El control de la patiamarilla y las mentiras del Consejero Mohatar
Guelaya lleva 6 años alertando a la Consejería de M.A. del problema de superpoblación de la gaviota patiamarilla y reclamando su control
Hemos ofrecido nuestra ayuda para la retirada de huevos de manera reiterada.
A Guelaya no le mueve otro objetivo que ayudar a proteger el patrimonio medioambiental de Melilla.
A la incompetencia manifiesta del consejero Hassan Mohatar para solucionar los problemas medioambientales de Melilla se le une últimamente una preocupante tendencia a atacar con falsedades a los colectivos que nos preocupamos por el medio ambiente de la ciudad.
Pero la mentira tiene las patas muy cortas. Mohatar ha declarado que «los ecologistas» obstaculizan el trabajo de control de la gaviota patiamarilla. No hay más que consultar nuestro blog para constatar que llevamos más de seis años reclamando el control de la población de gaviota patiamarilla en Melilla mediante la retirada de huevos, ofreciendo nuestra colaboración desde el principio para asegurar el éxito de las campañas de control y aportando toda la información que recabamos a través de los censos y estudios realizados sobre esta especie y sobre cómo afecta su expansión demográfica a otras especies tales como la gaviota de Audouin o las rapaces nocturnas y diurnas.
Respecto a la gaviota de Audouin, especie protegida y principal afectada por la explosión demográfica de la patiamarilla, hace cuatro años, al principio de la legislatura, colaboramos con la Consejería en la elaboración de un Reglamento de cuidado de esta especie Es un ejemplo de tantas aportaciones imprescindibles para el cuidado medioambiental de la ciudad que hacemos desinteresadamente y que duerme el sueño de los justos en un cajón de la misma.. Otro ejemplo, es el reglamento de arbolado y zonas verdes que presentamos hace mas de un año para evitar las catastróficas actuaciones en el arbolado y los parques de la ciudad y que no se han dignado tramitar.
Lo decimos siempre, y lo volvemos a decir: A lo largo de nuestra historia han sido muchos los ataques que hemos recibido por parte de distintas autoridades ambientales, ataques más intensos cuanto mayor era el grado de incompetencia de la persona que nos atacaba, y nunca han conseguido el objetivo de acallarnos. Y esta vez no es una excepción.
