Día: 25 julio, 2022
El 75% de la población de Melilla vive con menos zonas verdes que las recomendadas
· Un estudio aplicado a Melilla estima en 8 muertes evitables al año las debidas a la falta de zonas verdes.
· No solo interesa el número de metros cuadrados de zonas verdes por habitante sino el reparto equitativo de zonas verdes de proximidad
· Guelaya espera que el nuevo PGOU sirva para mejorar la falta de zonas verdes en Meli-lla
En las alegaciones que Guelaya ha realizado sobre las zonas verdes de Melilla nos hemos referido a la falta de metros cuadrados de zonas verdes por habitante teniendo en cuenta que prácticamente la mitad de la superficie verde que refleja el PGOU está fuera de la superficie urbana, en los pinos de Rostrogordo.
Ahora queremos llamar la atención sobre la importancia de que las zonas verdes se distribuyan de forma equitativa en zonas verdes de proximidad y el acceso universal de la población a las mismas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), en base a la evidencia científica existente, recomienda establece la meta de que haya un espacio verde de al menos media hectárea a una distancia a menos de 300 metros en línea recta desde cada domicilio.
En un estudio reciente publicado en la revista The Lancet Planetary Health realizado por un equipo de la “Iniciativa de Planificación, medio Ambiente y Salud” de ISGlobal ha estimado la mortalidad atribuible a la falta de espacios verdes de 978 ciudades y 49 áreas metropolitanas españolas utilizando el Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada (NDVI) como indicador principal a partir de imágenes de satélite.
En el caso de Melilla el 75% de la población vive con menos zonas verdes de proximidad recomendados por la OMS, y se estima en 8 personas las muertes evitables al año las que se producen por no seguir las recomendaciones.
Por eso el tratamiento de las zonas verdes en el PGOU no solo tiene que ver con la adaptación al cambio climático sino sobre todo con la salud pública.
Las zonas verdes están vinculadas con beneficios para las personas como menor mortalidad prematura, mayor esperanza de vida, mejoras en la salud mental, menos enfermedades cardiovasculares, mejor función cognitiva para la infancia y personas mayores.
También ayuda a mitigar la contaminación atmosférica y los niveles de calor y ruido; y brinda oportunidades para la actividad física y la interacción social.
La redacción de un nuevo PGOU es una oportunidad para comenzar a mejorar tanto la falta de zonas verdes de proximidad, que para que la población acceda cómodamente a ellas debe estar a 300 metros de la vivienda, como el reparto equitativo en todos los barrios, con zonas de sombra que permitan contrarrestar las islas de calor.
Guelaya espera que la Ciudad Autónoma asuma en concreto el Objetivo 11 de la agenda 20/30, “lo-grar que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sosteni-bles” y en especial la meta Meta 11.7:
“De aquí a 2030, proporcionar acceso universal a zonas verdes y espacios públicos seguros, inclusi-vos y accesibles, en particular para las mujeres y los niños, las personas de edad y las personas con discapacidad.”
Sería una irresponsabilidad que el nuevo PGOU de Melilla no incluya un Plan de adaptación al cam-bio climático que persiga de forma explícita una planificación concreta de esta meta para beneficio del 75% de los melillenses con carencias en zonas verdes.
