coches españoles como si son de otro país, ya que se pueden controlar en frontera si se conoce la matrícula.
- Cortar el paso a vehículos de motor por la pista de carros: El paso de vehículos particulares ya está prohibido por ser la pista de carros de uso militar. El “sendero gris” permite transitar a peatones y bicicletas por el margen de la pista, pero se pueden instalar pivotes o cadenas con candados que permitan a los cuerpos de seguridad y particualres que tienen propiedades en los márgenes de la pista pasar cuando lo necesiten.
- Cobrar tasas de recogida de residuos como depósitos: Deberían cobrarse tasas para recogida de residuos al solicitar las licencias de obras, que se devolverían cuando se justifique que los escombros se han llevado a un vertedero de inertes autorizado (en Melilla hay dos) ampliando el horario de los vertederos al que habitualmente se utiliza en las pequeñas obras, al atardecer, que es cuando se cargan las furgonetas que se llevan los escombros de las casas.
Y por todo ello
DENUNCIAMOS los vertidos de residuos en todos los escenarios mencionados.
SOLICITAMOS
1.- Que se persigan y sancionen los hechos denunciados.
2.- Que se adopten medidas para prevenir el vertido de los residuos
3.- Que se amplíen los servicios de limpieza en todos los escenarios con limpiezas extraordinarias donde actualmente no hay servicio regular.



