Día: 3 septiembre, 2019
Guelaya espera que el Pacto por la Movilidad siga siendo el foro de participación en materia de movilidad sostenible
- La Semana Europea de la Movilidad (16 a 23 de septiembre) es un buen momento para convocar a las entidades que forman parte del Pacto.
- La marcha atrás sobre la peatonalización de calles que propone ACOME no puede ser atendida porque ya se consensuó en la última reunión del Foro por la Movilidad.
- Guelaya apoya los aparcamientos rotativos gratuitos como alternativa a la zona azul. Hacer gratis los parking no es una medida de movilidad sostenible sino de apoyo al vehículo privado.
- Para quitar coches del centro y mejorar el aparcamiento no se está pensando en los residentes, que no tienen ninguna ventaja para utilizar los parking
Se acaba el verano y la vida pública vuelve a la normalidad. El nuevo gobierno habrá cumplido sus primeros 100 días de actuación en septiembre, por lo que se espera que empiece a tomar decisiones para resolver los problemas de la ciudad, entre los que se encuentra la petición ya cursada a la Ciudad sobre aprobación en el pleno de la Asamblea de una moción que declare la situación de emergencia climática y enumere un paquete de medidas que deberían tener su reflejo en el próximos presupuesto.
En ese contexto de emergencia climática la movilidad sostenible viene a recordarnos que el futuro no es del coche, ni diesel ni de gasolina, y que se hace necesaria una nueva cultura de la movilidad que llamamos movilidad sostenible.
La Semana Europea de la Movilidad se celebra todos los años del 16 al 23 de septiembre. Este evento, que se realiza a iniciativa de la Unión Europea y que es coordinado por el ministerio de Transición Ecológica en España, se desarrolla en Melilla gracias a iniciativas públicas que algunos años organiza la Ciudad y a las iniciativas privadas que Guelaya y Melilla ConBici vienen realizando, este año con el apoyo de la plataforma Rebelión por el Clima y las entidades que forman la Alianza por el Clima de Melilla.
En este contexto Guelaya espera que el diálogo que se ha iniciado ya sobre coordinación de actividades de la Semana de la Movilidad de este año se vea acompañada de la convocatoria del Foro por la Movilidad, dando seguimiento al Pacto y al desarrollo del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS).
Guelaya recuerda que la última convocatoria del Foro por la Movilidad de Melilla puso de manifiesto que la gran mayoría de las entidades se mostraron de acuerdo con la peatonalización, sin que existiera ni siquiera unanimidad en el sector empresarial en su contra, como reivindica ACOME.
Guelaya y otras organizaciones que forman parte de la Mesa por la Movilidad realizaron propuestas que no fueron aceptadas, por ejemplo sobre eliminación de aparcamientos. Pero si el Pacto por la Movilidad se basa en acuerdos consensuados mayoritariamente la peatonalización del centro no puede tener un paso atrás.
Queda abierto al debate público la conveniencia o no de la zona azul, de la que antes de las elecciones no había una decisión “técnica” tomada. La postura al respecto de las entidades de la Mesa por la Movilidad fue apoyar el modelo de aparcamiento rotatorio gratuito que tan buenos resultados ha demostrado tener en la ciudad de Pontevedra.
En cualquier caso, Guelaya espera una política participativa del nuevo gobierno y una toma de decisiones consensuada con los agentes sociales en su conjunto. El Foro por la Movilidad puede ser mejorado, pero Guelaya lo considera el espacio de debate para que todos los agentes sociales expresen sus diferencias, por lo que debe ser convocado.
Precisamente son los aparcamientos un hueso duro de roer por las diferencias que existen en las posiciones, pero hay que recordar que subvencionar el aparcamiento a las personas que vienen a comprar y no hacerlo con los residentes que no pueden aparcar en su barrio de día porque tiene una ocupación superior al 100% no tiene sentido, y los problemas de aparcamientos existen en muchos barrios con tasas de ocupación cercanas al 100% por las noches.
El PMUS de Melilla incluye medidas para residentes que hasta el momento no se han tomado en cuenta. Es precisamente eso lo que debe hacer el Foro por la Movilidad, decidir cuáles son las decisiones que se van a tomar de las muchas que contienen el PMUS, como por ejemplo cuantos kilómetros de itinerarios ciclistas se van a construir al año y cómo se va a organizar el transporte público para que incremente el número de usuarios y no tenga que seguir estando subvencionado para evitar pérdidas año tras año, dejando en evidencia la falta de eficacia de la gestión del dinero público.
