La Consejería de Fomento no ha sabido cómo invertir 638.871 euros en paneles solares para producción fotovoltaica entre julio de 2018 a junio de 2019
- Rebelión por el Clima exige conocer el destino del dinero que no se ha podido gastar en energías renovables
- La emergencia climática necesita de un cambio de rumbo en la gestión que se hace en Melilla, no solo firmar declaraciones de intenciones
- La Unión Europea aporta dinero a Melilla para el uso de energías renovables en las infraestructuras públicas, incluidos los edificios públicos, que no se puede gastar porque no se llega a un acuerdo con la Comandancia General.
Esta semana los medios de comunicación van a divulgar -ya lo estaban haciendo la semana pasada- nuevos datos sobre el aumento de emisiones de efecto invernadero, sobre los efectos que está teniendo en el medio ambiente y en las sociedades humanas, sobre las consecuencias catastróficas de la subida de temperatura del planeta por encima de 1.5 grados y de la falta de cumplimientos de los acuerdos internacionales.
Pero mientras sigamos mirando lo que pasa como si Melilla no fuera una parte del problema, difícilmente pasaremos de firmar declaraciones bienintencionadas que no se reflejan en presupuestos ni en acciones concretas.
En esta semana clave para el futuro de la humanidad con la COP25 en Madrid, la Cumbre por el Clima, además de mirarnos el ombligo hay que mirar lo que hacemos mal en nuestra ciudad.
Rebelión por el Clima y las entidades sociales y sindicales que firmaron la declaración de emergencia climática queremos poner ejemplos concretos de lo que no debe repetirse nunca más en nuestra ciudad.
No debe repetirse que una consejería tenga dinero para cubrir un objetivo tan necesario e imprescindible como aumentar el uso de las energías renovables para producción de electricidad y usos térmicos en edificación y en infraestructuras públicas, en particular favoreciendo la generación a pequeña escala en puntos cercanos al consumo, y no consiga gastarse el dinero que tiene para eso.
El dinero lo aporta la Unión Europea, a través del Plan Operativo (PO) de los fondos FEDER 2014-2020. No es dinero caído de la nada, se sabía que se contaba con él desde hace años.
“Las actuaciones enmarcadas en este objetivo se refieren a la implantación de energía solar en edificios públicos. Uno de los proyectos previstos, a pesar de haber sido adjudicado provisionalmente en el mes de junio de 2018, se encuentra paralizado por el Ministerio de Defensa como consecuencia de su posible afección a las instalaciones del helipuerto. No se ha logrado finalmente una localización adecuada que permita la continuidad del proyecto.”
Es lo que dice el documento ambiental estratégico de la reprogramación del PO FEDER de Melilla.
Por este motivo la cantidad asignada de 1.703656 de euros se ha reducido en 638.871, quedando solo 1.064.785 para gastar. Exigimos saber a qué se destina ese dinero porque destinarlo a obras o a más hormigón sería estafar el dinero comunitario.
Pero si esto es ya de por sí escandaloso y vergonzoso, mucho más es que en la evaluación el objetivo se dé por cumplido. El indicador del objetivo (el R041D.) es el aumento del % de energías renovables en consumo energético final (hidráulica, eólica, solar, geotérmica, biomasa y biocarburantes). Y se declara como tal un aumento de 1.25 Mw.
¿De donde han salido 1.25 Mw de aumento de producción de energías renovables en 2018? El objetivo era 0.15Mw y de esta manera, dejando de invertir más de medio millón de euros, el objetivo se cumple un 833%. Muy ambiciosos no hemos sido.
Esta situación solo contribuye a que la ciudadanía pierda la confianza en la clase política y se rebele contra la ineptitud que hasta el momento solo ha conseguido llevarnos al callejón en el que nos han metido y que ahora nos toca arreglar a las personas.