Guelaya valora positivamente la iniciativa de los vasos retornables en la Feria de Melilla 2019
- Es un primer paso adelante que debe completarse con la utilización del Sistema de Retorno de Envases si se quiere ganar la batalla a la contaminación por plástico.
- La Consejería ha manifestado una actitud receptiva ante la demanda de #2020RebeliónporelClimaMelilla, que exigió el fin de los plásticos de usar y tirar en la Feria, pero solo es un primer paso.
- El sistema de retorno de envases es el único que puede impedir que los plásticos lleguen al medio ambiente según la experiencia de los países europeos.
- Las campañas de voluntarios limpiando de plásticos la costa, el mar y los fondos marinos no es la solución, hay que ir a las causas del problema, no solo mirar las consecuencias.
La Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad ha dado un paso adelante al incorporar en la Feria 2019 el sistema de retorno de envases, en este caso vasos, con el fin de eliminar el plástico de usar y tirar, aunque sea parcialmente.
Se trataba de una demanda de #RebeliónporelClimaMelilla, que recordaba que los plásticos de usar y tirar tienen sus días contados por la prohibición que recaerá sobre ellos dentro de un año debido a la normativa europea. El vaso retornable es un gesto en el camino adecuado, pero solo es el comienzo del camino que hay que recorrer.
Muchas personas en Melilla son partidarias de utilizar materiales reutilizables antes que reciclarlos, y ante la inminente prohibición de utilizar utensilios de plástico de usar y tirar tanto las empresas como las personas tienen solo un año para adaptarse a la nueva normativa.
Guelaya apoya el sistema de retorno de envases como el único capaz de hacer cumplir los objetivos europeos, ya que Ecologistas en Acción forma parte de la Alianza Residuos Cero, que reclama este sistema junto a instancias internacionales como Zero Waste Europa.
La nueva legislación europea contra los plásticos de un solo uso señala que en 2029 se deberá cumplir con el objetivo de recoger selectivamente el 90% de las botellas de plástico, llegando previamente al 77% en 2025 y siendo obligado que todas las botellas de bebidas sean producidas con un 30% de contenido reciclado en 2030.
Pero mejor que reutilizar o reciclar es reducir. ¿No sería mejor que el agua de grifo en Melilla se pueda beber y así evitar tener que utilizar agua embotellada en plástico?
Mientras tanto, es fácil de entender que el Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR), comúnmente conocido como Sistema de Retorno de Envases, es justo con el consumidor, porque no descarga en la administración ni en el consumidor lo que es responsabilidad de la empresa que utiliza comercialmente los envases.
Depósito significa que hay un valor económico asociado a cada envase, un incentivo para que ese envase vuelva a la cadena de producción en las mejores condiciones para su reciclado y que esa cantidad no es un impuesto o un coste extra, sino un adelanto.
Devolución significa que esa cantidad que el consumidor ha adelantado se le reembolsa en su totalidad cuando el envase se entrega de nuevo en el comercio.
Retorno significa que el envase vuelve a la cadena de producción, es una materia prima en condiciones de convertirse en cualquier nuevo producto, el ciclo se cierra y no hay residuos, sino recursos.
La responsabilidad de los envases tras la vigencia de la Directiva Europea de Residuos y la publicación de la Ley española es de las empresas que los comercializan. Al comprar un producto, el consumidor paga el envase, y éste, tras usarlo, sigue siendo responsabilidad de la empresa, porque si no, las administraciones públicas de todos los países del mundo tendrían que gastar cantidades indecentes de dinero para conseguir que las botellas, pongamos un ejemplo, de coca cola de litro y medio que hay en el mundo no acaben contaminado ríos, pantanos, costas, mares, océanos, o provocando presupuestos públicos de incineración para evitar que un envase acabe en la playa.
Si el sistema de recogida selectiva no funciona con una eficiencia del 100%, eso quiere decir que las empresas que producen los envases no responden a la responsabilidad ampliada de la nueva ley y se están ahorrando cantidades millonarias de euros por no tener que tratar sus residuos, que se hace con fondos públicos, porque los están gestionando las administraciones en contra de la directiva europea y la ley española.
Guelaya presentará propuestas a los presupuestos 2020 de la ciudad
- La asociación espera que por la vía de la participación consiga más objetivos medioambientales que por la presentación de alegaciones tras la aprobación de los presupuestos en el Pleno que ya realizó en 2018 y 2019.
Durante los dos últimos años Guelaya ha venido presentando alegaciones a los presupuestos de la ciudad justificadas por la ausencia de compromiso presupuestario en Melilla de determinadas demandas legales que tenían que ver con la conservación del patrimonio natural de la ciudad.
Esa situación de ausencia de inversiones en el medio ambiente no solo han tenido como consecuencia la falta de empleo verde, sino que tras 7 años de redactar un Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de Melilla y Gestión de los Espacios Naturales (PORNG) no se haya desarrollado absolutamente ninguna herramienta que permita gestionar adecuadamente, de acuerdo con algún tipo de norma, proteger y conservar de forma efectiva el patrimonio natural de Melilla o al menos, los hábitats, especies y espacios que la legislación europea obliga a conservar.
Por eso a los ecologistas nos sigue escandalizando que la retirada de basuras de espacios protegidos se tenga que hacer por personas voluntarias, que se siga haciendo botellón en espacios protegidos o que los vehículos sigan transitando por estos espacios sin que la administración anterior consiguiera evitarlo o al menos lo intentara.
- La conservación de la biodiversidad debe ocupar un lugar central en el presupuesto de la Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad.
Si se busca en el presupuesto de medio ambiente de la ciudad una partida presupuestaria que tenga relación directa con la gestión solo se encontrarán cajones de sastre donde bajo el concepto de “otras iniciativas” y referencias semejantes se incluyen algunos cientos de miles de euros en un presupuesto global de decenas de millones de euros.
Las conservación de la naturaleza no existe en el presupuesto, y Guelaya no puede admitir, por ejemplo, que un contrato de varios años para controlar gaviotas patiamarillas en el casco urbano sea la medida estrella.
Está bien que se controle la población de una especie de gaviota que molesta a los vecinos, pero no tiene sentido que se emplee 0 euros en las especies protegidas, incluyendo la gaviota de Audouin.
- La Ciudad deberá compensar la falta de desarrollo estatal en la última década del Convenio sobre Biodiversidad Biológica.
El 20 de agosto faltaba 500 días para que se cumpla el plazo aprobado por el Convenio sobre la Diversidad Biológica y la UE de detener la pérdida de biodiversidad en 2020.
Ecologistas en Acción ha adelantado que España fracasará en este objetivo por no haber tenido voluntad política, no haber tomado medidas eficaces para detener la pérdida de biodiversidad y haber mostrado un escasísimo interés en la conservación de la naturaleza.
Melilla ya ha fracasado en el cumplimiento de sus objetivos sobre conservación de la biodiversidad, al igual que España lo ha hecho en el ámbito internacional. Solo queda una salida posible, invertir en el futuro considerando que vivimos una emergencia climática que obliga a considerar una emergencia la extinción de especies porque dependemos de ellas.
Como reconoce el Informe de Seguimiento del Plan Estratégico del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad de 2017 (elaborado por el Ministerio para la Transición Ecológica), de los 39 objetivos, cuatro han sido plenamente alcanzados, otros tres quedan cerca de su cumplimiento, y 24 objetivos han tenido avances pero no han sido cumplidos. Por último, ocho objetivos no han tenido avances que puedan considerarse significativos.
Con esta inacción, los diferentes gobiernos de España han puesto en riesgo el bienestar humano y buena parte de nuestra economía.
Un claro ejemplo de ello son las consecuencias sociales y económicas que supone la pérdida de las especies polinizadoras, en su mayor parte insectos. Sin esos polinizadores, los daños económicos en las actividades agrarias serían terribles, ya que en España alrededor del 70 % de los cultivos para consumo humano dependen de los insectos que desarrollan la polinización.
Además, estos polinizadores generan múltiples productos como miel, cera o medicamentos y contribuyen directamente a la producción de fibras como el algodón y el lino, o materiales de construcción como la madera. El servicio esencial que ofrecen los polinizadores en la oferta de alimentos se valora en más de 2.400 millones de euros para la agricultura española.
